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Pasó la primera vuelta, se usaron muchos artilugios políticos para sostener la estrategia, se venció el plazo para conseguir fondos para el fideicomiso que ansiaba un grupo de empresarios que confiaba en los fondos estatales, pasó el balotaje y fue sólo con la conciliación obligatoria del viernes previo a la Navidad que se logró destrabar el esquema de asambleas que bloqueaban la actividad de la empresa.
Más de dos meses de no dejar trabajar a quienes querían, de no permitir la carga de productos en camiones, en los que se debió derivar la leche de los tambos, en las que no hubo movimiento comercial, en los que no pudo haber facturación y sin embargo la intención sindical sigue intacta.
Pocos días antes que llegue la decisión del Ministerio de Capital Humano y que está a poco de vencer en su plazo ya se había comenzado a iniciar una reactivación que hoy es una realidad.
En las plantas se prohibió el mantenimiento, el corte de malezas, el cuidado de líneas de producción y son los propios trabajadores los que estiman que el stock de productos cayó por debajo del cinco por ciento en los depósitos de las diferentes plantas y centros de distribución. Las estanterías vacías responden a un bloqueo, no a un vaciamiento, porque en estos días ya se están volviendo a completar, e incluso de los principales productos el último en retomar su producción será el queso blanco Mendicrim, este lunes en la planta cordobesa de Devoto.
Hubo amenazas personales y situaciones de violencia diversas, pero también la Cooperativa logró concretar una denuncia penal sobre los impedimentos de trabajo.
Habiendo sido constatado por inspectores de la Secretaría de Trabajo en diferentes propiedades de SanCor en distintas provincias, el gremio siguió motivando a un reducido grupo a continuar con la retención de tareas, a pesar que sea conocido que en la conciliación obligatoria, las partes involucradas en el conflicto están legalmente obligadas a llegar a acuerdos, o al menos a acatar las decisiones de las autoridades.
Tal como lo había comprometido y propuesto en audiencias, SanCor este jueves comenzó a pagar cuotas mejoradas de los salarios a todos los que están en actividad laboral, para lograr el objetivo de llegar en próximos días a recuperar espacio en heladeras y góndolas, que fue perdido hace más de dos meses y que tendrá a largo plazo una consecuencia intensa para la láctea.
El pago fue de 110 mil pesos, la semana próxima y durante tres consecutivas será de 250 mil pesos, mientras que en las cuatro siguientes el monto ascenderá a 300 mil semanales, continuando con la vigencia de la Resolución E 658 / 2017 que desde agosto de ese año y con acuerdo de Atilra, habilitó el pago semanal y contraído de los salarios.
El problema fue que quienes sostuvieron las asambleas recibieron un porcentaje ínfimo salarial, e incluso comentan sus compañeros que ya no perciben el pago de cien mil pesos que hacía el gremio para que mantengan esta forma de bloqueo a la empresa, fondos pagados en efectivo, en mano y de los que se desconoce su origen, aunque algunos comentan que son provenientes de una ciudad de Santa Fe que no es Sunchales, epicentro de la empresa y del conflicto.
Con la instalación de versiones temerarias y sin pruebas, pero que intentan afectar a los trabajadores, este viernes se repartió en grupos de Whatsapp una comunicación firmada por el Cuerpo de Delegados de SanCor de todo el país, que a continuación transcribimos para clarificar posturas.
Ahí apuntan de delincuentes a los dirigentes, los acusan de fugas sin detalles de qué ni de a dónde, se refieren a la Cooperativa de tamberos como si fuese propia, pero lo más interesante está en el punto donde indican “despidos masivos”.
Fue Héctor Ponce quien declaró públicamente que promovía el fideicomiso que tenía en su planificación el despido de 899 empleados de los 1.525 que al 3 de octubre fueron relevados por la Comisión Nacional de Valores, siendo este plan el mismo que continúa vigente detrás de este bloqueo y la intención de quiebra.
Arrebatarle la dignidad a la gente que quería ganarse su sustento, hacerle pasar a todos una Navidad olvidable, amedrentar a trabajadores en sus domicilios y puestos laborales, transformar la realidad a favor de un negocio no esclarecido ante afiliados y no, es parte de un insólito ejercicio sindical que de querer retomar plenamente los bloqueos ya le será imposible a la gremial, porque sus representados se dicen traicionados.
El texto completo es el siguiente.
Cómo
ya todas y todos los compañeros saben, Sancor viene tercerizando
unidades de negocio, desguazando su actividad productiva y
produciendo de esta manera un vaciamiento de empresa.
Esta
despreciable estrategia no cierra sin despidos masivos y sin
violentar todos nuestros derechos laborales.
La
situación es dramática y terminal. Los directivos de la empresa lo
saben y planean la fuga en tanto siguen chupándonos la sangre hasta
se llevarse lo último que nos quede.
Las unidades industriales
están desgastadas y el panorama es desolador, se están llevando
todo y las instalaciones se encuentran en un estado de abandono
total. En una empresa ruinosa, sin mantenimiento, ¿quién asegura la
inocuidad de los productos?.
Las y los trabajadores no queremos
convertirnos en cómplices de la mafia responsable.
Los
directivos en lugar de regularizar la enorme masa salarial violan el
período conciliatorio utilizándolo para seguir vaciando la empresa
y evadiendo al fisco.
Durante
la conciliación no se pueden descontar haberes y lo están haciendo.
La situación es terminal y sin salida.
El
ciclo de la empresa como hasta hoy se conoce, concluyó.
Pero
no es el final para nosotros, este cuerpo de delegados junto a las y
los trabajadores y el acompañamiento de nuestro sindicato no vamos a
permitir que 1.400 familias queden en la calle. Buscaremos y
encontraremos la forma legal para continuar con nuestra querida
fuente trabajo, al margen de estos delincuentes.
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