El producto que ya cuenta con su segunda versión mejora el ciclo ruminal como componente de las dietas, optimiza recursos y reduce el impacto ambiental, colaborando con la reducción de la huella de carbono.
Veterinario y especialista en nutrición explica que el producto está en el mercado desde hace 16 años en Estados Unidos, con más de 90 trabajos publicados que lo validan científicamente, avanzando en otros países, mientras que en Argentina está disponible hace más de una década.
En una primera etapa Optigen se presentaba como urea recubierta por un polímero plástico que permitía la liberación controlada de nitrógeno en un medio ruminal, evolucionando a una cubierta de conformación lipídica que es cien por ciento amigable con el ambiente, sin dejar residuos y muestra un avance tecnológico que permite tener un producto estabilizado que supera todos los controles de calidad.
Esta es una solución para la nutrición en el tambo, porque es una fuente hiperconcentrada de nitrógeno, que requiere aplicación técnica, recomendada y supervisada por un profesional en la nutrición del animal, para conseguir una mayor producción a menor costo. “Cuando en la matriz de insumos que integran la dieta se considera a Optigen para el aporte de nitrógeno no proteico, muy concentrado y con la ventaja de ser muy estable en calidad. Son los nutricionistas los que juegan con los otros componentes de la dieta, teniendo ventajas no solo en cuestión de costos, sino que permite ser un potenciador de los recursos que tiene el productor en el campo”.
Para Amuchástegui, “hoy gran parte del porcentaje de la materia seca que consumen las vacas es originada en silos de granos y pastura, que tienen un aporte de fibra de calidad que año a año se van mejorando, pero los mecanismos ruminales para utilizar esa fibra que aporta el silo, necesitan de una presión y una calidad de nitrógeno constante, por lo tanto es ahí donde Optigen potencia esa actividad, por eso los nutricionistas lo consideran como fuente proteica y potenciador de toda la dieta”.
Siempre se ofrece el producto al animal vehiculizado con otros componentes de la dieta, puede ser con los concentrados en la sala de ordeño, o entre los ingredientes de la ración que se aporta en el mixer. Se necesitan muy pocos gramos por animal y por día, siendo un parámetro promedio en una vaca en producción de 90 a 150 gramos diarios, dependiendo del peso y también de la producción que aporte diariamente.
“Los profesionales de la nutrición solicitan que en las mezclas minerales o proteicas se incluya Optigen al momento de llegar a cada tambo, aunque hay casos en los que se trabaja con mucho volumen que el producto llega de manera directa al campo para su dosificación. En cualquiera de los dos casos, el productor no pierde eficiencia”.
“Siempre hay que considerar la fortaleza que tiene Optigen, que es la seguridad. La urea es potencialmente tóxica cuando hay un error y no es tan eficiente adentro del animal. En cambio Optigen debido a esta degradabilidad lenta que tiene en el sistema ruminal, confiere muchísima seguridad sin riesgos de producir cuadros de intoxicación. Eso es clave en las bondades del producto, probado durante años en muchos países y tipos de producción”.
Amuchástegui explicó que la adquisición del producto se puede hacer de forma directa en Alltech Argentina o Latinomérica a través de su sitio web o redes sociales, para hacer el contacto con empresas de nutrición regionales que también cuentan con servicio técnico.
“Este es un insumo que tiene la funcionalidad de aditivo y técnicamente desde Alltech nos complementamos con los asesores de cada productor, para adaptar el producto a cada temporada y a la realidad de cada productor”.
Juan Amuchástegui destaca como especialista que “tenemos la ventaja de contar con esa cámara de fermentación increible que es el rumen y nos da la posibilidad de optimizar los materiales que el productor genera en su establecimiento. Esa maximización le permite al productor erogar menos dinero por cada unidad de producto final obtenido, entendido en la leche, las proteínas y la grasa butirosa. Por eso podemos bajar los costos de producción desde adentro del animal, que es un hecho que muchas veces se cree que sólo puede hacerse aportando un sinnúmero de materiales por fuera de cada campo, que significa una carga financiera muy grande y que puede poner en jaque a la activdaid. Con este tipo de insumos muy estables, permiten potenciar lo que se produce en un mismo lugar, evitando erogaciones innecesarias”.
“Se necesita el criterio técnico, para utilizar a Optigen como una herramienta que potencie lo que se hace tranqueras adentro, aportando la previsibilidad, los bajos movimientos de logística y siempre destacando que al optimizar el circuito de nitrogeno en el animal, mejora el impacto ambiental y esto permitirá avanzar en los programas de reducción de huella de carbono, reduciendo la cantidad de nitrogeno que el animal excreta”.
Argentina necesita bajar costos a la hora de producir, pero también mejorar el impacto ambiental para quitarse de encima muchos de los mitos que se intentan instalar en la producción agropecuaria, por lo tanto considerar este tipo de productos a la hora de armar la dieta en el tambo se transforman en fundamentales para poder avanzar en una producción más sostenible en el tiempo y en múltiples sentidos.
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