Argelia atraviesa el desabastecimiento de leche fluida, en medio de restricciones de compras en el exterior. La cuarta economía africana, es la principal demandante de leche entera en polvo de nuestro país y aún no encuentra la estrategia para normalizar el comercio y el suministro en su creciente población.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - Argentina es uno de los productores mundiales de leche que pueden modificar con un buen o mal año algo de lo que es el mercado internacional. Podría lograr mucho más si realmente creciera en producción, tanto para el mercado interno, como para el externo, sin embargo la inflación la ata dentro de las fronteras y sus clientes internacionales siguen siendo los mismos año tras año, e incluso presentan economías tan débiles como la nuestra, con lo cual no es fácil proyectar más en concreto.
De manera absoluta la falta de políticas que tiendan a mejorar las condiciones del sector restringen estas proyecciones y posibilidades.
La consultora Economía Láctea aporta interesantes datos sobre los comportamientos exportadores de la lechería nacional, ya que además de representar la leche entera en polvo el 37,9 por ciento de las ventas externas, seguidas por el suero en polvo casi con el 14 por ciento de los negocios, son Mastellone Hnos., Saputo y Nestlé los que ocupan el podio en las ventas.
Sin embargo, es Argelia la que se lleva el 60,5 por ciento de las exportaciones, dejando muy por detrás a China con el 7,8%, a Rusia 6,4% y a Brasil con 6,1%, entre otros.
Los africanos se llevan más de 8.555 toneladas de leche entera en polvo, a mucha distancia de los más de 1.100 toneladas rusas, pero con un valor muy bajo respecto a Venezuela (4.000 dólares por tonelada), Colombia (3.990) o Camerún (3.940), llegando a un promedio de 3.678 dólares.
Entendiendo la importancia de Argelia para la lechería argentina es necesario entender cómo está todo del otro lado del Atlántico.
Cuarta economía africana
Según
el Fondo Monetario Internacional Argelia está clasificada como una
potencia económica en África, ubicándose cuarta en este ránking
en el inicio de 2022, con una economía que moverá este año unos
168 mil millones de dólares, con un impacto mayor que en el año
anterior.
Desde 2020 las variables negativas que afectan a ese
país son la crisis del petróleo, además de la pandemia por
Covid-19, con lo cual se incrementaron las diferencias
socio-económicas.
Para
2022, el Ministerio de Comercio y Promoción de Exportaciones ordenó
la prohibición de importación de 2.608 productos, aplicando
impuestos directos y elevados para todas las compras. Esta medida se
implementa en el marco de la protección de los productos nacionales,
afectando principalmente a 17 tipos de carne de diferentes animales,
la carne congelada de 21 tipos de ganado, así como 22 categorías de
descarte de animales comestibles, frescos o congelados.
Del
mismo modo se afecta al sector lechero, ya que hay 25 tipos de leche
y crema de leche, tanto no concentrada como sin azúcar en la lista,
al igual que ocho variedades de manteca, crema, yogur endulzado con
cacao y con frutas, detallándose cualquier tipo de producto extraído
de la leche, así como miel natural.
Lo
que hace el Gobierno argelino es fijar una suerte de impuesto a
quienes importen, ya que los países con convenio representarán un
recargo del 30 por ciento en los productos y del 70 por ciento entre
los que no tengan acuerdos comerciales.
Esto
también rige para verduras y verduras frescas o congeladas, cortadas
en trozos, enlatadas, además de chocolate, dulces, productos de
cereales, sopas y mermeladas, aguas minerales, bebidas carbonatadas y
azucaradas. En cuanto a bebidas alcohólicas y los diferentes tipos
de cigarrillos, los costos adicionales equivalen al cien por ciento
del valor.
Con
una restricción en los negocios no se tendrán buenas consecuencias
internas, ya que también están contemplados impuestos del 30 al 60
por ciento en utensilios domésticos, materiales de construcción,
plásticos, restos de cartón, papel cartón, hilos de algodón,
prendas de vestir, fundas, embalajes eléctricos, carteras y zapatos,
cerámica, partes de muebles, accesorios de automóviles, yates y
barcos.
