(Por Elida Thiery - Bichos de campo) - Hace algunos años que en Rafaela se “venteaba” que esto podía pasar. Una noticia triste que pareció inevitable es la que hoy vamos a contar.
En un flyer de remates se ofrecen “120 vacas en producción, cruza jersey sola marca (por cierre explotación)”. Al anuncio lo envió el INTA y el camino era claro, el que dejará de producir es el tambo cruza, el Biotipo, la Unidad de Producción Intensiva de Leche.
El que está pegado a la zona industrial del norte de la ciudad, el que desde hace unos años corría más riesgos cuando la exageración de la normativa local empezó a rondar sobre el periurbano, el que sirvió para generar los primeros datos concretos sobre la producción con rodeos cruza en la cuenca lechera central, el próximo viernes 31 de mayo encontrará en el martillo de la Cooperativa Lehmann el punto final y así solo quedarán dentro de la Estación Experimental Agropecuaria Rafaela del INTA otros dos tambos, el Experimental y el Robot.
A unos kilómetros seguirá adelante el Tambo Roca, donde algunos de los ejemplares se destinarán, porque ahí se está haciendo una tarea de comparabilidad de producción y calidad con rodeos Holando, entre el INTA, la Universidad Nacional del Litoral y los grupos CREA. Pero la UPLI ya será historia.
Actualmente se producían unos 3.700 litros diarios en el extremo sur del importante predio que tiene la institución en la ciudad de Rafaela y la herida será grande.
Si bien en los últimos años la cercanía con varias industrias, con el obrador municipal, con el desvío de tránsito pesado al relleno sanitario local y el desvío de la Ruta 34 influían, las restricciones en las aplicaciones de cualquier tipo para mantener las pasturas venían haciendo su juego negativo.
La decisión de cerrarlo llegó luego de una reunión de asesores e integrantes de la entidad, hace un mes al anoticiarse que ya no podrían alquilar más un lote lindero, de unas 60 hectáreas, donde se producían forrajes para la Unidad de Recría de Vaquillonas, que recibe a esa categoría de todos los tambos institucionales, por lo tanto, la competencia por la tierra fue ganada por la agricultura ante la lechería.
Hay un silencio sobre el tema, un recelo en los detalles que no hace más que confirmar que la decisión fue de muchos, pero que la tristeza es de todos.
En el INTA Rafaela se venía debatiendo esto hace por lo menos dos años y las vacas resistían, hasta que muchas modificaciones internas hicieron que el destino sea innegociable, en medio de muchos cambios que corresponden a la jubilación de su director, Ing. Jorge Villar, del interinato del cargo hasta que a fines de junio por parte de Gustavo Almada, que ya no pudo contener la situación. Sería a fines de junio que se conozca el nombre de quien gane el concurso en marcha para la conducción de la estación que espera cambios en la gestión.
La Experimental viene en los últimos años teniendo un importante movimiento de recursos humanos, e incluso está demorada en la reposición de cargos y personal. Esto no determina la situación de una unidad productiva, pero claramente puede afectar el funcionamiento general de un espacio que genera valor, conocimiento, avances científicos y sobre todo datos muy valiosos para la cadena lechera.
Rafaela se ufana de ser el corazón de la cuenca lechera central, el INTA Rafaela es el más lechero del país y esta novedad claramente es una pésima noticia para el lugar, la región y el sector.
A una semana de dejar de ser lo que es, el cielo hoy se veía más gris sobre la instalación que tiene diez bajadas en la fosa y un equipo de frío de seis mil litros.
Los animales rumiando y produciendo leche parecían más echados en los lotes, el ruido del tránsito desde la Ruta se oía más fuerte y de alguna manera el acumulado de años de malas políticas, de pésimos manejos en la lechería y de una situación económica acuciante para los tambos tienen estas consecuencias, la de la tristeza de un tambo que no será más, de otro que se baja de la lista de la que podría volver a ser la gran lechería argentina.
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