Por Elida Thiery - “Si hay algo que no nos da previsibilidad son las medidas de anoche” comenzó diciendo el presidente de la Sociedad Rural Argentina, en la apertura del encuentro “Compromiso con una nueva Argentina”, en la quinta jornada de la Exposición Rural de Palermo.
Nicolás Pino encabezó uno de los eventos más esperados de la agenda de la entidad en su muestra, porque de a uno se fueron presentando los precandidatos a Presidente que dirimirán en las urnas el destino del sillón de Rivadavia, hacia el 10 de diciembre.
Con una mirada desde la producción agroindustrial, se planteó este encuentro para conocer los principales lineamientos para el sector.
Según el anfitrión, poder ir hacia adelante se logra con “confianza y tomando medidas acordes a las necesidades de todos los sectores”, no generando más conflictos entre segmentos para poder seguir trabajando.
Con lo que se escuche hoy y luego de las votaciones que resultarán en un Presidente, durante la gestión venidera “tenemos que hacerles cumplir los compromisos asumidos” y es por eso que desde la SRA y junto a otras entidades, se les hizo entrega a cada uno de los expositores del documento de la “Agrobioindustria, aportes para un país diferente”, donde se detallan las necesidades de cada una de las economías que se engloban en este concepto.
Milei
Arrancó
Javier Milei, de la Libertad Avanza, con una sentencia contundente,
“el campo argentino es el mejor campo del mundo y hay que
devolverle la vitalidad que se le ha quitado chupándole la sangre”,
proponiendo ejes puntuales para lo que considera un “sector
insignia” para conseguir el desarrollo.
La
eliminación total de las retenciones para que “en cinco años se
pueda estar duplicando la producción”, una unificación cambiaria,
la desregulación del comercio y eliminación de cuotas productiva,
trabajar para que deje de ser una otrtura el acceso al crédito y
todo esto en un marco de “eliminación del Banco Central”, que es
una de las frases repetidas del candidato libertario.
Rodríguez
Larreta
Diciéndose
productor agropecuario a través de la actividad de su familia,
Horacio Rodríguez Larreta habló del “prejuicio ideológico con el
campo” que tiene este Gobierno actual, para lo cual propone
trabajar en cinco objetivos muy concretos.
Duplicar
exportaciones para generar 250 mil puestos de trabajo, llevar a la
producción de granos a 190 millones toneladas, a cuatro millones de
toneladas la carne, tender a duplicar el valor agregado en origen,
fomentar el empleo y también fomentar las agtech.
“Lo
que hace la diferencia es quién tiene el cómo para llevar esto
adelante, con capacidad de gestión”, haciendo gala de sus años
como Jefe de Gobierno porteño.
Sostuvo
que “las retenciones son un pésimo impuesto”, por lo tanto “el
día uno vamos a sacar a cero los derechos a las exportaciones”
para productos de economías regionales y casos como los lácteos,
mientras que se hará cronograma descendente para el resto de los
productos como es el caso de los granos que representan al principal
cúmulo exportador.
Además
se trabajará “desde el día cero en la unificación del tipo de
cambio”, aunque “no desde el primer día”, porque “no hay
dólares en el Central”, mientras se vuelve a construir
“confianza”.
Rodríguez
Larreta habló de recuperar el trabajo de las mesas sectoriales como
la de la lechería, que no logró siquiera concluir tareas en el
tramo 2015/2019, errando en el concepto de decir que desde ese
espacio se generó el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería.
Eso se puso en marcha a partir de la gestión anterior y no logró
activarse por completo, sólo siguió lineamientos del gobierno
previo.
No
dio nombre del futuro ministro de Agricultura, destacó que para él
vale la experiencia. Lo lamentable es que considere este bloque
partidario a nombres que fracasaron en su gestión, más allá de las
condiciones macro, para hacerlos volver a los cargos a pesar de los
rechazos sectoriales. La lechería es un ejemplo clarísimo que
sufrirá eso.
Schiaretti
El
actual gobernador de Córdoba y aspirante a la presidencia de la
Nación, detalló aspectos de la degradación argentina, entre el
ataque a las instituciones y la decadencia económica generada por el
kirchnerismo.
“Tener
reglas de juego claras y estables para el que invierta”, indicó
sobre las oportunidades en litio, gas, petróleo, economía de
conocimiento, la pesca. Sobre el complejo agroalimentario “precisamos
que le saquen el pie de encima al campo y se tratan a los productores
como enemigos”, advirtiendo que “deben eleminarse las retenciones
a las exportaciones agropecuarias, lo haremos gradualmente y la parte
que quede quedarán a cuenta del impuesto a las ganancias”, porque
entiende que a mayor movimiento de dinero, mayor reinversión en
productos, servicios, e incluso en las localidades.
