“Que el Decreto 9 de un Presidente sea para la lechería no creo que tenga antecedentes”

Así lo indicó Sebastián Alconada, el director nacional de Lechería, en su primera entrevista formal en el cargo.

Por Elida Thiery (Bichos de campo) - Fue en Expoagro que Sebastián Alconada comenzó a mostrarse como Director Nacional de Lechería, aunque sus decisiones para mejorar al sector ya se vienen ejecutando y tienen una planificación racional para conseguir cambios reales y concretos.
Bichos de Campo consiguió la primera entrevista del funcionario, para poder trasladar al sector cómo comienza a ejecutarse esta política.
Desde 2006 tuvo la experiencia de la gestión pública con su paso por la ONCCA, la Dirección de Lechería, su transformación en Subsecretaría, trabajó en Economías Regionales en la Nación, fue director de Agroalimentos en la provincia de Buenos Aires. La pandemia lo llevó a vender alcohol en gel para sobrevivir, rearmó su consultora en asesoría de asuntos regulatorios de empresas alimenticias, no lecheras.
Tuvo una mala experiencia con una postulación para el cargo que hoy ocupa que no pudo ser, por la intervención del Instituto Patria y la ex titular del Senasa, Diana Guillén. Volvía entonces a ese lugar Arturo Jorge Videla y lo llamó para acompañarlo y de alguna manera resistir en una gestión que fue particularmente nociva en regulaciones y acciones contra el sector lechero y con estos dos nombres pudo tener cierto resguardo.
Alconada empezó a sonar frente a otras figuras que se operaban desde algunas instituciones, ante los que creían que eran números puestos para el cargo, a pesar de tener antecedentes negativos; y fue así que con los apoyos y objeciones adecuadas, sabiendo como estaban las cosas, pudo trabajar desde el inicio de su tarea.
Cuando me invitaron a la primera reunión con Fernando Vilella (Secretario de Agricultura) y Pedro Vigneau (Subsecretario de Fortalecimiento Productivo y Sustentable), charlamos y nos entendimos rapidísimo. Lo primero que dije es que el sector necesitaba no tener intervenciones en el mercado, eliminar las retenciones para poder exportar y crecer; y para todo sin financiamiento no se puede hacer nada. Además que había que profundizar la información, que hoy está teniendo un debate importante sobre la forma en la que se presentan los datos de producción y precios”.
Alconada que consiguió en menos de tres meses aclarar como nadie antes la construcción de datos para la lechería, incorporando un detalle de valor pagado al productor en kilos de sólidos, con el aclaratorio del precio final por mes en tiempos de alta inflación.
Nosotros queremos dar más transparencia para que en los tambos se tengan más herramientas para negociar, aunque también le sirve a las industrias”, porque en definitiva es seguir mejorando una política pública activada en 2016 con la famosa Resolución 229 que puso en marcha al Sistema Integrado de Gestión de la Lechería y que no limita las bonificaciones. Quizá un ajuste de parámetros para esa leche de referencia podría ser un próximo paso de cualificación.
El Siglea es clave para el sector pyme, porque de las 370 industrias que compran leche y lo reportan, la amplísima mayoría son pequeñas y medianas y unas 250 utilizan al sistema para liquidar los pagos, permitiendo acumular datos sanitarios, migrar desde otros sistemas, logrando equilibrar a las empresas que sólo tienen un proveedor de materia prima, como las que reciben leche cruda de más de mil”. Automatizar cada dez más el sistema es una clave.
Disponer de datos concretos es lo que permite que en unas dos semanas el BICE ponga en marcha un esquema de préstamos para los tambos que quieran invertir en tecnología e innovación, referenciados en litros de leche al valor Siglea, que es lo que sin tantos detalles anunció en Expoagro, Juan Pazo, el secretario de Desarrollo Productivo de Economía.
Alconada entiende que “el negocio tiene que tener condiciones atractivas, en el que se gane dinero. Pudiendo avanzar en esto, también trabajaremos en una estrategia para reducir la informalidad, para tener a un sector con más transparencia”, a lo que se puede sumar con nuevos elementos financieros un incentivo para la formalización de producciones y facturaciones.
La política de esta gestión priorizó desde el inicio al sector. “Empezamos a trabajar sabiendo que el 31 de diciembre se vencían las retenciones cero para los lácteos y automácticamente el 11 de diciembre se inició todo el camino administrativo para extender la baja por seis meses más. Que el Decreto 9 de un Presidente sea para la lechería no creo que tenga antecedentes y eso es un espaldarazo enorme, en el medio de discusiones mucho más grandes”.
Para Alconada debería aprobarse el nuevo formato de Ley Omnibus donde se incluye la baja definitiva de los Derechos de Exportación. “Queremos una lechería que no tenga más retenciones, ni intervenciones en el mercado”.
Sobre la baja de los reintegros a la exportación, como devolución de impuestos y no como un incentivo, tiene a la definición en el ámbito privado, siendo las cámaras empresariales las que están discutiendo propuestas para retrotraer los cánones a valores históricos que rigieron hasta el 2 de enero, anulados de forma definitiva, o en caso de haber alternativas superadoras, poder coordinar los cambios.
El Director de Lechería trabaja con los gobiernos provinciales y se animaó a asegurar que “hay un buen ánimo”, más allá de las consecuencias climáticas y del impacto económico. Haber “honrado la deuda de la última cuota del Impulso Tambero, no resolvió nada, pero sabemos que ayudó a los productores a atravesar un enero que fue complicado”.
Sebastián Alconada está dispuesto a dar debates sobre puntos clave del sector a los que muchos no se han animado, o han sucumbido ante discursos repetidos y sin mucho sustento.
Que la lechería crezca, mejore a pesar de todas las condiciones reinantes, pero sobre todo que vuelva a ser un jugador fundamental en el mercado internacional, para aumentar exportaciones y valor interno, es parte del sentido esencial de esta nueva política sectorial.

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