Contar historias desde la ganadería, una manera de promover la producción

En tiempos de redes sociales e influencers la cadena de ganados y carnes busca fortalecer a sus protagonistas productivos, pero también el vínculo con los consumidores, en tiempos de condiciones difíciles entre márketing negativo y condiciones económicas adversas.

Por Elida Thiery (Agrofy News) - Sin dudas la carne vacuna está estrechamente ligada a nuestras costumbres, al ser nacional, a lo más tradicional de nuestros encuentros y gustos, sin embargo, en la última década el sector viene enfrentando a nivel global el avance de otros alimentos que se intentan presentar como sustitutos, por el cambio de selección nutricional que hacen los consumidores, mientras que en nuestro país la situación económica hace su juego y suma desafíos.
El último jueves, en las instalaciones ferias de la Cooperativa Guillermo Lehmann en su localidad de origen, en Pilar provincia de Santa Fe, se llevó a cabo una cita interesante orientada a jóvenes, a los futuros productores y profesionales que el sector ganadero espera para construir su futuro.
Con unos 500 estudiantes de escuelas agrotécnicas, pero también estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral, en el centro de la provincia tuvo un espacio especial el el tercer "Punto de Encuentro" del año, que el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina desarrolla para jóvenes de la cadena de ganados y carnes.
Además de poder conocer todo el esquema de acopio que hay en el lugar, de ver de cerca las dinámicas de los remates de animales en pie, la consignación, la venta online de ganado, la elaboración de alimento balanceado, pero también una extensa variedad de charlas que se orientaron a motivarlos en pensar en la actividad hacia adelante, con herramientas de la ganadería regenerativa, el manejo holístico, e incluso el impacto en el ambiente.
Con un fuerte mensaje sobre la importancia del asociativismo y la integración productiva el evento estuvo fundamentado en lo que propone el mercado, en los desafíos para la producción y el consumo de carne bovina, pero también en la interacción de las tecnologías para el futuro del sector, afrontando con mensajes positivos todo el embate del márketing negativo que recae sobre el sector.
La Lic. Eugenia Brusca, del Departamento de Promoción Interna del IPCVA fue la encargada de hablarle a esa particular audiencia sobre el rol que cumplen dentro de la cadena de ganados y carnes en nuestro país.
Nuestra idea es atraer a los jóvenes que forman parte de la cadena, quizá no tan directamente, pero apuntando a estudiantes de escuelas primarias, secundarias, agrotécnicas, a estudiantes de carreras universitarias afines, pero también a chicos a los que simplemente les interesa saber cómo se produce carne vacuna, queremos mostrarles, que conozcan todo, que sean partícipes”, agregando que lejos de cuestiones políticas “me gusta llamarlos militantes de la cadena de ganados y carnes, porque a través de sus experiencias y tan sólo con sus celulares podemos mostrarle no sólo a Argentina, sino también al mundo cómo producimos carne”.
Este tipo de encuentros permiten tener una experiencia “vivencial que se puedan percibir con los cinco sentidos, para sentir al campo de una manera diferente, de forma presencial y ya no desde las redes sociales que quizá es a lo que más habituados”.
La cantidad de mensajes negativos que rodean a la carne en los últimos años, hace que el desafío en este tipo de citas sea más grande.
El mercado es diferente a lo que era cuando mis papás eran jóvenes. Nosotros somos consumidores diferentes ahora, eso describe una forma distinta de consumir carne, entonces eso ha permitido que ingrese en nuestro plato otro tipo de proteína, porque hay que tener en cuenta que compartimos con otros sectores el consumo de más de 120 kilos de proteina animal al año, por cada habitante, entonces e transforma en un número más que interesante y que muestra el cambio en el paladar del argentino”.
El pollo y el cerdo se proponen como una opción concreta, por precio, por sabor, aunque muy por detrás quede el pescado, la carne ovina y la caprina. “De alguna manera este cambio nos permite no repetir los menúes, tener mayor rapidez en la cocción, disponer de más productos congelados que forman parte hoy de la mente del consumir, además de permitir el surgimiento de nuevas tendencias alimentarias y las nuevas épocas”.
Según los datos estimados el 63 por ciento de los argentinos pueden considerarse omnívoros tradicionales, porque comen proteínas cárnicas sin poner en tela de juicio ningún tipo de producto, alrededor de un 35 por ciento empieza a preguntarse la razón de la ingesta de deteriminada cantidad de carne, de los cuales el 25 por ciento son flexitarianos, que son aquellos que deciden consumir menos carne. En tanto, el resto son vegetarianos, e incluso veganos “que ni siquiera utilizan productos de belleza o alguna indumentaria que pueda tener relación con animales”, completa Brusca.
Todo este marco genera una situación particular hacia adelante. “Tenemos una oportunidad única. Hoy los milennials y los centennials, las nuevas generaciones, contamos con un know-how que las generaciones anteriores no tenían, que es la tecnología, por lo cual somos nativos digitalesy eso nos permite brindar diferentes ideas hacia los productores o a las generaciones anteriores para ser incorporadas. Tenemos que ser partícipes de la cadena, tenemos que mostrar todos los aspectos de la producción ganadera”.
Para Brusca es clave “mostrar quiénes somos, qué producimos, cómo lo hacemos, a través de generar historias, mostrar experiencias, mostrar al campo desde la cría hasta la venta final y esa es una oportunidad clara, desafiante, que tenemos que ponernos al hombro”.
Lentamente en las redes sociales se abre esa tranquera imaginaria y podemos empezar a ver la trastienda del campo. Entre influencers y personas comunes nos muestran en redes cómo son las diferentes condiciones de los paisajes, los climas, las razas, las economías, lo bueno y lo malo de ser productor en nuestro país y eso permite entender la vida cotidiana, en este caso, de la ganadería nacional, tan valorada fronteras afuera y bastante combatida internamente por algunos sectores.
La ganadería en estos últimos años ha tenido un despertar y un interés muy importante por las generaciones más jóvenes, por esto que es a largo plazo, generando una diferencia grande con la agricultura, aunque tiene también parte de ese orgullo de producir, pero con el agregado de tener a cargo un animal de producción, que demanda muchos años hasta terminarlo”.
Está claro que “hay grandes diferencias entre mascotas y animales de producción, que están para sustentarnos porque hemos sido creados para consumir carnes, proteínas cárnicas y debemos producirlos para poder tener nosotros nuestro sustento. Este es el desafío para los jóvenes, para los futuros productores y consumidores, que tienen por delante el objetivo de crecer, trabajar y mostrar interés por esta actividad de largo plazo, que en el momento que se logre en un marco de cierta estabilidad nos va a generar un gran crecimiento”, concluyó la especialista.

