Así lo analizó el gerente General de la Cooperativa Guillermo Lehmann, Cristian Toymil, camino a la asamblea anual de la entidad.
Por Elida Thiery – Este es un año particular para la producción agropecuaria, uno más de tantos que ya se acumulan al desafío de la obtención de alimentos y materias primas.
Tres años de sequía, la continuidad de la presión tributaria hacia el campo, sumado a una nueva situación compleja en lo climático hacen que la mirada que tiene el productor, que tienen los ciudadanos en general sea la de una expectativa que debe ser resuelta.
En diálogo con el gerente General de la Cooperativa Guillermo Lehmann, se puede entender aún más esa percepción.
“Estamos recién en los primeros nueve meses de una nueva gestión, no ha pasado ni un año en el cual literalmente sembramos con un gobierno y con un tipo de cambio y cosechamos con otro gobierno y otro tipo de cambio, pero en este tiempo el análisis es positivo, las expectativas del productor, ve que se tiene que dedicar hoy por hoy a ser eficiente hoy la especulación financiera, ya no existe más”.
Cristian Toymil explica que “ya no hay tasas diferenciales que puedan licuar todo cualquier ineficiencia. Vemos un tipo de cambio que con la política y por lo que estamos viendo va a seguir a una devaluación del dos por ciento mensual y la inflación está controlada en tres puntos y medio, pero las decisiones ya pueden ser en inversiones de capital”.
Entonces en algunos avances en cuanto a los bienes se ve que los precios relativos aún no bajaron. Más allá de eso, “el productor va a tomar esas decisiones, en lo que es el mercado de nuestras unidades de negocio vemos que el productor con el precio de la leche que hoy estamos teniendo, el productor está ávido de comprar en los remates, de renovar su plantel, de reponer lo que tuvo que vender en los momentos de sequía que tuvimos en los últimos años”, esto pasa en lechería y también en rodeos carniceros.
A la espera de lluvias y con el antecedente del impacto de la chicharrita muy marcado en los departamentos centrales de Santa Fe, como Castellanos y Las Colonias, desde La Lehmann ven que “el productor va a tratar de producir para autoabastecerse y no creo que vaya a tomar decisiones arriesgadas para no desfinanciarse en base a lo que logró con la soja”, es por eso que la principal oleaginosa puede llegar a tener una más amplia injerencia en la campaña gruesa, dependiendo de algunas decisiones políticas extra el oxígeno que se pueda conseguir.
En este contexto y ya con las preasambleas regionales en marcha, Toymil anticipa que “en la Asamblea Ordinaria del 29 de octubre vamos a presentar un balance positivo, fruto de la sumatoria de resultados positivos de todas las unidades. Es una buena noticia, pero si vemos una erosión en el resultado en el valor absoluto, por buena administración, por buena gestión de las
de negocio, pero la rentabilidad en valores absolutos y en valores porcentuales decreció”.“Estoy seguro que estuvimos atravesados, como lo estuvo estuvo el productor, por una inflación bestial que hizo su pico entre diciembre y enero. Eso a nivel contable se ve reflejado en el balance después el tipo de cambio ha pegado. Ahora con este escenario netamente tenemos que volver a poner foco en lo que dijimos en el último trimestre cuando estábamos levantando la soja, tenemos que ser eficientes. El productor va a tener que ser eficiente, no hay márgenes para especulación, hay que mirar todo lo que se refiere al capital de trabajo, las cuentas por cobrar, los nivel de inventarios, el nivel de gasto y en todos los esquemas productivos, sea chico, mediano o grande, va a tener que tender a buscar la eficiencia, no hay lugar para la ociosidad en ninguno de los segmentos en los que estamos”, cerró.
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