Atilra parará 72 horas en SanCor y 48 en el resto de las industrias

Es porque el gremio no se resigna al hecho de haber perdido participación en un fideicomiso que se había ideado con dinero del Estado. A pesar de estar en marcha negociaciones para mejorar las condiciones de la Cooperativa, en las que participan, la intención es complicar el avance de una salida ordenada.

Por Elida Thiery – En el inicio de este lunes, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina anunció la medida de fuerza que había definido hace casi dos semanas, para seguir acrecentando la crisis respecto a SanCor Cooperativas Unidas Limitada.
Desde que se diera a conocer la caída del “fideicomiso de amigos”, que estaba liderado por funcionarios nacionales que ya no forman parte del Gobierno, el gremio comenzó a incomodarse por quedar afuera de un negocio que pretendía meter en la lechería a empresarios que no son del sector, con fondos completamente originados en el Banco Nación.
Cuando esa alternativa se fue con apellidos como Kulfas, Domínguez o Moroni, el gremio lechero inició reclamos y medidas de fuerza que ya tuvieron una paralización en SanCor, pero ahora pretenden impactar en la Cooperativa, pero también en el resto de la industria láctea nacional, que nada tiene que ver en el tema.
El Gobierno mientras demora definiciones sobre las charlas que ya se vienen cursando y que incluyen al propio gremio, dejando una libertad de acción en un reclamo que ya no tiene sentido, sigue alimentando una situación que ahora no sólo afectará a la propia SanCor, sino que abarcará a toda la industria láctea, sin ningún nivel de criterio lógico.
Según declaraciones de Fernando “el Chino” Navarro, desde la Jefatura de Gabinete de Ministros, iba a estar en Sunchales la semana anterior para seguir acercando las consideraciones. Puede que los viajes internacionales de Sergio Massa, o la salida intempestuosa del dólar soja haya demorado la gestión, pero lo cierto es que ahora se deberá recurrir a una conciliación obligatoria para frenar una medida que atenta sobre la producción nacional de alimentos. Hoy habrá en el Gobierno una reunión para tratar este tema.
No se llegará al punto de debilitar la provisión de lácteos en las heladeras y góndolas, pero una vez más este gremio tendrá la chance de hacer más sólida su postura, en una situación inentendible para la mayoría de los que están en el tema, porque es Atilra misma la que fue acordando con SanCor cada instancia en medio de la crisis, con la Cooperativa, e incluso con la propia Nación.
Lo que dice el sindicato en un comunicado es “la realización de un paro total de 72 horas en la empresa SanCor CUL, extendiéndose la medida desde las 0 horas del día martes 29 de noviembre de corriente año, hasta las 24 horas del día jueves 1° de diciembre”.
Además “la realización de un paro total de 48 horas en el resto de las empresas lácteas del país, extendiéndose dicha medida de fuerza desde las 0 horas del día miércoles 30 de noviembre, hasta las 24 horas del día jueves 1° de diciembre”.
Es muy extraño que los canales de comunicación del gremio no tienen actualizada esta información, por más que en el texto se advierta que serán los medios formales los que emitirán novedades al respecto.
Un país en una crisis económica histórica, con inflación que se estima superando el cien por ciento anual, un consumo deprimido y cada vez más económico, no parece ser el contexto para esta medida.
Más extraño aún es que se plantee un contexto de conflicto terminal, de gravedad absoluta de SanCor, cuando la cooperativa viene recuperando litros, mejorando plazos de pago de salarios, pero sobre todo, cuando el mismo gremio en la propia ciudad de Sunchales inauguró hace dos semanas la ampliación de su complejo hotelero, que se convierte así en el más importante de la región entre la oferta que tiene Rosario, Santa Fe, Córdoba o la propia Termas de Río Hondo, como las ciudades con esas condiciones más cercanas.
La obra que se ubica en el Centro Educativo Tecnológico sobre la Ruta Nacional 34 y la provincial 280-S pasó de 14 a 62 habitaciones dobles y triples, en 2.300 metros cuadrados de superficie cubierta y 530 m2 de superficie semicubierta.
Cuando se presentó el proyecto se hablaba de una “típica impronta caribeña” en medio de la pampa húmeda, con una piscina con desborde finlandés de 11 x 25 metros de largo, logrando un espejo de agua de 335 metros cuadrados de superficie, anexado a la pileta, como solarium, además de vestuarios, sectores de esparcimiento y un bar de 200 metros cuadrados de superficie cubierta. También tres canchas de fútbol 5 con césped sintético e iluminación led y dos canchas de pádel con césped artificial y perímetro de cristal.

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