Emilce Terré, como economista en jefe de la BCR explicó que la actividad sirvió para presentar a docentes de la Unraf, de organismos de la ciudad e incluso de empresarios vinculados al Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, del ICA y del ILA.
“El Indice Coincidente Actividad Económica y Indice Líder de Actividad Económica son dos nuevos indicadores para el seguimiento de la actividad en Argentina, que desarrollamos conjuntamente entre las dos bolsas. A este lanzamiento lo hicimos el mes pasado, tenemos nuestro segundo informe que publicamos recientemente y la idea es empezar a traerlo al interior de la provincia para dar a conocer este dato que llevamos desde Santa Fe para todo el país”.
Lo que indicó la especialista es que “si bien el primer informe hablaba o evidenciaba ciertos signos de recuperación, ya dejando recesión atrás, el nuevo indicador da cuenta y confirma un crecimiento intermensual, digamos que en términos más simples, estamos mejor que el mes anterior pero en términos interanuales la economía argentina sigue peor que el año pasado, esto significa que estuvimos cayendo ya en realidad desde mediados del 2022 y todavía no logramos recuperar ni siquiera lo perdido en el último año, pero tuvimos tres meses donde se dejó de caer, no podemos hablar de el final de la recesión o que inició un periodo de expansión, pero sí que se detuvo esa esa caída que veníamos evidenciando desde hace poco más de dos años”.
Este tipo de informes sirve al sector público para tomar decisiones acotadas a la realidad, “no son las mismas medidas que uno toma en una época de expansión económica, que en una época de recesión. La idea siempre es tratar de impulsar los periodos de crecimiento y tratar de compensar los periodos de caída”. En tanto, para el sector privado estos datos sirven para entender los momentos en los que hacer una inversión, comprar bienes, ampliar las capacidades productivas, por ejemplo. “Una economía más dinamizada por supuesto va a permitir recuperar más rápido la inversión. Pueden formarse expectativas más concretas respecto a lo que está pasando con el valor de cualquier bien donde uno esté fijando la mirada”.
Terré no eludió la consulta sobre la actualidad de la campaña agrícola. “Nosotros somos optimistas en pensar que van a poder permitir ingresar tantos más dólares de los que ingresa el agro, principalmente de los sectores menos atados al clima, como puede ser el sector energético con el desarrollo en Vaca Muerta, pero hasta que estos sectores logren compensar lo que anualmente ingresa el campo todavía faltan unos años. Con lo cual, en el corto plazo seguramente la actividad venga muy relacionada con precios internacionales bajos, mucho más bajos que el año pasado, y con la incertidumbre en la campaña que se viene del trigo”.
El planteo técnico está en la falta de lluvias que se están dando ya en septiembre, luego de un invierno seco en la mayoría de las regiones productivas, mientras que el maíz arrancará con grandes desafíos como para poder crecer en 2025.
“La verdad es que hace más de cinco años que la producción agrícola en Argentina está relativamente estancada, que dejó de crecer, al contrario de lo que pasa en otros países como Brasil, como Estados Unidos y bueno en este escenario cualquier traspié puede puede generar un efecto de caída en la producción que es significativa”, finalizó Terré.
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