La cadena láctea abrazará el sábado a la planta de Lácteos Vidal

Por Elida Thiery (Bichos de campo) - Esta es una idea que se venía gestando hace algunas semanas, que tuvo fecha, que se canceló y este próximo sábado se concretará. Un gesto muy importante de la cadena láctea, ante una empresa que padece condiciones que erróneamente parecen ser habituales tendrá el apoyo real de la lechería y de su comunidad.
Lácteos Vidal lleva casi un año de aprietes por parte de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, un reclamo que surgió forzado del pedido de cambio de categoría de seis trabajadores, que se diluyó ante el propio Ministerio de Trabajo bonaerense, terminó convirtiéndose en un bloqueo que se extendió por unos dos meses y complicó la situación laboral de 26 personas.
Los caprichos gremiales llevaron a empleados de la empresa de muchos años a presionar de diversas formas no sólo a los titulares de la empresa, sino también a compañeros de trabajo, a vecinos de la propia localidad. Situaciones de violencia, amenazas, violación de la propiedad privada y perjuicio económico no sólo para la firma, sino también para el resto de los trabajadores, fueron algunos de los temas de los que en el invierno pasado se envolvía al sector lechero.
Denuncias, tribunales, tironeos internos de Atilra, la intervención del Movimiento Empresarial Anti Bloqueo, las gestiones de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas se encolumnaron detrás de la decisión de Alejandra Bada de no entregar su industria, de hacer uso del derecho a la libre empresa, tan sencillo, pero tan complejo a la vez.
Mientras la Justicia reedita decisiones surgidas del vínculo con cierto poder, los productores no se duermen en el letargo que intenta imponer un sindicato caracterizado por las prácticas más alejadas del diálogo y la negociación, entonces se movilizarán esta semana.
Fue llamativo que la Asociación Latinoamericana de Jueces del Trabajo “en su permanente e histórica defensa por la independencia de los jueces del trabajo y  la existencia y autonomía de la justicia del trabajo en el continente americano, repudia los ataques de que fuera objeto el Juez de Trabajo de la República Argentina, el Doctor José Ignacio Ramonet, con fundamento en haber ordenado la reinstalación de trabajadores y la aplicación de astreintes para su cumplimiento, lo que significa además, a no dudar, una velada amenaza a la independencia de la totalidad de los jueces y magistrados de ese país y un intento inaceptable de disciplinamiento de los mismos a factores internos como externos de presión”.
Esto es parte de un comunicado que va mucho más allá del desacuerdo actual con lo que define el juez. Aquí no hay amenazas a la independencia de los poderes, sino un reclamo de escucha ante la autoridad judicial, que son cuestiones diferentes.
Este viernes, luego de la entrega de un petitorio intenso del Movimiento Empresarial Anti Bloqueo y una charla sostenida con el juez Ramonet, en la que se habría percibido una suerte de cambio de actitud del mismo, se definió aceptar la idea de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires y en un acto presencial y pacífico, la empresa recibirá un especial apoyo.
En el último incidente incorporado por la autoridad del Juzgado Nacional de 1° Instancia del Trabajo Nro. 69 en la causa N°: 30061/2022, explica que “tratándose de una medida cautelar y habiéndose dispuesto el embargo con carácter de preventivo, los fondos que ingresen a la cuenta de autos con motivo del cumplimiento de la esa medida, será invertidos a plazo fijo judicial en dólares estadounidenses a fin de evitar su desvalorización razón por la cual no estarán disponibles, por el momento, para ser transferidos a los actores”. El Juez expone un freno y cambio a sus anteriores decisiones, aunque no resulta suficiente.
El próximo sábado 8 de julio será en la localidad de Moctezuma, partido de Carlos Casares en la provincia de Buenos Aires, la planta de Lácteos Vidal que es la única del lugar, será abrazada por productores, industriales, vecinos y familias de la cadena láctea, de manera simbólica pero presencial desde la hora 15.
Las empresas constituyen espacios de trabajo, incluso en las localidades más lejanas donde muchas veces movilizan a la economía y la actividad social de los pueblos, elaborando productos de calidad, que son fundamentales para la nutrición y la buena salud de la población”, dijeron con la intención de invitar a quienes quieran acercarse para defender a una firma que nunca incumplió con los pagos de salarios, los compromisos gremiales, ni ante los diferentes estratos del estado.
Para hacer una breve actualización sobre la situación judicial del caso, Bichos de Campo se comunicó con el abogado de la empresa.
La empresa definió el desafuero de tres empleados y el despido de 26 que son los que participaron de los bloqueos y hechos de público conocimiento, motivados por la Seccional Trenque Lauquen de Atilra. Concretada la decisión, tres días después llega a la planta una medida cautelar en la que se impiden los despidos por causa de huelga y advirtiendo castigos económicos. Se pidió la nulidad de la misma, los empleados lo apelaron, el fiscal se opuso, se reactivó la cautelar, se desetimó en dos oportunidades la revisión y se vuelve a primera instancia que es donde se ubica el caso ahora.
Con errores el juez que pedía reincorporar a 29 personas, a pesar que los tres ligados a la representación del gremio no fueron despedidos, pero indica que de no cumplir se debe pagar un monto aproximado de diez mil pesos diarios por cada día de mora por cada uno de los trabajadores por los que incumpla, hasta la efectiva reincorporación. En concreto son unos 260 mil pesos por día, unos ocho millones de pesos al mes que debería erogar Vidal para tal fin.
Sigue firme el embargo por más de cinco millones de pesos que ahora irán a un plazo fijo, pero será difícil borrar aquello escrito con la misma autoría donde se sugería días atrás despedir a los 25 nuevos empleados y recontratar a quienes hicieron las protestas, compraron la idea de bloquear de Atilra y dejaron a sus 26 familias sin sustento directo, pero a quienes también hoy el propio gremio les impide negociar indemnizaciones.
Lácteos Vidal está decidida a no volver a contratar a quienes decidió despedir por los hechos vividos hace casi un año atrás. Valora a sus trabajadores de siempre y a quienes se han incorporado después de este hecho bisagra en la historia de una empresa pyme del interior bonaerense que le da vida a un pueblo, que siempre cumplió con sus compromisos y que hoy además de los lácteos y sobre todo la mozarela se especializa en resistir ante las presiones de quienes quieren hacerla rendir.

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