Por Elida Thiery - Este primer martes de abril trajo nuevamente, por cuarta subasta consecutiva, malas noticias en los precios internacionales de los lácteos desde Nueva Zelandia.
El Global Dairy Trade, que electrónicamente marca cada dos semanas el ritmo de los valores sectoriales tuvo una contracción del -4,7 por ciento, dejando el promedio de la tonelada general en 3.227 dólares en su evento 329 con 23.828 toneladas vendidas a 117 participantes ganadores.
Desde el 22 de marzo de 2022 se inició un camino de descenso en este mercado que parece no tener pronta recuperación si se miran los márgenes a futuro, sólo con un espasmo de suba durante septiembre.
Si bien no hubo oferta de suero dulce en polvo, ni de lactosa, salvo el queso cheddar con 3,8 por ciento en positivo hasta 4.167 dólares, todo el resto del panel fue negativo encabezado por la grasa anhídrida de leche que se derrumbó -7,2 por ciento hasta 4.736 dólares por tonelada. Con -3,3 por ciento la caída fue para la manteca (4.595 dólares) y para la manteca en polvo por igual (2.529 dólares), mientras que la leche descremada en polvo terminó en 2.579 dólares, con una contracción de -2,5 por ciento.
La que se muestra al límite es la leche entera en polvo, que con un golpe negativo de -5,2 por ciento terminó estacionada en los 3.053 dólares, siendo el menor precio desde el 1° de diciembre de 2020. El cuadro no sólo es así de complejo, sino que se entiende que estos podrían ser los valores promedio durante los próximos cinco meses, al menos.
De las siete subastas de este año, sólo una fue positiva en febrero, mientras que de las últimas 12 en un semestre, fueron tres sin números rojos. El mercado de la leche no atraviesa buenos tiempos y no resulta cerca el horizonte del optimismo.
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