(Provimi) - El médico veterinario Leandro Tanzi, consultor técnico de Rumiantes especializado en Animales Jóvenes de Provimi Cargill Argentina, explica cuáles son los siete pasos clave a tener en cuenta en la crianza, para lograr animales más sanos y mayor productividad, siendo de vital importancia poder incorporar el alimento sólido en reemplazo del sustituto.
Presentes en todo el mundo, con más de 100 plantas en 30 países que producen más de 600 millones de toneladas anuales en alimentos para animales, Provimi, la marca de nutrición animal de Cargill en Argentina explica que la fase de crianza en el tambo es esencial para la producción lechera, ya que asegura la futura reposición del rodeo.
Es de una importancia crítica para el ganado lechero, ya que el aumento de peso durante esta etapa influye directamente en los niveles futuros de producción de las terneras. Reconocer que éstas no generan ingresos hasta su primera lactancia y requieren tiempo para producir ganancias resalta la importancia de prácticas de gestión sólidas para maximizar su potencial. Proporcionar una alimentación adecuada a las terneras se vuelve fundamental para asegurar un futuro sólido y productivo para el rodeo lechero.
“Ya desde las primeras horas de vida de la vaca hay factores ambientales, de manejo y nutricionales que impactan no sólo en la capacidad de producción de leche, sino también en la salud del animal” explica Tanzi. “Las etapas o momentos críticos en el tambo son: la transición -dos meses antes y 2 después del parto – y la crianza de los terneros. Esa ternera que nace y tiene que estar 60 días en un sistema de crianza donde toma leche y sustitutos, es la etapa en la que hay más mortandad” completa.
Ver video: https://youtu.be/lV7RpMqCC4Y
Escuchar podcast: https://open.spotify.com/episode/0LfrO8Tk8JAAqc4O4y9YwH?si=-Cuc4-HQT3-9M8PGWF4_mA
2) PREPARACIÓN DEL SUSTITUTO
La preparación del sustituto lácteo
es una tarea fundamental que demanda atención y precisión. Cada
detalle, desde la calidad del agua hasta la temperatura justa,
desempeña un papel crucial en este proceso. La temperatura crítica
de 50º es un factor determinante que influye en la disolución
adecuada, mientras que mantener la temperatura final entre 38 y 39º
es esencial durante todo el año para garantizar la aceptación del
sustituto por parte del ternero.
Es fundamental tener en cuenta la
calidad del agua, en lo posible avalada con algún análisis previo.
Luego, se debe colocar la mitad del agua a utilizar a 50º C como
máximo. Una vez que medimos con el termómetro la temperatura y
chequeamos que estamos en la temperatura deseada, vamos a agregar la
cantidad correcta de sustito, previamente pesado y estandarizado. Si
tuviéramos que preparar 100 litros de sustituto lácteo, debemos
colocar 50 litros de agua a 50º C, sumar el sustituto y después ir
colocando el agua fría o caliente hasta lograr los litros totales a
38/39º. La temperatura de 50º es fundamental, ya que si alcanza los
60/70º se deteriora la calidad del sustituto. Y, por el contrario,
si la temperatura queda por debajo de los 50&ord m;, se vuelve
más difícil la dilución del sustituto, ya que la fórmula contiene
grasa láctea, que requiere un mayor tiempo para disolverse. Además,
es imprescindible que esta temperatura final que se le entrega al
ternero de 38/39º sea respetada durante todo el año (enero a
diciembre), ya que simula la temperatura que tendría la leche
materna de la vaca.
Ver video:
https://youtu.be/yNkxqPLjzZk
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https://open.spotify.com/episode/489adLw8aGnZTCIyRYCNg0?si=2ewjyF3NSOOsluEsJCrnhw
3) ENTREGA DEL SUSTITUTO
La crianza de terneros con sustituto
lácteo implica un proceso meticulosamente estandarizado. La
temperatura de la leche debe medirse al alimentar al primer ternero y
repetir la medición a lo largo del proceso de crianza, especialmente
en invierno, para asegurar una temperatura de 38-39°C. El suministro
de leche sigue un protocolo escalonado durante los primeros 60 días,
con cantidades específicas para evitar trastornos digestivos en el
animal. Asimismo, el desleche debe ser gradual, durante el cual se
espera que el ternero consuma alimentos balanceados, agua y fardo de
calidad.
Una vez que tenemos el sustituto a 38 o
39º de temperatura vamos a llevarlo para que lo tomen los terneros.
