Por Elida Thiery (Bichos de Campo) - Desde hace varios años la situación económica de la empresa cordobesa La Lácteo es compleja, sin embargo, la intención es sostener los puestos de trabajo a través de la provisión de producto en los comercios, para intentar sanear este cuadro.
A través de un comunicado en las últimas horas la firma que remarca que tiene capital absoluto cordobés sufre un paro total desde la hora cero del pasado sábado 6 de enero, por parte de los trabajadores encuadrados en la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina.
La motivación de la medida de fuerza fue la falta del pago total de los salarios que se había comprometido para el día anterior a la acción, siendo ese el cuarto día hábil del mes.
La empresa remarca que el promedio salarial de los 129 empleados está en 1.250.000 pesos y que no se pudo efectivizar por completo “por la disminución en las ventas y cobranzas durante los 45 días previos, producto de demoras en el abastecimiento de material de empaque (cajas y bandejas de cartón corrugado) porque el mismo contiene componentes importados cuya dificultad de importación es públicamente conocida y también fue informada largamente a nuestro personal, situación que desde fines de año se había regularizado junto a la apertura de las importaciones en el país”.
Reconocen que “si bien la empresa viene arrastrando dificultades y restricciones financieras desde su presentación en concurso preventivo de acreedores en noviembre de 2018, al 5 de enero del corriente año se encontraba al día con las remuneraciones de bolsillo de todo su personal y operando con normalidad”.
Dice la firma que la medida de fuerza es absoluta y total en todos los sectores, productivos,
administrativos, financieros, comerciales, logísticos y de servicios, lo cual entorpeció radicalmente la totalidad del funcionamiento empresario, que quedó solo en manos de una veintena de personal fuera de convenio acompañado de una decena de empleados por el Programa Primer Paso implementado por el Gobierno de la Provincia de Córdoba, quienes no pudieron suplir a la totalidad de la fuerza laboral.
La Lácteo habla de “abandono intempestivo de las tareas”, realizado “cuando los tanques de la empresa contenían 250 mil litrosde leche recibida desde los tambos remitentes, de los cuales hasta el momento 70.000 lt debieron decomisarse por imposibilidad de ser procesados”, una situación que se repite en cada una de las instancias de bloqueo que cumple el gremio.
Sostienen que “desde la iniciación de la medida de fuerza la empresa se ha visto impedida de facturar hasta la fecha más de 800 millones de pesos, lo que la lleva a un desfinanciamiento absoluto, más aún cuando no tiene acceso al crédito bancario desde 2018”, a lo cual se suma una larga lista de pendientes reportados por el Banco Central de la República Argentina.
Se reporta el pago del total de los salarios a una ínfima parte del personal, se generaron devoluciones de cheques de proveedores por faltante de fondos, e incluso ya tuvieron discontinuidad en la venta de leche por parte de algunos tambos.
Enuncian que diectivos de La Lácteo “se comunicaron en forma permanente con el personal en paro, con los delegados gremiales y con los integrantes de la seccional Córdoba de Atilra manifestando en todo momento que la imposibilidad de operar llevaría a la empresa al colapso. Aún así la intransigencia y la hostilidad se mantuvieron inamovibles”.
El lunes 8 y luego de la gestión letrada de la empresa, fue dictada la conciliación obligatoria por parte de la Secretaría de Trabajo de Córdoba. Hoy jueves se desarrolló una audiencia de conciliación donde se manifestó que la medida de fuerza “impide realizar cualquier planificación para la continuidad operativa, más aún siguiendo el correr de los días sin resolución alguna y que instaba a que el personal retome las tareas y en una mesa de trabajo conjunta se intente regularizar la operación de modo que se generen recursos y poder regularizar el pago de las remuneraciones el 19 de enero”.
La gremial pidió realizar una asamblea con el personal, que terminó resultando en un rechazo de la propuesta en el plazo de pago, con lo cual seguirán con la medida de fuerza por tiempo indefinido hasta que se abone la totalidad de los salarios.
La empresa paralizada no puede procesar, ni vender, es así que La Lácteo advierte en este “cuadro desesperante” que debe comunicar a clientes, proveedores, autoridades públicas, consumidores y público en general la situación, “pidiendo sinceras disculpas por los inconvenientes que la misma haya podido causarles”.
“A pesar de este tremendo golpe, desde la dirección de la empresa continuaremos haciendo los mayores esfuerzos para obtener los fondos necesarios y poder reiniciar las operaciones”, en tanto, “esperamos que nuestro dramático y patético caso advierta a las autoridades nacionales y provinciales con competencia en lo industrial y laboral y a la dirigencia sindical que ante estas situaciones se debe actuar con la celeridad y la responsabilidad que tienen asignadas y que de este modo se evite que continúen destruyéndose innecesariamente fuentes de producción y de trabajo como ha pasado en este nuevo caso con nuestra empresa centenaria”.
La sistemática operación de bloqueos por parte de Atilra a las empresas lácteas ya acumula una larga lista de empresas aunque eso signifique el cierre, el colapso de las mismas, la pérdida de puestos de trabajo, e incluso la anulación de parte del sustento del propio sindicato.
Actualmente la planta de Arenza en la provincia de Buenos Aires y su centro de distribución de Alimentos Refrigerados SA, está en igual situación, aunque por decisión de los trabajadores, sintiéndose ignorados por el Atilra nacional, plenamente enfocada en la anulación de SanCor, aunque ya sin los efectos esperados.
La industria láctea conoce de estas estrategias, sabe del riesgo que ante un traspié le ocurra alguna vez a cada una, mientras la impunidad sindical sigue adelante y quedan en medio de los tironeos trabajadores y tamberos. Una vez más es lamentable.
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