Aún sin conciliación, siguen paralizadas tres plantas lácteas

Son unos 550 empleados en Suipacha, Arenaza y Córdoba que mantinen una medida de fuerza por el deterioro de derechos laborales para quienes elaboran productos de La Suipachense y ARSA.

Por Elida Thiery (Agrofy News) - Mientras se espera la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación con una conciliación obligatoria, continúa en marcha una medida de fuerza que abarca a tres plantas de la industria láctea vinculadas la empresa La Suipachense.
Con el inicio de este martes se activó un reclamo en la sede de la industria en la localidad de Suipacha, también en la bonerense Arenaza y en las cercanías de la ciudad de Córdoba, por una serie de reclamos que se desencadenó con la discontinuidad de dos contratos a trabajadores temporarios, que se añadieron al hostigamiento padecido por operarios con limitaciones físicas que deben cumplir tareas diferenciadas, pero los instan a realizar actividades generales afectando la salud de estas personas.
Existe entre los trabajadores una sensación de pérdida de derechos laborales, frente a la voluntad de reducir la estructura en las empresas, lo cual fue escuchado por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, que a través de su Consejo Directivo Nacional activó el reclamo que se orienta a Claudio Rafaniello, el titular de La Suipachense, que además de su planta, está a cargo de los dos establecimientos de Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima.
Esto sucede desde hace casi un año cuando Ricardo Ciani, el gerente de la firma que fabrica los productos frescos con la marca SanCor, diera un paso al costado luego de fallidos intentos por desarrollar este complejo negocio, fue allí que se inició el nuevo gerenciamiento, mientras la intención de compra de la firma quedó en una nebulosa.
Cabe destacar que ARSA tiene aún directa relación con Vicentín, a través del fondo de inversión BAF Capital, que también pasara dejando una situación crítica similar en SanCor Cooperativas Unidas Limitada. Los yogures, postres y flanes vienen con declive en su producción y números, que antes de cambiar de gerenciamiento, el año pasado, se le habrían ofrecido a la cooperativa para la recuperación del negocio, sin embargo, fue La Suipachense la alternativa temporaria para seguir adelante con la producción.
El reclamo no tiene un límite de tiempo establecido y se mantiene la espera por una conciliación obligatoria nacional, o la comunicación con el propio Rafaniello, para que los trabajadores retomen sus puestos, ya que fue con completa convicción que los más de 550 empleados definieron avalar esta medida que fuera debatida hace más de una semana en diferentes asambleas en las plantas donde incluso se mencionó el temor por la “disminución de estructura que intenta llevar adelante la empresa”, e incluso existe un temor con cada vez más fundamentos ligados a tender hacia una mayor inestabilidad en la continuidad laboral general.
La situación de reclamo agrega también la aplicación de vacaciones “defectuosas”, según los propios trabajadores, e incluso la disolución de las vacaciones de unos 20 empleados que tenían licencias por integrar grupos de riesgo frente al covid, puntualmente en la planta de Arenaza.
Lo que sucede en Suipacha es que hace años padecen un trato cercano al “desprecio por el trabajador”, según comentaron a Agrofy News, donde se añaden puntualmente problemas con el pago de salarios fuera de los plazos establecidos e incluso atrasos en los aguinaldos.
Si bien desde la empresa advirtieron a diferentes medios sobre el riesgo en el suministro de productos lácteos, reconocieron que la medida de fuerza se intensifica por la deuda que sostiene el Grupo Lácteos Cono Sur SA con el gremio, en cuanto a los aportes que le corresponden al Sindicato.

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