Algo que tenemos que tener en cuenta para tener todo el proceso
debidamente estandarizado, al darle la leche al primer ternero
debemos tomar en el balde la temperatura que tiene en ese momento
exacto. Después se repite a mitad de la crianza y al final. Suele
ocurrir en invierno que vamos a necesitar a veces una temperatura de
preparación y de salida mayor, de unos 40/41º, dependiendo de la
distancia en que esté la guachera y el tiempo que nos toma llegar al
lugar.
Es importante también destacar que los
recipientes donde va a ir la leche deben estar limpios.
Según nuestro protocolo, el suministro
de leche debe hacerse de la siguiente manera: los primeros 20 días:
2 litros a la mañana y 2 litros a la tarde. Los segundos 20 días, 3
por la mañana y 3 por la tarde. Los terceros 20 días, nuevamente 2
litros a la mañana y 2 litros a la tarde.
Toda la leche que suministremos por
encima de lo recomendado puede ocasionar problemas de empacho y una
posterior diarrea.
También es importante el desleche, que
debe ser de por lo menos 7 días donde el ternero esté consumiendo
alimento balanceado, agua y fardo de buena calidad. Si utilizamos
sustituto que contenga proteína vegetal como la soja micronizada,
tiende a precipitarse, por lo que debemos remover la mezcla para
asegurar una consumición completa y sin desperdicios.
Ver video:
https://www.youtube.com/watch?v=io3rx_hZHJU
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https://open.spotify.com/episode/4QCIibosL69vomkFEFFe7O?si=Qufb6qi5SMyW9NClCE6ksw
4) RACIÓN SÓLIDA
Desde que el ternero ingresa al proceso
de crianza, resulta fundamental proporcionarle alimento sólido. La
estrategia implica ofrecer pequeñas cantidades, alrededor de un
puñado o máximo doscientos gramos, para incentivar al ternero a
explorar alimentos sólidos. La elección ideal para la ración
inicial es un alimento preiniciador extrusado durante los primeros 30
a 45 días de vida. Este enfoque tiene como propósito estimular al
ternero, después de ingerir la leche, para que manifieste la
intención e interés en comenzar a consumir alimentos sólidos.
Luego, se debe pasar a un alimento
peleateado de 18 a 20% de proteína, hasta finalizar la crianza.
Debemos establecer un control cuando colocamos el alimento el primer
día y observar cuánto tiempo pasa el ternero hasta que empiece a
consumir ese alimento. Llenarle el recipiente de este alimento si aún
no lo ha consumido no tiene sentido; solo va a producir un deterioro
en el alimento, el ternero lo babosea, se pegotea y se degrada.
Ver video:
https://youtu.be/K8M30dAuHWw
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https://open.spotify.com/episode/7rwdtpeScyF3XeVje0HZAp?si=JwW_lU-nTJa66G4javtjQg
5) MANEJO DEL AGUA
La presencia constante de agua es
esencial no sólo para garantizar la hidratación del ternero, sino
también para un adecuado consumo de alimentos sólidos. Dado que
todos los alimentos contienen sal, la disponibilidad de agua se
convierte en un factor crítico; sin ella, el ternero podría dejar
de consumir estos alimentos. Establecer una rutina de suministro de
agua en cantidad y calidad adecuada es clave para el desarrollo
óptimo del animal.
El agua debe ofrecerse todo el año y
al menos 2 veces por día, 2 horas después de la toma de leche y 2
horas antes de la próxima toma. Es necesario que el agua sea de
buena calidad, que esté limpia. Todos los días se debe tirar el
agua remanente y volver a colocar limpia. Y en verano es importante
que armemos un protocolo para darle por lo menos 3 raciones de agua
al día.
Para asegurarnos de que el agua que
está consumiendo el animal es de buena calidad, recomendamos hacer
un análisis físico químico y bacteriológico por lo menos cada 6
meses. De existir alguna alteración en el agua, el análisis se
repite cada 60 días. Tengamos en cuenta que, en la crianza colectiva
a corral, donde hay de 5 a 12 terneros el agua está ofrecida en
bebederos que deben ser aseados periódicamente.
Ver video: https://youtu.be/CjJupZB_jko
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https://open.spotify.com/episode/1t5lTwMvWuH7O4jv7gSh30?si=sjzYayNFRJuw31dKvoU_IQ
6) IMPORTANCIA DE LOS REGISTROS
Asegurar el bienestar y desarrollo
óptimo de los terneros en el proceso de crianza implica no solo
observar su comportamiento, sino también llevar un meticuloso
registro de diversos factores clave, como la temperatura, el peso
corporal y el alimento consumido. El enfoque sistemático de llevar
registros no solo nos permite evaluar el progreso actual, sino que
también nos brinda datos valiosos para planificar y ajustar
estrategias futuras en la crianza de los terneros.