Teniendo
en cuenta estas estrategias erradas, vale mirar lo que pasó el año
anterior con un cierre complejo de las fronteras.
En
Argelia, tanto la leche como el aceite son productos con subvenciones
y distribución a cargo del Estado, lo cual conlleva a problemas
logísticos, de especulación en los comercios y de desesperación
entre los consumidores.
Particularmente
en la leche UHT envasada en tetra pak el inconveniente se genera en
la restricción de importaciones que se había dispuesto en el inicio
de 2021. Esto es lo que disparó la producción de la leche enlatada,
por parte de empresas argelinas de bajo volumen y con líneas
discontinuadas ante la falta de materia prima, pero con ello también
se dio un aumento de hasta el 30 por ciento en los valores durante
los últimos meses del año pasado.
Apurar la estrategia
La
escasez de lácteos es una constante, tanto de los productos
envasados en origen, como la leche en polvo que se compra en el
exterior, se diluye, se envasa en sachet y se distribuye en comercios
de todo el país con un subsidio estatal.
Las malas decisiones en
el comercio internacional, que incluso han involucrado a una empresa
argentina en un boicot, impactan en los movimientos internos. Con la
suspensión de las licencias sanitarias para importar la leche en
polvo, productores y fábricas suspendieron la producción de leche
fluida y sus derivados como quesos y yogures, generando desde
noviembre una continuidad de escasez que se sostiene, a pesar de un
replanteo en el otorgamiento de licencias de exportación que se
extendieron en las últimas semanas.
Por
su parte, desde la Asociación Nacional de Comerciantes y Artesanos
(ANCA) explicaron que la reactivación del segmento lechero debería
comenzar a tener en estas semanas un inicio.
Entendiendo que por
no tener rodeos lecheros se presentan estas complicaciones, se inició
una gestión comercial de vacas y vaquillonas en Francia, para poder
trabajar de otra manera para la provisión de materia prima. Es una
tarea que demandará años, pero que podría comenzar a dar respuesta
a una de las principales necesidades básicas de ese país.
En
este contexto, algunos entienden que este proceso debería incorporar
bebidas vegetales y productos derivados para poder sostener el
abastecimiento de productos, hasta que se normalicen las
importaciones y la producción propia.
En
este sentido, el gobierno de la ciudad de Argel, capital del país
que cuenta con tambos que producen 850 mil litros diarios, ordenó
que se inicie el proyecto de construcción de una planta de secado de
leche que tenga una capacidad no menor a un millón de litros por
día, para acompañar la estrategia productiva.
Mientras
que en las últimas semanas llegaron envíos de Bélgica y de Polonia
con leche en polvo, siendo 160 los contenedores desembarcados en los
puestos de Argel, Orán y Annaba, destacándose el movimiento de
recursos de manera excepcional para poder suplir las faltantes de
producto, que antes de fin de mes tendrán un complemento de otros 20
contenedores que lleguen al país.
En
el complejo lácteo de Argel (COLAITAL) se procesará esta leche en
polvo, para transformarla en fluida que se reparte en sachet con
subvención del Estado, a un ritmo de 550 mil litros por día. Sin
embargo, el desafío de la Oficina Nacional Interprofesional de Leche
y Productos Lácteos (ONIL) es generar un cambio en los esquemas de
distribución de los productos, que se adapte al cambio de densidad
de población en la capital del país y sus principales ciudades como
Tipasa y Blida, agregando a los criterios a las poblaciones de Sidi,
Abdallah y Bouinane. La tarea actualmente se cumple sólo con 150
camiones.
Los
sachets se compran a 25 dinares cada uno (18 centavos de dólar) y se
recomienda la provisión de pocas unidades por persona, para no
incrementar el desabastecimiento.
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