El Gobierno también cerró las exportaciones de lácteos para apretar los precios

Por Elida Thiery (Bichos de campo) - Hace unas semanas en el sector lechero se hablaba de la situación de alta presión que se venía dando en torno a las exportaciones.
Desde febrero estaba rondando la amenaza que personalmente le había hecho el Secretario de Comercio a dos empresas, pero en las últimas horas se empezó a concretar.
El Gobierno está desesperado y ya no avisa nada, simplemente pasó a no autorizar ventas al exterior para el sector lechero. No se atienden los teléfonos, no progresan los trámites digitales y el colapso es inminente.
La desesperación por el descontrol de la inflación le tapa a los funcionarios la necesidad de ingresar dólares y así está comenzando un ciclo que, tal como lo anticipábamos la semana anterior, será una crisis histórica.
El año pasado los números fueron récord, con 1.675 millones de dólares en negocios, pero no se superó el 25 por ciento del total de lo producido. Este año con menos materia prima y producto, las industrias nacionales seguían manejando una lógica de casi 39 por ciento de ventas al exterior con leche en polvo, casi 30 puntos de quesos, 20 por ciento entre dulce de leche, suero y otros productos, mientras que los confidenciales como lactosa, caseína y yogures se quedan con el 12 por ciento del total de lo vendido al exterior.
La variación intermensual de las exportaciones fue de -15 por ciento en volumen y de -16,2 por ciento en valor (jun/23 vs. may/23). La variación interanual fue de -29,9% en volumen y -36,3% en valor (jun/23 vs. jun/22). Ese desplome es gigantes aunque los precios se mantenían en un promedio de tonelada fue de US$ 3.947 para enero-junio de 2023, lo que implicó una caída del 0,1% respecto a igual período de 2022. En el caso particular del rubro leche en polvo, el precio promedio fue de US$ 3.837/ton., un 1,2% por debajo del año anterior, con destinos principales hacia Brasil con casi 45 por ciento, seguido por Chile, Rusia, China, Arabia Saudita, Indonesia, Estados Unidos, con fuerte impacto de la salida de la demanda de Argelia.
Al mes de mayo Brasil ya había alcanzado el mismo volumen de leche en polvo importada en todo el 2022 y es por eso que apareció la amenaza de cierre por su parte, sin embargo ahora el impacto es otro, porque la medida de cancelación de negocios sale de Argentina y recupera los peores recuerdos de las políticas más destructivas que supimos tener.
En el día en el que la cotización internacional de lácteos surgida del Global Dairy Trade marca un piso histórico, la combinación de malas noticias hace que todo suene peor.
La subasta electrónica de la cooperativa láctea Fonterra de Nueva Zelandia, tuvo en general una baja en su evento 338 de este martes de -7,4 por ciento quedando en 2.875 dólares por tonelada, mientras que el principal commodity cayó -10,9 por ciento, quedando la leche entera en polvo en 2.548 dólares por tonelada, el número más bajo en cinco años, siendo el registro anterior de mayor contracción el del 20 de noviembre de 2018, con 2.599 dólares.
En este contexto, los productores primarios siguen dando pelea a la sequía, suplementando a los animales para esperar de mejor manera a la primavera, con precios promedio que siguen rondando 106 pesos por litro, lejos del ritmo inflacionario y sin definiciones sobre la promesa de pago del Impulso Tambero que está en una nebulosa.
Mientras, las industrias no pueden apostar a más valor por el ahorcamiento de los precios al consumo, por la suba de costos y ahora por el cierre de la única alternativa de rentabilidad que seguía existiendo, a pesar de las altas y cosntantes retenciones y la demora en el pago de los reintegros a las exportaciones.
Queda claro que con un cierre silencioso pero efectivo de las ventas al exterior de los lácteos el Gobierno confirma su desinterés por el sector, que nada importa el impacto negativo en las provincias lecheras que no se animan ni a levantar la voz al respecto desde sus principales representantes, pero mucho menos les interesa la consecuencia social y económica en las localidades, hecho sobre el cual tampoco el gremio que representa a los trabajadores se ocupa de plantear frente a quienes si siguen presentando sus intereses en negociados con dineros públicos.
El primer golpe de hoy fue el cierre de las ventas al exterior de carne por dos semanas, con la justificación del aumento de precios, pero también las exportaciones de lácteos están cerradas, tal como sucediera en la gestión olvidable de Guillermo Moreno en 2008, otra vez precios internacionales bajos, un mercado interno colapsado, desaciertos por todos lados en política y económia y un sector productivo e industrial al borde del colapso que parecen mirar mansamente cómo los vuelven a perjudicar.

Novedades en precios

El martes por la noche y después de una jornada de tironeos funcionarios de segunda línea del Gobierno salieron a anunciar acuerdos con el sector alimenticio. Allí se explicitó un "congelamiento" de precios por 90 días, al igual que se pretende con el dólar oficial en 365,5 pesos, que le permiten por ejemplo a las industrias lácteas dentro del esquema de Precios Justos un ajuste mensual del cinco por ciento.
Los rumores indican algún cambio en las retenciones para los lácteos exportables, unificando el criterio impositivo en 4,5 por ciento, con lo cual la leche en polvo caería a la mitad de la imposición actual, mientras que los reintegros a esas exportaciones llegarían al tres por ciento. Una devolución nunca entendida y siempre demorada en sus plazos de pago.

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