Para saber si la crianza va por buen
camino o estamos teniendo algún problema, es importante que armemos
una planilla para registrar las mediciones anteriores, actuales y
futuras. Lo primordial es medir la temperatura, tanto de la
preparación como de la temperatura corporal del ternero,
especialmente cuando se ve al animal con un ánimo bajo, orejas
caídas, demasiado quieto y abstraído. También se debe medir el
peso del ternero (al nacer, a los 30 días y a la salida de la
crianza). esto revela importantes datos sobre su peso y evolución.
Además, nos dará el indicio de si ya está consumiendo alimento
sólido y si está haciendo una correcta digestión del sustituto.
Idealmente estas mediciones de peso deberían realizarse cada 15
días.
El consumo de alimento balanceado es lo
que nos va a ayudar a que tengamos un muy buen aumento de peso. Para
esto, es importante que llevemos el dato de cuándo y cuánto
alimento colocamos en el comedero. Tomando nota de las fechas, los
kilos y el momento de reponer el comedero vacío, podremos obtener el
dato de consumo general del ternero, cuando es colectivo. Cuando se
trata de estaca, si ponemos el alimento en una jarra previamente
pesada, cuando éste se termina es posible ahí reconocer con una
simple resta cuánto alimento consumió el ternero.
Ver video: https://youtu.be/IIH1W8XB7Tc
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https://open.spotify.com/episode/72ZwNKO8Y2Dc1yGw1jiVEW?si=jIT9BUA_SPS76Diysj9_GA
7) PRINCIPALES ENFERMEDADES
En el proceso de crianza de terneros,
la diarrea se presenta como el mayor desafío, siendo responsable del
80% de las muertes, seguida por neumonía. Detectar este problema
desde sus primeros signos es crucial. Cuando el ternero muestra
materia fecal blanda, indicando diarrea, es importante tomar su
temperatura. Si ésta se encuentra dentro de los rangos normales,
podríamos enfrentar un problema de manejo, como variaciones en la
mezcla del sustituto o cambios en la cantidad de leche ofrecida. En
casos de neumonía, la observación de moco blanco en la nariz o
inquietud post-ingesta de leche son señales de alerta. Cada
enfermedad requiere de un protocolo y la consulta con el veterinario.
De la totalidad de las muertes, el 80%
son a causa de la diarrea. Le siguen cerca de un 15% causadas por
neumonías y un 5% restante proveniente de otros problemas. Apenas
comienza el ternero a tener su materia fecal blanda (indicadora de
una diarrea) urgentemente se debe tomar la temperatura del ternero,
en donde 38.5 y 39.5 grados es la temperatura habitual del animal.
Una vez tomada la temperatura y si se está dentro de ese rango, es
posible que esa diarrea sea provocada por algún problema de manejo.
Esto significa que puede haber cambios de tiempo, cambios en la
temperatura de la mezcla del sustituto, en su concentración o en la
composición del agua. También es importante ver que puede haber
modificaciones en el volumen ofrecido de leche.
Si el ternero no tiene temperatura, hay
que llamar al veterinario asesor e informarle del problema de la
diarrea y tratar de serenarse y pensar en los pasos previos a la
aparición de un episodio de estas características. Por otra parte,
si el ternero tiene efectivamente temperatura, lo que se debe hacer
es recabar información y datos: tomar una foto de la deposición e
informar rápidamente a su veterinario quien, gracias a todos los
datos que se le puedan brindar, podrá arribar a un diagnóstico
certero y su posterior tratamiento indicado.
En cuanto a las neumonías, hay que
observar en la toma de la leche o posterior, o en un día en que el
clima esté fresco, la presencia de moco blanco en la nariz o que el
ternero esté agitado. Estos pueden ser indicadores de que el animal
está cursando algún problema de neumonía. Se debe proceder de la
misma manera que con las diarreas, tomar la temperatura,
especialmente en horas vespertinas, cerca de las 16:30 o 17 horas que
es cuando los terneros comienzan a registrar mayor temperatura. Ese
indicador es fundamental que se le informe al veterinario. Además,
disminuir la cantidad de litros x toma. Por ejemplo, si estamos en 2
litros a la mañana y dos a la tarde, disminuir a 1 en los mismos
períodos de tiempo. A esto se le puede sumar un antidiarreico, que
es de uso habitual en el campo, más un antinflamatorio. De
registrarse temperaturas altas, utilizar el antibiótico recomendado
por el profesional.
Ver video: https://youtu.be/SeUH1V3BG20
Escuchar podcast:
https://open.spotify.com/episode/5fgrfygOVNZhXEzwjpRzB4?si=Z4dZSBL3SyO_LO4T6fhmfQ
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