Productores de Países Bajos refuerzan reclamos contra políticas ambientales

Este lunes volverán los reclamos nacionales ante la intención de recortar rodeos para reducir emisiones de nitrógeno.

Por Elida Thiery - No sólo en nuestro país las cosas están difíciles, aunque claro, nada se asemeja a lo que pasa en Argentina, en los Países Bajos la cuestión se pone espesa con el campo.
Hace una semana un extraño tornado azotó Zierikzee, una localidad de diez mil habitantes que está a unos 140 kilómetros al suroeste de Amsterdam. El fenómeno sólo es comparable a una situación similar de 1992 y dejó un muerto y decenas de heridos. Sin embargo, eso no es lo más complejo.
En una acción similar a algo que debate Nueva Zelandia, el 28 de junio pasado los agricultores de lo que conocemos como Holanda se reunieron en La Haya cuando la Cámara de Representantes de la nación votó propuestas para reducir las emisiones de contaminantes nocivos. En ese momento, las vacas fueron las principales víctimas.
La reducción de las emisiones de nitrógeno se impone en la política europea y es por eso que en Países Bajos quieren reducir 30 por ciento las cabezas de ganado para la próxima década a través de la compra, la reubicación y la sostenibilidad de las unidades productivas.
Esta idea surge de la coalición de gobierno que se constituyó en enero pasado, que considera que comprando cerdos y vacas para reducir el tamaño del sector productivo se podrá “recuperar la naturaleza y buscar un ganadería extensiva”, afectando al tipo de producción que caracteriza a ese país, donde el confinamiento y la concentración son opciones ante la escasez, el valor de la tierra y también el clima.
El discurso es el mismo de los que intentan algo contra los fitosanitarios, “restaurar la naturaleza, hacer una transición hacia la agricultura sostenible, cambiar la economía para que los granjeros puedan tener una oportunidad de obtener ingresos y poner fin a la ganadería intensiva en estos tiempos. Es un paquete muy amplio”, contaba en su momento un diputado de izquierda. Lo cierto es que nadie sabe explicar quién producirá alimentos y cómo se sostendrá economicamente no sólo quién está en el campo, sino todas las cadenas, hasta el comercio y el consumo.
La idea es que los productores conserven sus campos, pero con la mitad del ganado teniendo el gobierno de ese país que poner en esta iniciativa unos 17 mil millones de euros para lograr las compras que proponen.
Para el partido D66 la mitad de las emisiones de nitrógeno “provienen de la agricultura, una gran parte de las cuales las causa la ganadería intensiva y eso es muchísimo, cuando solo aporta menos del uno por ciento a la economía”. Esta gente cree que la reutilización de estiercol no sólo tiene efecto fertilizante, sino que se evapora como amoníaco y en definitiva contamina los suelos.
El ministro de Agricultura y Calidad Alimenticia, Henk Staghouwer, es quien debe enfrentar la negociación con los productores que vienen creciendo en el rechazo a las decisiones inconsultas de un Gobierno que hasta creó el Ministerio de Naturaleza y Nitrógeno, tan irracional como la inacción frente a otras variables contaminantes de mayor impacto en la vida cotidiana.
En las últimas horas hubo encuentros multitudinarios, e incluso la semana terminó con una manifestación frente a la casa de Staghouwer donde le dejaron como presente unos rollos repartidos con maquinaria y algo de estiercol bien esparcido, tal como se hace en las granjas, de cualquier tamaño. Ver video
Es así que mañana lunes, los productores vuelven a la carga con otra protesta nacional, para denunciar las políticas de reducción de nitrógeno propuestas por el gobierno que afectan negativamente a su sector y sobre todo al a producción de alimentos.
Con advertencias a la circulación general, la intención es marchar por diversas rutas del país que no se anticiparon y sólo se permitirá el paso de vehículos que colaboren en emergencias. Se cubrirán rutas que ingresan a las principales ciudades, a los centros de distribución de los supermercados, los aeropuertos y el puerto de Rotterdam, sin descartar bloqueos en los edificios donde funcionan oficinas oficiales en La Haya, donde los tractores serán protagonistas.
Si bien no se descartan enfrentamientos con fuerzas de seguridad la situación de reclamo se sostiene y se espera un diálogo concreto con quienes deberían haber consultado antes de definir el futuro de un sector.
Al momento, el Ministro de Agricultura no logró ni concertar un encuentro con jóvenes agricultores, por lo tanto la situación no presenta un futuro de pronta resolución.

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