¿Cuáles fueron los temas lecheros que se debatieron en Palermo 2024?

Por Elida Thiery (Bichos de Campo) - Lo supimos antes que empiece esta 136° edición de la Exposición Rural de Palermo, la pista no iba a tener animales Holando Argentino, sin embargo el esfuerzo valió la pena y la lechería logró nuevamente hacerse un lugar de importancia en el predio de la Sociedad Rural Argentina.
El Espacio Lechero, de punta a punta y en cada ordeño, concentró a miles de personas que cada día se acercaron a ver algo inédito, un robot ordeñador instalado y en funcionamiento para atender a las cuatro vacas de la cabaña San Pedro de Tandil, que con genética de gran calidad muestran la productividad, la buena respuesta al cuidado y la mansedumbre a la hora de ser ordeñadas, le dieron el marco ideal a las charlas que se ofrecieron para explicar el sistema, para evacuar las consultas del público y para promover el consumo de lácteos, alimentos básicos para una nutrición completa.
Hubo una secuencia de encuentros técnicos que abarcaron temas diversos para el sector.
En el inicio de la muestra, el Director Nacional de Lechería hizo una presentación sobre la importancia de la tecnología, planteándolo para el sector como “Aliados para un cambio de paradigma”. Sebastián Alconada manifestó su intención de cambiar la forma en la que se comunica al sector y entre los propios eslabones de la lechería, donde es fundamental “hacer una autocrítica”, para entender la situación real de la cadena.
Con tecnología disponible para mejorar el ordeño, el bienestar, la alimentación, la automatización y el monitoreo, la tarea de cada una de las partes tiene que estar dada en la mejora de cada una de estas instancias.
Hoy la producción de leche en el país genera más de 45 mil puestos de trabajo, representando al 26 por ciento de los que se dan en la cadena. Con 9.735 tambos, la principal distribución está en 34,5 por ciento en Santa Fe, 28,8 en Córdoba y 20,8 por ciento en Buenos Aires, a partir de 1.486.248 animales en el rodeo lechero, que producen 11.326 millones de litros anuales.
La tasa de cierre de unidades productivas está en un nivel menor a los parámetros globales, pero que sobre todo está más contraído esto teniendo en cuenta los datos resultantes de la última encuesta realizada por el INTA en el sector, donde el 22 por ciento de los productores reconocen no hacer gestión económica, el 43 por ciento no desarrolla una gestión integral y el 57 por ciento no trabaja sobre un presupuesto financiero.
El 83 por ciento sostiene que las viviendas del personal en el campo están en buen estado, a pesar que el 56 por ciento no tengan agua caliente disponible en el baño o la cocina.
Estas son decisiones empresariales” manifestó Alconada, llamando a “hacer un análisis crítico en el rol que nos toca a cada uno, para poder construir desde lugares ciertos”. Está decidido a transparentar la situación de la cadena, apuntar a la mejora de la producción primaria, “superando la discusión del precio”, ya que hay temas urgentes más urgentes que las ideas fijas de décadas.
Se que tenemos que generar condiciones para que ustedes puedan negociar mejor”, es por eso que “estamos trabajando en la implementación de buenas prácticas para ser menos vulnerables tranqueras afuera”, sobre todo “sabiendo que estamos en un escenario que es bueno”, más allá de las condiciones internacionales, proyectando mejoras a mediano plazo, incluso en el mercado internacional.
Alconada subrayó que “los no se pueden históricos del sector, son oportunidades”, con lo cual propuso, además de trabajar en los ciclos productivos de la lechería, enfocar el aumento de la producción acompañando al crecimiento de las exportaciones, avanzando sobre la desburocratización, sobre la no intervención, e incluso facilitando el financiamiento para acceder a todo tipo de tecnología. Sobre todo en las más accesibles, relevadas también por INTA, como la sombra artificial en el corral de espera, que ya tiene el 58 por ciento de los tambos, el 27 por ciento tiene comederos automáticos, el 26 por ciento cuenta con ventiladores y/o aspersores y sólo el 25 por ciento de los tambos tiene retiradores automáticos de pezoneras.
La lechería tiene mucho en lo que avanzar y con políticas sencillas, decididas y oportunas puede lograrlo.
Este jueves, a salón completo y durante tres horas, el economista de la SRA, Ezequiel De Freijo, repasó la actualidad del sector nacional e internacionalmente, con muchos desafíos por sortear. “El problema es tener una economía que permita subir el salario real para salir del estancamiento y shock de oferta. Necesitamos volver a la inversión en producción e industria”, dijo.
Seguidamente la Cámara de Empresarios Lecheros de Córdoba hizo su presentación, ampliando los detalles de un nuevo sistema de negociación del precio de la leche a través de un gerente, que sigue creciendo en adherentes y litros, desde hace poco más de dos meses.
El panel más fuerte de esta actividad organizada por Raúl Catta, el titular de la Comisión de Lechería de la entidad anfitriona, a pesar de las expectativas, logró acuerdos y ciertas coincidencias para que el sector avance, en base a lo que falta ajustar en el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería.
Eduardo García Maritano, en representación de Confederaciones Rurales Argentinas, pidió “atender la demanda para no tener una sobresaturación del mercado” y que se cumpla el artículo 4 de la Resolución 229/2016, de tipificación del pago de la leche cruda, plazos y precios por kilo de grasa y proteína. Además el artículo 9, sobre el que próximamente se debatirá la actualización de la definición de leche de referencia. Luego agregó los pedidos institucionales que se reiteran desde hace años.
Quizá fue Marcos Snyder en nombre de la Cuenca Mar y Sierras y Abasto, quien apuntó correctamente, “el Siglea es una herramienta de información”. Esto fue apuntalado por Juan De Pian, de la primera de esta entidades, destacando que “el error fue haber tomado al Siglea como un precio de pizarra, por la ausencia de otros datos que construyen valor y es por eso que queremos más claridad en el mundo de los precios”.
Justo Brave, desde SRA, coincidió con la mirada y sostuvo que “el Siglea no debe desaparecer, porque es una herramienta estadística valiosa”.
Luciano Di Tella, fue el único representante del segundo eslabón en la mesa. No dudó en decir “los industriales estamos condenados, porque nos dicen que estamos cartelizados, tenemos posición dominante y supuestas altas rentabilidades”. Desmitificó muchas de las situaciones sectoriales, dando el claro ejemplo de no convenirle al productor saber los precios a principio de mes, porque si se fija y luego el mercado permite más, todos reclamarían subirlos.
Entre otras cosas, el integrante de Apymel remarcó que “hasta que el Gobierno baje las retenciones de los granos tenemos como sector que acomodar nuestra rentabilidad”.
Sebastián Alconada, además de recordar a Roberto Socín, Juan Linari y Carlos Berra en las estructuración del Siglea y repasar logros de su reciente gestión, como la baja de las retenciones y reintegros a la exportación, confirmó la inminente puesta en marcha de la Comisión de Seguimiento del Sistema, para que “sigamos generando información para la toma de decisiones”.
En tanto, adelantó importantes avances en el desarrollo de los remitos electrónicos para mejorar la transparencia de la cadena.
Fue importante acordar la continuidad del Siglea, el apoyo de las diferentes partes y el entendimiento de su valor con herramienta de información, que desencadena múltiples detalles de una lechería que hace una década ni soñaba con esto. El precio será tema de debate de siempre, pero está claro que la cadena se tiene que fortalecer internamente, atendiendo al mercado interno, pero sobre todo creciendo en la exportación.

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