SanCor escucha una propuesta, pero está lejos de decidir

Los tres empresarios cercanos al Gobierno Nacional que quieren administrar un fideicomiso con fodos públicos para mejorar a la Cooperativa Láctea tuvieron un acercamiento, pero sólo se presentaron indicios de la idea. No hay nada acordado para avanzar en un acuerdo.

Por Elida Thiery (Agrofy News) - Con SanCor como gancho atencional, en estos últimos días se siguió alimentando una idea para que dineros estatales, que serían administrados a través de un fideicomiso por tres empresarios cercanos al Gobierno, intenten mejorar la situación financiera y operacional de la cooperativa láctea.
Esto es lo que se dice, pero lo que se omite es que no habrá fondos privados aportados para esta intención, que el recorte de personal es lo que despertó el malestar del gremio Atilra y que desencadenó un paro nacional; porque en definitiva se pretende una láctea tan chica como está ahora con 650 mil litros diarios, pero también con un recorte de 1.700 a unos 600 trabajadores.
Los nombres de este triángulo son José Urtubey de Celulosa Argentina, Marcelo Figueiras del Laboratorio Richmond y Gustavo Scaglione de La Capital de Rosario que tienen como coordinador en el tema a Jorge Estevez, hoy a cargo de la empresa láctea Santa Clara, e incluso el abogado Leandro Salvatierra.
Aunque los rumores anticipaban esta cuestión, el primer planteo se hizo por los medios de comunicación de la idea con parámetros segmentados y hace una semana en definitiva se acercó un cierto punteo ante el Consejo de Administración.
Es de suponer que semejante planteo requiere intercambio de detalles que deben quedar en un marco de confidencialidad y por eso es que se firman, en empresas, cooperativas e instituciones, en muchos encuentros, cartas de intención que sientan las bases en cuanto a las condiciones de un vínculo, pero lejos están de tener el valor de un contrato o del cierre de un acuerdo, formalmente.
Aunque este jueves se intentó dar a entender que las negociaciones están muy avanzadas, lo cierto es que fuentes de la Cooperativa manifestaron que “la carta de intención es un documento que se firma para comenzar un proceso de análisis que permita establecer la factibilidad y conveniencia de las propuestas de negocio que se presentan. Implica sólo análisis y de ninguna manera el cierre de una negociación”.
SanCor debe salir a explicar estos mensajes masivos para evitar más confusiones.
De todas maneras, el propio gremio también lo percibe como una situación poco entendible porque la semana anterior así lo dejaban entrever en la reunión donde se debate sobre la reactualización de la paritaria en el contexto inflacionario, un hecho que quedó insertó en un conflicto mayor por el paro antes mencionado y la conciliación obligatoria que podría llegar a tener efecto hasta pocas horas antes de los comicios legislativos.
Atilra se encuentra en un tironeo de intereses, pero también pasa esto en el Gobierno y no sólo a nivel nacional, sino en las provincias lecheras, donde no son muchos los que entienden como un buen mensaje esta acción de disponer dinero público para una cooperativa, copiando un modelo antes intentado, que no logró su objetivo en el tiempo.
Algunos se toman de las conversaciones que se habían tenido con el anterior titular del INAES, Mario Cafiero, ante quien la Cooperativa había presentado su intención de completar el Plan SanCor de reestructuración ya cumplido con el aval de capital de trabajo para expandirse a 1,5 millones de litros de leche diarios. Pero eso se orientaba a generar una garantía, para un préstamo que le llegue directo a la empresa, sin intermediarios, sin interventores, sin administradores ajenos y tantas cosas más.
La Cooperativa debe entender que en cada movimiento de estos está en juego lo que queda de confianza por parte de sus dueños. Los tamberos que la hicieron grande y que la sostienen hoy son los que no tienen buenos recuerdos de “intervenciones” o “participaciones” similares y no tan alejadas en el tiempo. Al momento de definir cada movimiento se debe pensar en el impacto inmediato en la remitencia de materia prima, más allá de un futuro con limitaciones que se encuentren en los mercados, en la productividad, pero también en el malestar de los propios trabajadores.
Esta situación que se apura mediáticamente, no tiene dentro de la láctea la urgencia que se le quiere imprimir, aunque esta idea tironeada tiene a futuro alternativas y competencias más ordenadas que la podrían dejar muy distante del objetivo.
Detrás de SanCor están sus productores y los valores del cooperativismo, no hay que desenfocarse de las bases de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad.

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