La actualidad


Pero antes de mirar un poco más adelante, analizando la realidad, la vida cotidiana, según Ulises Forte, como cadena “estamos complicados, porque nuestro principal cliente no tiene plata. El 70 por ciento de lo que se produce se destina al mercado interno y de eso, la mitad de los consumidores no tiene dinero para comer, no les alcanza. Seguimos mal con el cierre de mercados y entre tantas cosas me permito ser escéptico”.
El ex presidente del IPCVA es muy crítico de la falta de agenda para el sector, para resolver problemas pendientes y para poder aportar previsibilidad en un negocio que demanda años.
Desde casi un año rige un cepo exportador que tuvo que ir reduciéndose a medida que se precisaba, sobre todo en cuanto a ingreso de dólares y a pesar de seguir vigentes los siete cortes prohibidos para vender al mundo, este lunes trascendió que el Gobierno permitirá aumentar en 15 por ciento el volumen despachado por mes, lo cual se entiende como agregar a las 30 mil toneladas del comercio exterior mensuales, otras 4.500 toneladas, siempre por fuera de las cuotas para diversos destinos que ya estaban establecidas.
Esta es una medida apurada, que podría haber evitado consecuencias negativas hace meses, pero que se hace ahora en la búsqueda desesperada por el ingreso más ágil de moneda extranjera al Banco Central.
Quedó demostrado que todo el cepo no sirvió. Cuando pusieron el cepo a los siete cortes, que no son los que el mundo demanda, teníamos el dos por ciento de inflación mensual y ahora tenemos el siete, con lo cual queda en claro que el problema no era la carne, el problema es otro y así se desalienta a la producción, el que se va de la ganadería no vuelve más y así vamos a terminar en un cuello de botella donde la carne va a valer una fortuna, a mediano plazo, porque va a haber cada vez menos”.
Tomando un tema de la última semana, cuando las industrias frigoríficas piden que se postergue la obligatoriedad del troceo en los próximos meses, Forte entiende que es correcto el pedido.
Hay que llegar al troceo, pero tenemos que hacerlo con tiempo, porque ya parte del mercado lo está haciendo, pero tendríamos que tener una fuerte política del estado para financiar a las pymes, si no automáticamente liquidás a todos los matarifes, a todas las pymes y te quedás con cuatro o cinco frigoríficos”.
Lo que “Chito” planteó a Agrofy News es que esa proyección es “necesaria para garantizar la cadena de frío, financiar la promoción industrial a largo plazo, para que todos sigan en carrera, si se prohibe no trabajar así dejás a mucha gente afuera y concentrás mucho más, se sabe que la concentración es mala consejera”.

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