Por Elida Thiery - Es un año complejo para la lechería, en todos los mercados. Mientras en esta parte del mundo la sequía constante hace su juego, sumada a los desmanejos económicos y políticos, en otros países las dificultades tienen otros matices más ligados a la depreciación de los lácteos.
Este martes el Global Dairy Trade consiguió una seguidilla de cuatro subas consecutivas, con un promedio del alza ubicado en el 4,3 por ciento, habiéndose iniciado la tendencia el 5 de septiembre pasado.
Básicamente esta recuperación marca un nuevo piso particular para la Leche Entera en Polvo, que es el producto de referencia a nivel internacional, con un alza de 4,2 puntos porcentuales, llegando al piso de 3.059 dólares por tonelada, recuperando el número de abril y ya más lejos del piso del 15 de agosto pasado con 2.548 dólares. Los contratos a futuro marcan una tendencia de ascensos similares incluso hasta el próximo marzo.
La leche descremada en polvo, que es el segundo producto de referencia más importante de Fonterra, trepó 4,3 por ciento, hasta los 2.659 dólares por tonelada.
La mayor suba fue la de la grasa anhídrida de leche con 7,1 puntos, a los 5.310 dólares, la manteca con 2,9 por ciento, cotizó por tonelada en 4.940 dólares por tonelada. Sin oferta de manteca en polvo, con 0,2 por ciento cotizaron el queso cheddar (3.858) y la lactosa (599).
Esta es la primera subasta electrónica realizada desde que Fonterra elevó su pronóstico de precio de la materia prima para 2023/24, a un rango de 6,50 a 8 dólares neocelandeces, con un promedio de 7,25.
Con una demanda aún decaída por condiciones económicas chinas, las cifras marcan un leve margen de recuperación que genera optimismo a todo el sector a nivel internacional.
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