Por Elida Thiery – Debería el sector lechero mundial conformarse con los resultados que logran sostenerse en los precios que ofrece el Global Dairy Trade. Este martes la subasta 357 consiguió un promedio de 1,7 por ciento en alza de los precios de los productos.
Con la sola caída de la lactosa (-1,9%; 792 dólares), se lograron márgenes de hasta 10,4 por ciento en la manteca en polvo, con el foco constante en la leche entera en polvo que trepó 1,7 por ciento, hasta los 3.478 dólares por tonelada.
De esta manera, los precios internacionales ahora se acomodan al ritmo de lo logrado en octubre de 2022, temporada en la que se dieron los últimos valores destacables, allá por marzo de ese año, cuando por ejemplo la leche entera en polvo se situó en 4.757 dólares por unidad de medida.
Pero esos tiempos quedan lejos, sobre todo porque China está teniendo un comportamiento irregular que desajusta cualquier estimación global. En el primer trimestre de 2024 las compras chinas bajaron 16,9 por ciento hasta las 487.200 toneladas, con un volumen económico contraído al 31,8 por ciento por 2.233 billones de dólares.
El gigante asiático viene creciendo en producción propia desde 2019, alcanzando una provisión nacional cercana al 70 por ciento, motivo por el cual la demanda está desacelerada y golpea a los siete principales proveedores lecheros entre los que están la Unión Europea, Estados Unidos, Nueva Zelandia, Australia, Brasil, Argentina y Uruguay, que contienen al 80 por ciento de los negocios globales.
Sin embargo, China no despega de los 30 kilos de consumo per cápita en lácteos al año, mientras Estados Unidos registra unos 300 kilos, o el caso de Argentina se sitúa cercano a los 200 kilos anuales. Esto es lo que sigue motivando a las proyecciones, aunque ya sin tanto impacto en las fórmulas infantiles, que se contrajeron en el primer trimestre de este año más allá del 48 por ciento, porque la población china por debajo de los 20 años se estancó en los 60 millones de personas.
La tarea debería estar puesta en seguir educando en la diversidad del consumo lácteo, para ampliar los márgenes.
Hace algunas semanas el análisis de Rabobank ya indicaba que la recuperación de los precios mundiales de la leche no logra concretarse mientras transcurre este segundo trimestre, simplemente por la debilidad en la demanda China y porque en muchas regiones productoras las cifras totales son menores, como sucedió en Argentina en el último año, por complicaciones con el tipo de cambio, la influencia del Dólar Soja, la sequía y la irregularidad de los alimentos, la falta de recuperación en la primavera, los calores tardíos de este verano y la debilidad económica y social general que deprecian los productos, aún con menor disponibilidad.
Esta situación de contracción productiva también se dio en los principales países del sector y todo se combina para debilitar a uno de los comoditties más fundamentales.
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