El Gobierno sigue queriendo intervenir en SanCor

Cambian los funcionarios pero no las prácticas y nuevamente se reflota la idea del “fideicomiso de amigos”. Este jueves sin presencia de la Cooperativa repasarían una reformulación del uso de fondos públicos para tomar el control de la láctea.

Por Elida Thiery – Como suele suceder en Argentina, con su historia circular, pareciera que en SanCor las cosas son similares, pero incluso en plazos más cortos.
Durante un año se dio el tironeo de intereses para que el Gobierno, a través de funcionarios como Matías Kulfas, Claudio Moroni y Julián Domínguez, intercedan para conseguir que el Banco Nación disponga de 60 millones de dólares, en su conversión de entonces a 6.500 millones de pesos, para que un grupo de empresarios amigos del poder desembarquen en la Cooperativa láctea.
En esta trama la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina tenía ilusiones iniciales de tomar intervención en el manejo de los fondos, luego los corrieron de eso, pero dejándolos a los sindicalistas en la mesa de decisiones de un fideicomiso que había sido aprobado en asamblea, pero que jamás consiguió el fonde del BNA. Tampoco tuvo ingreso de fondos de los empresarios que incluían apellidos como Urtubey, Figueiras, Salvatierra, Scaglione y Estévez, mucho menos del mercado cuando salieron a buscarlos.
En este espacio contábamos en septiembre que esta alternativa no iba más, días después salía desde la Jefatura de Gabinete, Fernando “el Chino” Navarro a confirmar en el sitio Bichos de Campo que  "Los empresarios se fueron, no están".
Atilra se desesperaba, se caía un armado de poder interno en el gremio que se centraba en Sunchales y a partir de ese momento se lanzó un paro, luego dieron indicios de una protesta más grande. Hace dos semanas en Rafaela se reunió parte del sindicato y definió una paralización de carácter nacional.
Iban a ser desde hoy martes 72 horas de paro en SanCor y desde mañana miércoles 48 horas en todas las empresas lácteas del país.
El lunes se inició con el anuncio de estas fechas, pero pocas horas después pasó lo que nunca había antes había sucedido. El gremio dejaba correr una comunicación interna en la que se le advertía a empleados y a referentes sindicales que la medida de fuerza quedaba en pausa, porque se habían iniciado negociaciones con el compañero Sergio Massa.
Esto nunca se había planteado de esta manera, una vez determinado un paro en este gremio se cumple sin importar las consecuencias.
También se interpuso un pedido de conciliación obligatoria por parte de las industrias, pero desde el Ministerio de Trabajo no se mostraba reacción.
Quien hoy ejerce el mayor poder decisorio en el país no mostraba intenciones de sentar a todas las partes y con el correr de las horas esta intención se confirmó. Desde sus oficinas en el Ministerio de Economía se lanzaba una versión de las posibilidades de desarrollar una reunión para el próximo jueves, a esto se acoplaban voces desde Agricultura.
Hasta acá se podría entender como una forma de calmar los ánimos del reclamo gremial, pero luego la intención comenzó a virar hacia donde las sospechas marcaban.
Lo que se está armando es un encuentro donde el gremio junto algunos empresarios de los mencionados, que parece resurgir de las cenizas de un fideicomiso fallido, podrían presentar una nueva propuesta para esta tristemente famosa manera de intervenir en la Cooperativa.
Luego de una demora que no es inocente para resolver el problema de base y con el avance que se estaba lograno, lo que se entiende con claridad es que esta conformación del Gobierno, a pesar de regodearse en haberse limpiado de nombres anteriores, puede repetir las malas prácticas de la anterior y reciente estructura.
Sin darle participación en el encuentro del jueves a la propia SanCor, el camino no es otro que volver a hacer el intento de intervenir en la Cooperativa láctea, bajo el formato de fideicomiso que erróneamente se aprobara hace casi un año, pero sin fecha de finalización. El Gobierno podría estar armando el formato de negocio que le dé beneficios a todos los que son partícipes de tal gestión.
¿Se utilizarán dineros públicos para este fin?. La anterior oportunidad había tenido la negativa del BNA de quedar involucrado en movimientos irregulares como los que se apuntan en Vicentín, por lo tanto, algunos deslizan que no se reclamarían todos juntos loes exagerados 60 millones de dólares.
Se plantearía una necesidad inicial de una parte de ese monto. Esto tendría un plazo temporal de algunos meses para lo cual luego se podrían seguir haciendo desembolsos.
Lo extraño de siempre es que si están los fondos, se los deberían entregar a la propia Cooperativa, que es algo que se estaba trabajando, con otras cifras en las últimas reuniones.
De avanzarse en este sentido, el propio Sergio Massa se comenzaría a contradecir de una forma por demás notoria, mucho más de lo que se podría suponer.
Con la herramienta del INAES del lado del Estado Nacional, puede ser dificil frenar un embate de este estilo, sin embargo, el sector lechero y los propios socios productores ya están advertidos.
El método se repite de una manera tan clara que en la versión anterior, e incluso en el formato que se reflotó del año 2006 que ni siquiera hay pruritos en cuanto a la transparentación de todo esto en una operación mediática que se retomó este lunes, que cambia de firma, pero con la intención intacta de hacer brillar un movimiento oscuro.
Además del Gabinete y sus involucrados, de los empresarios amigos y del referente lechero que es el que más fuerza hace para que esto avance, es el propio secretario general de Atilra quien empuja para poder acallar una interna creciente en el gremio que es cada vez más visible y pública.
Una vez una vez más Sancor es la moneda de cambio del poder, involucrando a la Nación, pero también a la provincia de Santa Fe.
La Cooperativa da pelea, subió desde el piso de los 300 mil litros diarios, hasta los actuales 700 mil y que pretende seguir hacia adelante como hasta ahora, mejorando las condiciones de pago en los salarios de los trabajadores, cumpliendo con las deudas, cómo se está haciendo y accediendo a más capital de trabajo, para generar negocios óptimos dentro de un sector lechero que en crisis, con sequía, sin políticas adecuadas, tratar de salir a flote mientras navega las aguas turbulentas de la Argentina.

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