A través de un comunicado difundido por el gremio se intenta revertir el trascendido del Banco Nación sobre la negativa de entregar 60 millones de dólares de forma directa para la inciativa.
Por Elida Thiery - Esta semana empezó con noticias poco alentadoras para el grupo de empresarios cercanos al Gobierno Nacional que pretenden desembarcar SanCor Cooperativas Unidas Limitada. Una versión publicada por el periodista Juan Chiummiento indica que el Banco Nación está rechazando la alternativa de entregarles 60 millones de dólares para que inicien esta andanza.
El malestar de las últimas horas fue creciendo y así se conoció este miércoles un comunicado al respecto impulsado por Fidulac SA y Atilra.
La primera sigla mencionada es la forma legal que toma la confluencia de intereses de José Urtubey, de Celulosa Argentina; Marcelo Figueiras, de Laboratorio Richmond; Gustavo Scaglione, del Grupo Televisión Litoral y Vila-Manzano; Jorge Estévez, como asesor lechero; y Leonardo Salvatierra, abogado. La otra sigla, claramente es de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, que en definitiva es el espacio que empuja esta mnifestación.
Lo que comienzan explicando es que “SanCor viene atravesando una crisis económico-financiera y productiva, cuya gravedad se profundizó a inicios de 2017. A partir de allí, comenzó un proceso de reestructuración en el cual participaron todos los integrantes de la cadena, con fuerte involucramiento de ATILRA, de diversos modos para apoyar en el rescate. Desde que el actual Gobierno asumió, se vienen realizando gestiones para lograr una ayuda que constituya una solución sustentable y definitiva.A propuesta del Gobierno Nacional se abrió una posible solución mediante la intervención de un grupo inversor de empresarios nacionales”.
Es así que “luego de casi un año de intensas negociaciones, donde participaron los profesionales y empresarios que integran Fidulac SA, el sindicato, los funcionarios y los productores por unanimidad, a través de las autoridades de SanCor CUL y de los representantes del Gobierno Nacional, se acordó la constitución del fideicomiso “SanCor Capital”, con el objetivo primordial de volver a construir una SanCor líder en el mercado lácteo nacional e internacional, atendiendo -a su vez- a los derechos e intereses de los trabajadores que la componen”.
“SanCor Capital es producto de un gran esfuerzo realizado por los participantes, donde todos pudieron realizar sus aportes, para la construcción de una solución que atendiera en la medida de lo posible y en forma justa y equitativa, los requerimientos de todas las partes interesadas”.
Aunque existan dudas internas sobre todo el movimiento, el corazón de la comunicación planteada es el siguiente. “Ante versiones contradictorias y frente a la situación que está atravesando la cooperativa, queremos despejar cualquier especulación y afirmar de manera conjunta e inequívoca, que entendemos a la solución propuesta, como la única alternativa posible para un futuro promisorio de la empresa”.
“En dicho entendimiento todas las partes involucradas, con el apoyo del Gobierno Nacional, nos disponemos a poner nuestros mejores esfuerzos conjuntos en lograr una salida sustentable y definitiva para Sancor, sus trabajadores y trabajadoras, con el firme propósito de superar todas las dificultades que el camino ya establecido pueda presentarnos”.
El temor del gremio de no poder concretar esta intención de desembarcar en la Cooperativa, a pesar de toda la tarea que impidió los avances de otras propuestas queda de manifiesto en este texto. Sin embargo, no se aclara si elaborarán otra estrategia para conseguir el financiamiento pretendido de 60 millones de dólares, tal como lo dejó trascender el Banco Nación.
El hecho de no tener riesgo alguno para los empresarios involucrados es uno de los detalles no menores que generan la principal desconfianza con las intenciones, no sólo en la banca oficial que dispone del uso de los dineros públicos, sino dentro del sector lechero en general y de muchos de los productores que son socios de SanCor, particularmente.
Existe un apuro por resolver el tema, que supera cualquier demora de gestión bancaria, traccionado por el malestar político del propio Gobierno y también por las internas sindicales y todas las promesas que se hicieron en estos meses a la fuerza laboral, que quizá no fue anoticiada sobre los recortes que se harían dentro de SanCor para sanearla y funcionar como se pretende.
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