Las regulaciones ambientales fueron tema central en el 2° Congreso Federal Ganadero organizado por Rosgan.
Quien comenzó hablando sobre el impacto de la ganadería en el ambiente fue Walter Baethgen, científico investigador sénior del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) en la Escuela del Clima de Columbia e integrante de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de Uruguay.
Claramente “la variabilidad climática va a aumentar”, siendo el “75 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero originadas en las energías fósiles”.
Es importante saber que todas las emisiones de ganadería y el manejo del estiércol equivalen a las pérdidas fugitivas del sector de la energía, con el 5,8 por ciento del total. De China, Estados Unidos y la Unión Europea vienen las principales emisiones, lo cual coincide con el establecimiento de agenda en este sentido, siendo Sudamérica la que tiene un aporte ínfimo a este problema.
“El dióxido de carbono permanece mil años en la atmósfera y el metano sólo diez”, además, “en la producción ganadera no se genera nuevo carbono, sino que con un ciclo biogénico recircula a través de la digestión del rumiante”.
Baethgen destaca que reduciendo sólo el 20 por ciento de las emisiones netas de la gandería se conseguiría el balance cero de metano, porque esto tiene efecto inmediato en la disminución del calentamiento global.
Las fuentes naturales de metano no se contabilizan porque siempre estuvieron, equilibrando pasturas con rumiantes desde hace millones de años. “Relativicemos, pongamos las cosas dónde van”, debiendo sectorialmente influir más en las agendas teniendo la oportunidad de reducir las emisiones netas, generando menos con fuentes de energías renovables. La clave está en la correcta medición del carbono, para la toma de decisiones en consecuencia”.
“Hoy hay un mercado de crédito de carbono”, por lo tanto es importante diferenciar que “no hay una sola producción pecuaria, hay que medir y educar”. En el mismo sentido, “se debe atender a la conservación del pastizal natural, el bienestar animal, la inocuidad, los servicios ambientales, los impactos en el suelo, eso hace que se miren otros impactos”, en un mundo donde el consumo es cada vez más exigente y en el que la ganadería puede ser clave para resolver conflictos ambientales.
Regulaciones internacionales
Seguidamente
se detalló el trabajo de la Unión Europea en la reglamentación que
a partir de 2025 prohibirá el ingreso de productos provenientes de
áreas deforestadas.
Sobre
esto Enrico Prezio, primer
secretario de Asuntos Económicos y Comerciales de la
UE habló sobre el Reglamento sobre productos libres de
deforestación, que no es una política asilada, sino que forma parte
de un conjunto de definiciones generadas a partir del 2019 para
“intensificar la actuaciónd de la UE para proteger y restaurar los
bosques en el mundo”, siendo puestas en marcha recientemente.
En
los últimos treinta años hubo una deforestación de 420 millones de
hectáreas de bosques, según la FAO, siendo en parte actividades
legales según las legislaciones de cada país.
Esto
significa el 11 por ciento de las emisiones de GEI a nivel global,
siendo el 90 por ciento correspondiente a la expansión de la
frontera productiva.
“La
intención es contribuir de forma mínima a la deforestación con la
demanda de productos originados en estos sectores”.
La
declaración de diligencia debida, debe dejar constada la condición
de libre deforestación para el comercio con la UE, con una estricta
trazabilidad, en marcos de legalidad, aplicables a aceite de palma,
soja, madera, cacao, café, caucho, ganado bovino, así como
productos tales como chocolate, muebles, neumáticos, entre otros,
aunque con revisiones progresivas, se pueden ir cambiando coberturas
de productos .
Se
toma al 31 de diciembre de 2020 como la fecha de inicio de
consideración de tierra deforestada y se hará una categorización
de países por riesgo estándar, bajo o alto, teniendo todos un nivel
mínimo de inspecciones sobre el riesgo.
En
este sentido, se trabaja en cooperación con Argentina para cumplir
con el nuevo reglamento, con mayor impacto en la carne bovina y la
soja, usando el programa Al-Invest, además del proyecto en Santa Fe
para promover la sostenibilidad de la cadena de valor de la carne
bovina, siempre trabajando sobre la transparencia, la base científica
y metodológica, a partir de lo que se logra frenar la oferta y la
demanda de productos con estos orígenes.
Fue
el Med. Vet. Pablo Fiore como director Provincial de Producción
Pecuaria y Avícola, quien destacó que ser libre de deforestación
le significa un valor agregado al trabajo que se hace en Santa Fe,
con el apoyo de World Wildlife Found, la Fundación Vida Silvestre y
con el apoyo de la Mesa Ganadera de la provincia.
El
14 por ciento del territorio santafesino corresponde a bosques
nativos, correspondiendo a más de 1.747.000 hectáreas. Se midió la
trazabilidad ambiental, la trazabilidad animal y así se llegó a la
prueba pasando del establecimiento de cría, al de recría, en los de
engorde y hasta los procesadores de carne. En el inicio fueron siete
frigoríficos y cuatro curtiembres los que participaron en la prueba
piloto, cubriendo a más de 300 productores en 674 mil hectáreas y
373 mil animales. Se llegó así al Programa Santa Fe Verified
Process, vigente desde el 3 de julio de 2023.
De
179 mil parcelas productivas totales que registra Catastro, sólo el
0,4 por ciento cuenta con algún disturibio por deforestación
ligados a limpieza de alambrados o picadas, o fuego intencional, por
lo tanto se hace muy accesible la gestión de certificación para los
productos santafesinos.
Finalmente,
Emiliano Grave, coordinador General de Campo de la Dirección
Nacional de Sanidad Animal de Senasa, recorrió la importancia del
Sistema de Trazabilidad Sanitaria de la República Argentina que se
complementa con las legislaciones y futuras exigencias, en el que se
sigue trabajando en profundización, para seguir diferenciando a los
animales argentinos en el mundo, apuntalando a la ganadería para
hacer más y mejores negocios a nivel global.
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