Por Joám Rodríguez (Alltech) - La pregunta que muchos productores de ganado lechero se hacen actualmente es cómo promover la sostenibilidad en sus explotaciones abordando de manera simultánea tres áreas claves: la comercial (rentabilidad del negocio), la ambiental (declaración de su impacto) y la social (alimentar al planeta).
Estos tres aspectos para una sostenibilidad viable vienen impulsados por las mayores exigencias de los consumidores: quienes esperan alimentos más asequibles económicamente, se manifiestan contra la huella ambiental del sector ganadero y demandan en lo social alimentos seguros y nutritivos; a la par que crece su preocupación por el bienestar animal. Por su parte, los productores deben hacer que sus explotaciones sean lo suficientemente rentables para invertir en ellas, cumplir con regulaciones ambientales y asegurar la continuidad de su ganadería.
El desafío es repensar y rediseñar los sistemas de producción; ya que estos son en parte responsables de emisiones de gases de efecto invernadero, consumen recursos naturales, generan pérdidas de biodiversidad y, en muchos casos, no aseguran beneficios económicos a los ganaderos. Afortunadamente, se ha demostrado que a través de las tecnologías se puede compatibilizar el respeto al medio ambiente con la viabilidad económica, ambiental y social.
La ganadería no es ajena a la tecnología, ya que es el sector que más la ha aplicado a lo largo de la historia del hombre. Por ello, cada desafío que se presenta para alcanzar la sostenibilidad en el negocio lácteo debe observarse como una oportunidad para hacer más eficiente la producción animal.
Medir y mitigar
A diferencia de los combustibles
fósiles, el ganado tiene un papel único en la fijación del
carbono: si bien las vacas emiten metano, luego del proceso de la
fotosíntesis (en el que el CO₂ es capturado por las plantas), este
metano regresa como carbohidratos a los animales al momento de
consumir los pastos. Con este ciclo natural del carbono obtenemos
leche, carne o lana; pero para optimizarlo es necesario medir,
predecir y reducir la huella ambiental.
No existen métodos
directos para medir la huella ambiental del ganado lechero, sin
embargo, esta puede obtenerse a través de la evaluación de las
diferentes variables del ciclo de vida: cultivos, animales, raciones,
deyecciones y producción; esto acompañado de índices técnicos de
la explotación, que nos permitan verificar la exactitud de las
medidas y establecer criterios a la hora de implementar estrategias
de mitigación.
Una vez que se mide correctamente la
huella ambiental de una ganadería se obtiene una distribución de
emisiones; donde dependiendo del sistema de producción van a
predominar unas más que otras. Teniendo en cuenta esta premisa,
Alltech propone un enfoque de la reducción de la huella de carbono
centrada en la nutrición; pero tomando en cuenta también todos los
demás factores que comprenden la crianza animal. Un esquema de
mitigación apoyado en programas de mejoras de la productividad; que
optimizan tanto la eficiencia económica como la ambiental de las
explotaciones ganaderas.
La clave es la nutrición
Alltech ha diseñado una estrategia
ambiental que se basa en optimizar la salud y el desempeño animal, y
la competitividad de la explotación a través de la eficiencia en la
nutrición. Por lo que se debe tener en cuenta, por ejemplo, que cada
décima de mejora de la tasa de conversión alimenticia en el ganado
lechero puede reducir las emisiones de metano entérico en un 5% por
litro de leche producida.
Bajo este enfoque, al momento de
formular un alimento balanceado, un concentrado o una ración
totalmente mezclada; se debe recordar que todos los ingredientes
traen consigo una determinada huella de carbono (así, aquellas
materias primas que se han obtenido desplazando áreas de bosques
tendrán una carga más elevada). Entonces, manejando la inclusión o
la sustitución de algunos insumos en las raciones se puede reducir
significativa la huella de carbono de la alimentación.
Por otro lado, esta alimentación tiene
que seguir tres ejes ambientales: la simplicidad de la formulación,
la inocuidad de la ración (que está relacionada con la seguridad
alimentaria) y la producción por día de vida.
Estos tres ejes deben adaptarse a las
diferentes etapas de la producción como vacas secas, en lactancia o
cría y recría. Para ello se diseñan tecnologías nutricionales
para diferentes programas –como función ruminal, salud intestinal
o manejo de minerales– que garantizan la eficiencia de la
conversión alimenticia.
Crianza y nutrición
Producción forrajera: Se debe
incrementar la digestibilidad de la materia orgánica de los forrajes
para mejorar su utilización. Con esto se disminuye tanto las
emisiones como los costos de producción.
Salud: Sin animales sanos no es posible
una producción eficiente; por lo que es clave establecer programas
de vacunación (síndrome respiratorio bovino), un control de
enfermedades (mastitis) y seguir un correcto programa de podología.
Bienestar animal: El cuidado de los
animales representa una demanda social cada vez más importante. Por
ello, se debe favorecer el comportamiento natural del rebaño, el
autocuidado y las interacciones entre las vacas.
Adaptación de la estrategia
reproductiva: Es un error manejar a todos los animales por igual; por
lo que se requiere un manejo individualizado siguiendo criterios como
número de lactación, productividad o persistencia de la lactancia.
Deyecciones: Es posible mitigarlas a
través de la formulación de las dietas y el balance de los
nutrientes; para incrementar la digestión de la fibra y mejorar, por
ejemplo, la eficiencia del nitrógeno consumido por las vacas.
Mitigar el estrés: Se puede reducir el
estrés –ya sea por calor u otra causa– mediante tecnologías
nutricionales. Lo importante es reforzar el sistema inmune a través
de una suplementación con minerales orgánicos de precisión.
En definitiva, para hacer factible la
sostenibilidad en la ganadería lechera es necesario viabilizar las
áreas comercial, ambiental y social.
Por lo que el objetivo de Alltech es
apoyar a los ganaderos –a lo largo del ciclo de vida del animal–
a alcanzar una producción más sostenible desde la nutrición; al
encontrarse esta en el centro de factores como la salud, la
reproducción, el estrés o el bienestar animal. Esto permite mejorar
tanto la eficiencia ambiental como la económica de las
explotaciones. Así, la única huella que se deja en nuestro planeta
es la de un futuro mejor para todos.
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