En 2022 se perdió toda la recuperación de precios y en el primer evento de 2023 todos los productos que se ofrecieron en la tradicional subasta quincenal cerraron en negativo. La LEP sigue por el piso con 3.208 dólares por tonelada.
Por Elida Thiery - El año 2022 tuvo de todo para la lechería, con precios históricos en marzo y con un declive constante que desde ese momento no logró recuperaciones.
Si bien dos de las últimas cuatro subastas electrónicas de la cooperativa Fonterra fueron alzas, las dos bajas finales presentaban el camino de lo que fue este martes un inicio de año complejo y con precios negativos.
Días atrás Rabobank mantuvo su pronóstico para la materia prima en Nueva Zelandia, con nueve dólares por kilo de sólidos. Si bien el número se sostiene, el futuro no parece firme aunque la producción muestre recuperación en algunos destinos, pero con valores que seguirán contrayéndose.
"El crecimiento moderado de la oferta mantuvo los precios de los productos lácteos relativamente elevados, pero se vislumbra un crecimiento frágil" según Emma Higgins, analista senior de agricultura de Rabobank. Esto se da por el efecto inflacionario global, que en Argentina es exagerado y ya es parte de la cultura, pero que en otros países afecta de manera importante por el cambio en el comportamiento a la hora de comprar lácteos.
Mientras Europa y Estados Unidos comienzan a crecer en producción, Argentina y Australia van hacia atrás por efecto climático o el aplastamiento económico que ocurre en nuestro país, cerrando un 2022 que en general mostró una contracción de la cadena global que descontó 0,8 por ciento del total. Es así que en ese balance, los siete grandes del sector podrían conseguir con mucho esfuerzo una expansión sectorial del uno por ciento, enlistándose en esto Nueva Zelandia, Australia, la Unión Europea, Estados Unidos, Uruguay, Brasil y Argentina.
En diciembre Fonterra también mejoró sus ganancias de 40 a 70 centavos de dólar neocelandés por acción. Al respecto, Miles Hurrell, como presidente ejecutivo de la cooperativa reveló que el comienzo positivo fue a pesar del impacto de los eventos geopolíticos y macroeconómicos, con costos más altos en cada punto de la cadena de suministro y con China impactando en la demanda fluctuante a consecuencia de los confinamientos por Covid que ahora se liberaron, pero que llegan a destiempo de la pandemia en el resto del mundo.
Números rojos
Retomando la actividad de este 3 de
enero en el Global Dairy Trade, todos los productos cerraron en
negativo.
El promedio general fue -2,8 por ciento
para toneladas de referencia de 3.365 dólares, ubicándose en 1.031
puntos del índice, lugar en el que no se estaba desde comienzos de
diciembre de 2021.
Este retroceso en el tiempo tiene
relación directa con los valores de los productos.
La manteca en polvo fue la que más
bajó en una ronda de ofertas que se extendió por 2:24 horas y en la
que se vendieron en total 33.478 toneladas, cerrando con -12,9 por
ciento con 2.556 dólares.
La grasa anhídrida siguió en la
escala descendente con -5,1 por ciento y 5.395 dólares; la leche
descremada en polvo (-4,3%, 2.838 dólares); la lactosa (-3,6%;
1.178); la manteca (-2,8%, 4.479).
No hubo oferta de suero dulce en polvo.
La leche entera en polvo vuelve a
tropezar con -1,4 por ciento , mientras que la tonelada cerró en
3.208 dólares. Estos números son similares a los de diciembre de
2020.
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