Por Elida Thiery (Bichos de Campo) - A la lechería no se la consideró como economía regional, se le terminaron asignando fondos de excepción tarde, por 88 días accedió el sector a la baja de retenciones, sin embargo sobre la hora y a punto de llegar a las urnas hay una novedad que busca aliviar el impacto de la sequía, del desbalance de los dólares soja y agro, aunque no hubo espacio para poder acceder a un dólar leche para realmente impactar de manera directa en el pago de las industrias a los productores de mejor manera.
Tal como lo vinimos contando al proceso del Programa Impulso Tambero desde su comienzo, el anuncio del 6 de enero, los demorados pagos que se iniciaron en marzo y se prolongaron durante cuatro meses, para tambos de hasta cinco mil litros, tuvieron una segunda etapa.
El Impulso Tambero 2 venía corriendo de atrás y horas antes de presentarse Sergio Massa en la localidad santafesina de Pilar, para dar una señal de acercamiento a la cadena lechera, consiguió pagar la primera cuota, ya para unidades productivas de hasta siete mil litros en promedio.
Era 18 de septiembre y aunque muchos dirigentes se hicieron los molestos con esas políticas, con la depreciación por devaluación, los productores tomaron este subsidio como una manera de poder cubrir los números en rojo, de la alimentación, de las reservas que faltaron este año, pero también del precio para la materia prima que está muy lejos de los costos, aunque también de la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo al que se cotizan tantos insumos y servicios.
A horas de cumplirse un mes, e incluso antes, las consultas sobre la fecha del pago pendiente de la segunda cuota anunciada para completar el esquema comprometido se multiplicaron.
Estamos en condiciones de afirmar desde Bichos de Campo que el segundo pago de esta etapa complementaria se efectivizará entre hoy miércoles y mañana jueves. Pero eso no es todo.
Según pudo conocer este medio, la próxima publicación del Boletín Oficial incluirá una resolución a partir de la cual se confirma que el aumento del 20 por ciento para la segunda cuota se abonará la semana entrante, tal como lo había comprometido el Ministro/Candidato.
Pero hay una concesión más que hizo Sergio Massa y que avanza más allá de las urnas de las generales o quizá de las del ballotage.
El texto elaborado por la Secretaría de Agricultura de la Nación abarca una partida presupuestaria extraordinaria para poder generar dos cuotas de Impulso Tambero más, que incluyen la suba anunciada en septiembre.
Por lo tanto, en noviembre y diciembre los tambos de hasta siete mil litros percibirán dos subsidios extra de hasta 960 mil pesos, según corresponda por producción y en los estratos productivos de hasta 1.500 litros o al tope mencionado.
Es probable que los primeros en percibir el pago sean los productores con cuentas en bancos estatales y luego los de las entidades privadas, como sucedió en los abonos anteriores.
Esto es un auxilio que no alcanza, que quizá debería estar gestado a partir de una mejor legislación sobre emergencia agropecuaria, en un contexto económico un poco más normal, en condiciones más regulares como las tienen nuestro competidores en el mundo, pero es lo que se logró después de muchos meses de pedidos de ayuda que llamativamente no tuvieron criterios de acuerdo entre toda la cadena.
Este 2023 será el año del regreso de las compensaciones lecheras, con otro nombre, con un formato diferente, para la escala que más impacto tiene en los riesgos de continuidad, sin respuestas sobre la disponibilidad de créditos para los tambos que producen desde 7.001 litros, entre muchas otras condiciones, pero claramente debería ser el período en el que la cadena lechera reflexione más sobre sus criterios dispares, sus tironeos y las necesidades reales de productores, industriales y todos los que están alcanzados por una cadena de gran impacto social y económico, mientras que el futuro es una gran interrogante para el país en general y para el sector en particular.
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