Por Elida Thiery - Es
muy característico de estos tiempos que se instalen realidades con
poco fundamento, pero que sirven para desprestigiar hechos que están
probados científicamente.Banner publicitario
digital del producto
en Argentina.
Algo
de esto pasa con los productos vegetarianos y veganos, frente a los
tradicionales. Pareciera que muchos de quienes los eligen no aceptan
que sigan existiendo para que el resto de los consumidores los
compren, sin embargo, en el mundo hay lugar para todos, cada uno con
sus características.
A
pesar de despreciarlos y desprestigiarlos, algo tendrán los lácteos
que quienes los rechazan gustan de sus denominaciones y quieren
apropiárselas, aunque vayan en contra del Código Alimentario
Argentino.
En
el capítulo VII de esta que es la base y detalle absoluta para la
fabricación y comercialización de alimentos los lácteos tienen una
definición indiscutible en el Artículo 553 - (Resolución Conjunta
SPRyRS N° 33/2006 y SAGPyA N° 563/2006). “Con la designación de
Alimentos Lácteos, se entiende la leche obtenida de vacunos o de
otros mamíferos, sus derivados o subproductos, simples o elaborados,
destinados a la alimentación humana”.
Ningún
alimento que no esté dentro de esta denominación puede tomar
términos que no le corresponden.
A
horas de celebrarse el Día Mundial de la Leche, en algunos sitios
web se pudo empezar a ver una publicidad que incumple por completo
con la Ley nacional.
Not
Cow es la empresa que tiene una línea de productos como Not Milk,
Not Dulce de Leche, Not Cream Cheese, entre otros. Niegan a los
lácteos pero usan sus denominaciones y esto ya le está trayendo más
problemas que soluciones a la firma.
El
mayor conflicto está en el banner que cuelgan en el pautado en
internet donde enuncian “productos lácteos hechos de plantas”.
Es la incongruencia absoluta en una frase, pero también es la
desesperación por lograr una instalación.
En
el mundo el consumo de los alimentos de base vegetal que intentan
suplantar a los tradicionales está estancado, el
auge de años anteriores no se pudo sostener y sólo podría crecer diez por ciento camino a 2030; y en un contexto de
crisis económica se da aún más, porque en Argentina la gente elige
cada vez menos qué comer.
Si
recorren las góndolas que exhiben estos productos verán que además
de ubicarse al lado de los lácteos y las leches en tetra brik,
ninguna de estas bebidas aclaran lo que son. Principalmente en los
jugos o extrusados, sólo se hace referencia al vegetal de base que
tienen, pero no indican ni que son bebidas o algo similar.
Deben
estar en el mercado, pero de una manera justa, que no es precisamente
el juego que proponen.
Ante
un sector lechero muy manso que se queja demasiado poco ante estas
irregularidades, que no tiene peso en el dictado de políticas
tampoco, este tipo de empresas toman fuerza, ante una ANMAT que
parece no cumplir con su función o no leer las denuncias que se le
presentan.
Mientras en febrero el lobby de las empresas que promueven alimentos de base vegetal triunfó parcialmente en Estados Unidos, el debate no está cerrado.
En ese momento, la
Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. emitió una guía
preliminar para que los fabricantes de bebidas de
almendras, soja, avena y otras alternativas de origen
vegetal pueden continuar usando la palabra leche como parte de los
títulos de los productos, aunque tienen que especificar "leche de soja" o "leche de
arroz" o "leche de avena", por ejemplo.
Para la
FDA, los consumidores entienden que esos productos no
contienen leche de animales y se sienten cómodos con la palabra que
se usa para las bebidas de origen vegetal. La agencia señaló que,
en muchos casos, el hecho de que los productos de origen vegetal no
sean leche láctea es precisamente la razón por la que algunos los
compran, muy a pesar de las diferencias
nutricionales.
Se pretende que los consumidores comprendan que también existen estas deficiencias de nutrientes, por lo tanto, la guía insta a quienes
producen estas bebidas a incluir información nutricional en
el envase que compare directamente el producto con la leche de vaca
para ayudar a los consumidores a tomar decisiones nutricionales
inteligentes.
Es
bueno ver lo que sucede muy cerca, del otro lado de la Cordillera.
La
semana anterior, el 1° Juzgado Civil de Valdivia acogió la demanda
que presentó la Asociación de Productores de Leche de La Región de
Los Ríos (Aproval) en contra de The Not Company, empresa fundada por
Matías Muchnick, Karim Pichara y Pablo Zamora en 2015 “ha
incurrido en actos de competencia desleal en las hipótesis de las
letras a) y b) del artículo 4 de la Ley N 20.169 que regula la
competencia desleal”.
Lo
definido en esta región central hace referencia a conductas que
aprovechan indebidamente la reputación ajena, induciendo a confundir
los propios bienes, servicios, actividades, signos distintivos o
establecimientos con los de un tercero; al uso de signos, hechos o
aseveraciones incorrectos o falsos, que induzcan a error sobre la
naturaleza, proveniencia, componentes, características de bienes o
servicios ofrecidos.
El
Tribunal fue contundente, “la demandada debe cesar de realizar
conductas que constituyan actos de competencia desleal, como la
prohibición de realizarlas a futuro”. En tanto, se estableció el
“cese y prohibición del uso de cualquier marca, rotulado,
distintivo o imagen, de cualquier naturaleza (tanto en el envase como
el material publicitario) que contenga el nombre Not Milk”.
“Cese
y prohibición del uso de cualquier marca, rotulado, distintivo o
imagen, de cualquier naturaleza (sea en el envase de su producto como
el material publicitario) que contenga una vaca o cualquier figura
propia de la industria lechera, tarjada, invertida o de cualquier
otra manera alterada”, fue la segunda instrucción, según el laudo
al que tuvo acceso Pulso, el suplemento de negocios del medio chileno La Tercera.
NotCo
no puede hacer ningún tipo de comparación o alusión a la leche,
directa o indirecta, explícita o implícita.
Había
sido el 16 de diciembre de 2020 cuando Aproval presentó una demanda
de competencia desleal acusando a The Not Company SpA de aprovecharse
del prestigio de la leche confundiendo su producto con ésta y, al
mismo tiempo, descalificándola para desviar a los consumidores.
“La
piedra angular de la estrategia publicitaria de la demandada respecto
del producto Not Milk ha sido la de intentar colgarse de la fama de
la leche, y luego difamarla como producto, sindicándolo como un
producto que sería -comparativamente- nocivo para la salud y cuya
producción sería contaminante”.
“The
Not Company ha incurrido en graves actos de competencia desleal a
través de la comercialización y publicidad de su producto Not Milk,
ya que ha materializado una estrategia comercial y publicitaria
ilegítima que, primero, confunde e intenta aprovecharse de la leche,
y luego -paralelamente- la desprestigia, persiguiendo por esa vía
desviar clientela en perjuicio de los productores de leche de vaca
que son miembros de Aproval”.
La
empresa deberá replantear en Chile su estrategia de marketing,
cambiar la marca y entender que los límites de la competencia son
muchos. Mientras tanto en Argentina, con la mescolanza institucional
y política que reina esto seguramente se verá avanzar, hasta que en
algún momento comience a funcionar el cumplimiento de la Ley y la
normativa sectorial que permita que sólo los productos lácteos
tengan las denominaciones que les corresponden.
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