En Francia la producción de leche no remonta, pero igual las tradiciones se elevan


(Por Elida Thiery) - Francia acaba de cerrar un primer semestre del año con el 1,4 por ciento más de producción de leche. Vienen de los casi 23 mil millones de litros en 2023 y en mayo se juntaron 6.979 millones de litros, lo que representa una expansión de 0,3 por ciento en la comparación interanual.
Los balances globales para la lechería no están siendo buenos en producción y mucho menos en precios. Para el décimo productor europeo de leche, que pelea cuerpo a cuerpo la tradición láctea con otras naciones, hay estrategias para destacarle aunque no logren revertir las contracciones que se ven venir.
En la actualidad el 5,6 por ciento de la leche es de producción biológica, en volúmenes que se siguen contrayendo cada temporada, mientras que la leche para productos con denominación de origen abarca el 16,2 por ciento del total. Lo que se estima es que por cuestiones climáticas la mala calidad de las pasturas sigan contrayendo la producción y esto reacomode los totales anuales.
A lo largo del año se puede comer más de un queso diferente cada día, con productos de altísima calidad y destacadas marcas, pero lo cierto es que es una Nación que jamás discute a esta producción y mucho menos, se le anima a los tamberos o los agricultores que tienen un temple tan aguerrido como sus antecesores de la verdadera Revolución.
De tanto en tanto desarrollan estrategias de comunicación donde la población se acerca a la actividad, en la Place de la Republique o la Avenue Champs Elyssées en Paris.
Ahora en plena actividad de los Juegos Olímpicos no pierden el tiempo. Lanzaron diversos modelos de remeras de los Juegos Agrícolas, donde las vacas son muy protagonistas, con mensajes positivos indicando frases como “cada vez más alto” con un bovino atleta, o con un tractor aguerrido “productor 24/24, no hay nutrición sin agricultura”. Le agregan juegos digitales y también juegos de mesa donde hasta se debate la transición generacional en las empresas agropecuarias.
Nada de eso sucede en estos lados.
Pero no se quedan solo en el márketing, porque ahora retoman tradiciones para fomentar el turismo.
El pasado fin de semana se hizo la tradicional Fiesta de la Leche en Blois-Sur-Seille, una pequeña localidad en el centro-este de Francia.
Hace dos años decidieron volver a poner en marcha, con fines turísticos un “teleférico lechero”. A no imaginar ninguna vaca voladora, sino simplemente una plataforma que puede transportar algunos tachos de leche.
El ingenio en 1892 había iniciado esta forma de transporte que sólo depende de la gravedad, permitiendo el traslado desde lo alto de la montaña hasta el pueblo, donde estaba la quesería. Este sistema se utilizó hasta 1983 y ahora es un punto atractivo para las visitas. Durante todo el año se puede visitar el teleférico, pero durante la Fiesta de la Leche es interesante mirar los recorridos cada dos horas, tanto de día, como de noche, tal cual sucedía en tiempos en los que era la única manera de hacer llegar la materia prima a la planta.
Además de vinos locales y regionales, productos gourmet, los visitantes pudieron apreciar en vivo la elaboración artesanal del queso Comté, un semiduro que tiene denominación de origen desde 1958, aunque existe desde la edad media y que tiene a la leche de base pastoril como ingrediente fundamental.
No está fácil el cuadro para la lechería en todo el mundo, pero a las mejores estrategias para difundir ,sostener y promover la actividad, vale la pena destacarlas, sobre todo para aprender mucho de todo lo que nos falta en Argentina.

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