Las industrias lácteas preocupadas por el impacto del “dólar soja”

El CIL, Apymel y la JIPL advierte las consecuencias negativas de una reedición de esta medida recaudadora que afectará a tambos y empresas, en medio de una crisis económica que se combina con los límites a los precios de los productos, entre otras variables.

Por Elida Thiery (Agrofy News) - La lechería siempre recibe los látigazos, de la mala política, de la falta de decisión, pero también de los manotazos que pegan los que mandan para no hundirse ellos, pero si afectar a diferentes sectores.
Un Gobierno que no tomó una sola decisión sobre la lechería, que no pudo poner en marcha ni una medida de todas las que necesita y gestiona el sector hace décadas, ahora vuelve a poner en marcha el “dolar soja” que le pega de lleno a los costos en el tambo, a los alquileres, al valor del litro de leche, a las limitaciones en la facturación, que aprieta a las cuentas de las industrias para el pago de las altísimas cargas salariales y ajusta los valores de los productos en góndola, como parte de la contradicción constante.
La comunicación que se conoció este domingo se inicia indicando que “las cámaras que nucleamos a las industrias lácteas argentinas, el Centro de la Industria Lechera (CIL), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APyMEL) y la Junta Intercooperativa de Productores de Leche (JIPL), expresamos nuestra profunda preocupación por los efectos negativos que tendrá sobre toda la cadena el reciente restablecimiento del Programa de Incremento Exportador, más conocido como ´dólar soja´”.
“El antecedente de su versión I -vigente durante septiembre pasado- nos demostró que habrá un inevitable impacto alcista sobre las cotizaciones promedio principalmente de la soja, pero también del maíz y de la mayoría de sus subproductos, y en definitiva sobre el costo de alimentación en el tambo. Un efecto similar se prevé en las renegociaciones de los contratos de alquiler de la tierra, muy frecuentes en nuestra actividad”.
La comunicación pone en palabras la opinión del sector industrial, pero sobre todo de la producción primaria que viene esperando acciones luego de la promesa del actual Ministro de Economía de implementar una moneda extranjera para economías regionales, para actividades puntuales, que no llega, porque hay un desconocimiento profundo de las necesidades sectoriales.
“Consideramos que la medida adoptada agrega un ingrediente más en detrimento de la alicaída
rentabilidad de la cadena, y por lógica en los niveles productivos proyectados, justo en un momento en el que varias de las industrias asociadas a nuestras cámaras participan en el nuevo Programa ´Precios Justos´, que en su parte medular establece precios fijos durante el trimestre dic22-feb23 para los productos listados, y aumentos máximos del 4% mensual para el resto de las categorías”.
Se añade una línea clave, “ya es por todos conocido que el factor climático ha cobrado un papel central en los resultados, y en consecuencia, en el ánimo de los protagonistas de la cadena láctea. La persistente sequía invernal, que obligó a consumir anticipadamente las reservas forrajeras y a aumentar las compras de alimentos fuera del establecimiento en el intento de sostener los niveles de producción, pero incrementando los costos, fue seguida por una primavera sin mayores lluvias, lo que está consolidando el tercer año consecutivo en fase ´Niña´”.
“Lamentablemente los pronósticos oficiales de corto plazo no prevén una mejoría de la situación para la región productiva central. Los daños ya reportados y los previstos en los principales cultivos preanuncian un escenario 2023 con reservas más escasas, de menor calidad y a mayores costos, todo lo cual condiciona a la industria para mejorar aún más el precio al productor para intentar cubrir esos costos, a fin de sostenerlos en la actividad y evitar una caída más marcada en la oferta futura”.
Lo que indican las tres entidades en conjunto es “venimos advirtiendo sobre este cuadro crítico, que sin duda pone en riesgo la generación de materia prima en los próximos meses y en todos los perfiles de tambo, especialmente en los pequeños y medianos productores”.
Concretamente se pide una reacción. “las cámaras industriales más importantes de la cadena láctea reclamamos a los funcionarios acciones concretas tendientes a aliviar la difícil situación por la que atraviesa la producción primaria de leche, agravada por el relanzamiento del ´dólar soja´, y que lógicamente afectará también de manera significativa a nuestras industrias asociadas”.
Esta es la demostración que las medidas atolondradas pueden tener impactos muy profundos en las cadenas productivas, sobre todo en las que no hay quienes estén dispuestos a salir a “romper” el mercado porque quien manda lo ordena.

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