Presionado una vez más, el Gobierno impulsa una Ley Agroindustrial

Aunque no consta del proyecto privado original, ayer se presentó una propuesta que sigue queriendo entregar un guiño de acercamiento al segmento de mayor aporte económico, pero el que más incomoda al Ejecutivo.

Por Elida Thiery (Rafaela Noticias) - Jueves por la tarde y a las apuradas, así se convocó a un encuentro en el Museo del Bicentenario donde el Gobierno reflotó el proyecto presentado antes de la pandemia por el Consejo Agroindustrial Argentino. Con modificaciones que lo desvirtúan, con el refuerzo del intervencionismo, así se busca un efecto electoralista que no sólo no conforma al campo y a la industria ligada a él, sino que sigue distanciando al sector que más aporta a la economía nacional y a quienes más necesitan de esos dólares para administrar el Estado.
El Presidente de la Nación reapareció en un acto público, flanqueado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur; y la vicepresidente, además del reiteradamente exhibido esta semana, Julián Domínguez.
No es una ley cualquiera. Es una ley construida con un criterio federal muy claro. Participaron gobernadores y universidades de todo el país. Grandes y pequeños productores. Todos han sido oídos. Es una ley que lo que más ayuda es al desarrollo integral de la Argentina. Quiere decir que la Argentina pueda avanzar y todos tengamos oportunidades de crecer y desarrollarnos. Nadie quiere un país en donde algunos ganen y otros pierdan”. 
Necesitamos construir un país en el que todos ganen para que el desarrollo sea armónico. No hace falta que todos pensemos igual. Lo que no podemos discutir es la necesidad de avanzar, crecer y dar igualdad a una sociedad tan desigual como en la que vivimos”, manifestó en tono calmo el Presidente.
Existe un error de base, porque al proyecto de Ley se lo presentó a él, luego a CFK y después a Sergio Massa el Consejo Agroindustrial Argentino, pero claro, de esa idea inicial ahora se presentó algo diferente y que no agrada a quienes lo solicitaron.
A su tiempo, el Ministro de Agricultura, que viene de anunciar el martes el permiso de exportar vacas de descarte a China y anticipar de alguna manera nuevas restricciones, explicó que este es un “proyecto de promoción a la productividad a partir de las inversiones”, con una alusión al primer plan quinquenal de Perón. "Les propongo que lo denominemos agrobioindustrial a partir de este momento”, sumando cambios sobre la marcha y también ligándolo al Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010-2020, que en su anterior gestión Domínguez presentó, pero jamás avanzó.
La producción agropecuaria es una parte indisoluble de nuestra identidad nacional, el trigo, el maíz y la carne son considerados bienes culturales argentinos y están en el centro de nuestras tradiciones”, entonces hablando de seguridad alimentaria se refirió que se van a administrar a gusto los saldos exportables de estos tres productos. Un nuevo cambio de reglas de juego, que se alejan de la confianza pretendida por el Ministro.
El proyecto de Ley supuestamente impulsa la industrialización a través de sumar valor agregado en origen, incorportando tecnología. Se intentan fomentar inversiones, mirando a la generación de 700 mil puestos de trabajo hacia 2030, “Ustedes han tomado el desafío” les dijo Domínguez a los dirigentes del CAA, mientras hablaba de la posibilidad de exportar miles y miles de millones de dólares.
Esta ley genera estímulos fiscales para generar rendimientos”, pero tomando crecimientos de producción a partir de la partida de cada proyecto, para lo cual no está claro cómo se mide cada cosa. Se habla de bonos para el cuidado del ambiente, se cambiaría el concepto de tenencia para la liquidación del IVA, por el de la venta, tratamiento diferencial para economías regionales, bonos para cultivos alterantivos.
Julián Domínguez sostiene que esta podría ser la primavera vez en la historia que el campo y la industria se debatirá en el Congreso, quizá quienes lean esto recordarán otras instancias de álgidos debates aunque no con los resultados que el actual Gobierno quiere recordar.
Habrá que leer en detalle el proyecto, entender la evolución de los intercambios en el plano legislativo y que en definitiva lo que se vaya a votar conforme. Al momento parece no hacerlo. No logra la política presentar al sector agropecuario y al agroindustrial alguna decisión que realmente colme las necesidades y no moleste tanto como cada paso que se da.
Sin la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias presente, se aguardará por la respuesta formal de las instituciones, pero sabiendo que se entiende que esta propuesta responde directamente a la necesidad del oficialismo ante las urnas del 14 de noviembre y no cuenta con una convicción firme sobre el apoyo sectorial, aunque se haya interpuesto al INTA, a las universidades y a otros organismos a modo de garantía para conseguir adhesiones.

Se veía venir

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa realizó este jueves su reunión de Consejo Directivo mensual, en donde los delegados de las asociaciones rurales adheridas rechazaron las declaraciones del Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Julián Domínguez, en la presentación del Proyecto de Ley Agroindustrial al declarar de “bien cultural a la producción de maíz, trigo y carne“ y “administrar con inteligencia los saldos exportables”, es decir seguir dejando sujetos a controles las exportaciones de dichos productos.
Las medidas anunciadas por el Señor Ministro Julián Domínguez referidas a las exportaciones de carne, también fueron acompañadas de expresiones en donde se refleja su accionar intervencionista al volver a cupificar o cuotificar en no más del 22/24% la exportación de lo producido para el año 2022 de carne, algo que claramente desincentiva y desalienta cualquier inversión ganadera con miras a la exportación.
Las medidas electoralistas, de corto vuelo, son inapropiadas. Las exportaciones de carnes siguen restringidas sin argumentación lógica alguna, ya que tan solo se han flexibilizado en una categoría como la de vaca descarte D y E.
Reiteramos que la solución del problema –como dice el ministro- , que el mismo gobierno que el integra genero al restringir las exportaciones de carne vacuna aún no se ha alcanzado.  Persisten  las restricciones y cortes sin poder exportar hasta fin de año. 
Desde CARBAP siempre hemos rechazando cualquier intervención que atente contra la libertad de comercio. El accionar intervencionista y de imprevisibilidad que plantearon los anuncios se contrapone con cualquier intención de inversión, tal como proclamo necesarias el Señor Ministro para poder potencializar el sector. 
Desde CARBAP entendemos que nuestro país no puede darse el lujo de seguir perdiendo divisas por las exportaciones de un producto emblemático como es la carne argentina, reconocida y posicionada en todo el mundo, solo por cuestiones ideológicas o de pereza intelectual.

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