“Es
clave que se acaben todos los cepos y regulaciones”, pero también
“se tienen que aumentar los cortes de los biocombustibles”,
debiendo ser el mínimo del 20 por ciento para favorecer el reemplazo
de los fósiles.
Apuesta
también a generar una pavimentación de redes secundarias y
terciarias de caminos, a partir de impuestos inmobiliarios, tal como
lo viene haciendo en Córdoba. Con
una abundancia de referencias a la gestión provincial que hacen
dificil entender la traspolación a nivel nacional, concluyó que “el
campo fue, es y será la base del progreso de la Argentina”.
Bullrich
“Queremos
devolverle poder a la sociedad” comenzó diciendo Patricia Bullrich
en referencia a la pérdida de poder adquisitivo de las familias
argentinas, por eso propone “una austeridad total y absoluta para
generar producción”.
Con
visión “sarmientina”, la única mujer con posibilidades de
disputar la presidencia, mencionó que “el cepo se ha comido todas
las reservas”, es por ese motivo que tienen la intención de
desbloquear el acceso a los dólares, sin lentitud sino “mucho más
rápido y con medidas desde el primer día”.
“Basta
de mirar al campo desde una mirada extractiva”, manifestó y al
mismo tiempo propuso que por ley se evite que se bloqueen las
exportaciones a cualquier producto, como fue ocurriendo
ocasionalmente.
“Al
que más produzca, más ayudaremos” sostuvo, contraponiendo esto
con la idea de “un plan social que no es incompatible con el empleo
formal, lo tomaremos como un seguro de desempleo, para que en cuatro
años no tengamos más planes sociales”.
En
cuanto a la reforma laboral, explicó que existe una intención de
reglamentar de mejor manera la contratación, pero del mismo modo un
tope de seis años para las indemnizaciones para no debilitar la
recontratación y las empresas.
Bullrich
se comprometió a generar 190 días de clases al año en todos los
niveles obligatorios de la educación y en todo el país, e incluso
mencionó la necesidad de mejorar la operatividad del Estado y a la
vez su reducción.
Massa
En
su rol de ministro de Economía y precandidato a presidente del
oficialismo, Sergio Massa, fue el último en subir al escenario para
explicar su posición respecto al sectro agropecuario, con parte de
sus funcionarios y asesores presentes en primera fila, como Julián
Domínguez, Felipe Solá, Juan José Bahillo y José Ignacio De
Mendiguren, entre otros.
Obviamente
que habló de la coyuntura, que puso las excusas antes que los
proyectos o las formas para poder hacer lo que le corresponde en el
lugar actual, o en el posible futuro, en un largo cuento donde
mencionó 40 años de historia empujados económicamente por el campo
en “un barco que se llama Argentina”, destinó casi todo el
tiempo dispuesto para su exposición.
Dijo
considerar como fundamental que el Congreso sancione la ley propuesta
por el Consejo Agroindustrial Argentino, para reducir la presión
impositiva, para crecer en valor agregado y mayor empleo.
“Desde
el 1° de septiembre ninguna economía regional pagará retenciones
en Argentina”, lanzó sorpresivamente. Quizá confundido con el
final del Dólar Agro, puede que no sepa que está pendiente por
ejemplo definir si la lechería es economía regional o no, pero
sobre todo hace un anuncio confuso en busca de apoyo en un ambiente
que le es hostil por su pertenencia política y la representación
que acarrea, aún más con su gestión reciente que no es cordial con
el campo.
El
desconcierto de lo dicho llegó incluso a funcionarios de la
Secretaría de Agricultura y no faltaron los que trataron de
justificar semejante anuncio a tres semanas de las PASO, como una
medida que está en marcha.
Horas
después de la presentación del Ministro, llegó una aclaración que
el alcance de la liberación será para el maní, el vino y el mosto,
el arroz, la industria forestal, el tabaco y las cáscaras de
cítricos. Todo esto depende de una resolución que deberá publicar
la Secretaría de Agricultura.
De
retenciones en general, fue el único que no mencionó ni una
palabra.
Dice
Sergio que quiere seguir trabajando “al lado de ustedes como lo
hice a lo largo de estos 11 meses”, se siguió lamentando por la
sequía. Mencionó interés por invertir en infraestructura,
tecnología, comunicación, pero con un tono forzado hacia la calma,
pone siempre una duda en lo que plantea que no genera certezas en lo
que se escucha.
Con
frases repetidas de discursos anteriores Massa no pudo ser concreto
sobre medidas, sobre las soluciones que el sector espera escuchar
para animarse a seguir apostando a esto que es una industria a cielo
abierto y donde la política puso siempre una zancadilla negativa.
“Creo
en la propiedad privada, creo en la suma de capital y trabajo y creo
en el campo como motor de la economía”, dijo a modo de recitado
para fijar algunas ideas mientras era aplaudido desde espacios
puntuales del auditorio y antes de llegar al restaurante Central y
generar polémica con algunas imágenes.
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