Así lo manifestó el presidente de la entidad, Elbio Laucirica en el 6° Congreso Internacional de la principal institución cooperativa del país.
Por Elida Thiery - El sexto Congreso Internacional de Coninagro tuvo lugar este miércoles en la Bolsa de Cereales, donde se generó un encuentro importante de productores, entidades, referentes del sector agroindustrial y también algunos candidatos para las próximas elecciones de octubre.
El titular de la entidad fue el anfitrión y primer orador, haciendo un llamado a “propiciar los consensos y los acuerdos para vivir en sociedad”, ya que “en momentos tan críticos, es más que nunca necesario para hacer votos y lograr lo que nunca debemos perder”.
En la representación de los productores más pequeños, hasta los exportadores, se trasluce siempre en las cooperativas de todo el país “la dedicación y el optimismo para la elaboración de productos y alimentos de calidad, invirtiendo en tecnología e innovación, a pesar de la incertidumbre política y climática, este año especialmente”.
En Argentina hay más de 25 mil entidades de cooperativismo y mutualismo que representan al 15 por ciento del PBI nacional, con lo cual hay unos 25 millones de argentinos generando puestos de trabajo directo, por lo tanto hay 67 por ciento de los habitantes de alguna manera estamos vinculados al sector cooperativo o mutual.
Las cooperativas están sustentadas en los valores de igualdad, solidaridad y ayuda mutua, “para posicionarnos en este lugar a pesar de las adversidades”, con “convicción de seguir adelante, fortalecidos y en búsqueda del desarrollo conjunto”.
En nuestro país el 7,4 por ciento de la población se ubica en la ruralidad, cuando la media en otros países ronda el 20 por ciento, es por eso que Elbio Laucirica manifestó, “nos preocupa el arraigo y la calidad de vida en el medio rural”, siendo “nuestras cooperativas los motores del desarrollo local que padecen el perjuicio de la inflación, atraso y brecha cambiaria, alta presión fiscal, el ´costo argentino´, la inseguridad, los costos crecientes, la falta de caminos rurales que dificultan el acceso a la educación y la salud”.
El dirigente rescata que “pudimos rescatar el espíritu y la tenacidad de nuestros productores, ya que el asociativismo y el cooperativismo les da la fuerza para enfrentar las adversidades”.
Mientras la agroindustria espera una política de estado con “gobernantes que muchas veces no han sabido responder”, es por eso que el compendio de necesidades se tradujo en un libro que se entregó a los expositores, titulado “El campo y la política IV”.
Destacándose la importancia del intercambio y el trabajo regional con cooperativas del Mercosur, Laucirica salvó un dato que demuestra la ausencia de obras en el campo, más allá de los caminos, siendo que el 80 por ciento de la electrificación rural está hecha por cooperativas.
Auguró “que podamos seguir trabajando unidos con acuerdos y consensos, por el bien nuestro y también de nuestros hijos”.
El tiempo dirá
A
su tiempo, el secretario de Agricultura de la Nación, reconoció “yo
no me quejo, soy funcionario público”, pero contó “cómo afectó
emocionalmente la sequía”, de acuerdo a su experiencia recorriendo
el país en este año complejo, pero que hay que superar.
“En
ese contexto tratamos de ayudar”, “si fueron muchas, si fueron
pocas, si fueron suficientes o insuficientes las ayudas, el tiempo lo
dirá”, llamativamente Juan José Bahillo manifestó “si nos
quedaron productores en el camino es porque no
fueron las mejores medidas”. El reconocimiento de hacer lo mínimo
es compleo de entender, sin embargo sostuvo que “el
desafío es seguir estando cerca del sector, fortaleciendo el
entramado productivo”.
Desde
su lugar ejecutivo dijo a los presentes, “buscamos lo mismo, desde
lugares y responsabilidades distintas, todo se soluciona si tenemos
una mirada de conjunto. No hay una salvación individual o sálvese
quién pueda”.
Reconociendo
la necesidad futura de trabajar en la previsión de impactos
climáticos y con la búsqueda de una nueva ley de emergencia,
incluso con la revisión de retenciones, el funcionario subrayó que
luego de la elección Paso comenzaron a repasar medidas, posiciones y
posibilidades desde el Gobierno.
Retenciones
cero
Además
del candidato a la gobernación de Buenos Aires, Néstor Grindetti,
del actual gobernador de Córdoba y pretendiente de la Presidencia,
Juan Schiaretti, la que más atención concentró en la grilla del
Congreso fue Patricia Bullrich, durante su exposición y en la salida
con gran demanda de fotos, de muchos jóvenes.
Según
ella, en nuestro país suceden cosas “inconstitucionalidades
permanentes”, porque “ningún funcionario puede cerrar o abrir
las exportaciones sin que pase por el Congreso con amplia mayoría,
por eso vamos a hacer operativo algo que ya existe”, ofreciendo
previsibilidad para los mercados.
“Los
cepos han sido un instrumento de tortura”, porque en lo económico
y comercial “además de generar discrecionalidad y hacer perder
parte de la ganancia, todo queda para alimentar un estado que en los
últimos 20 años ha crecido un cien por ciento, mientras las
ganancias para quienes producen se han recortado 50 por ciento”.
Fue
concreta, “no creemos en la dolarización, creemos en un sistema
bimonetario, para transaccionar con el dólar y con el peso”,
porque “la dolarización lo que hace es no dejarnos elegir la
moneda y lo que nos hace es comer la inflación de Estados Unidos y
nos haría una economía que no tiene industria o capacidad de
generar valor agregado”.
Dijo
que en el primer presupuesto que presente planteará solidez fiscal y
déficit cero, “para bajar rápidamente y concretamente la
inflación que nos mata y nos genera incertidumbre”.
Prometió
eliminar las retenciones desde el primer día con un sistema y
avanzar con acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, porque
los socios estratégicos son aquellos “con los que podemos
comerciar sin aranceles”. Del mismo modo se diferenció de Javier
Milei sosteniendo que “no nos importa quién sea el presidente, nos
importa Brasil como país”, por ser el principal socio comercial
nacional.
“Creemos
en el efecto tasa de sustitución, que va a permitir llevar adelante
dos variables para que a cambio de ganancias y se va a generar un
crecimiento exponencial del campo, desde el 12 por ciento al año”,
avanzando sobre la idea de retrasar el cobro de determinados
impuestos, para poder ganar tiempo.
“Sacando el cepo con un dólar libre y posibilidad de generar contratos, de tener exportaciones sin límites y dejar los impuestos más importantes, con un Estado que va a tener que hacer esfuerzos para achicar los gastos que tiene demás, nos vamos a jugar esa partida, no nos vamos a descalzar, no vamos a mantener el mismo Estado”.
Bullrich sentenció, “sabemos dónde ir, estamos convencidos que si sacamos los derechos de exportación y generamos espacio para inversiones, Argentina no sólo va a tener al modelo tradicional, sino que vamos a poder lograr mejores rindes y capacidad de exportar”, apostando a una licitación transparente de la hidrovía o una red de ferrocarriles productivos, mejores rutas y promover la agregación de valor en todos los sectores.
El Congreso tuvo todo el tinte político necesario en un año electoral, con un campo que elige con claridad un cambio de rumbo, al que se pliega la sociedad.
Los sectores productivos en Argentina muestran un agobio y desconcierto que no es más que el que padece también la sociedad y en esa necesidad conjunta de mejora es que todos deben desempeñarse hacia adelante, con la recuperación de la confianza que hoy parece en absoluto perdida, siendo sólo los acuerdos y la lógica más básica la que pueda primar.
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