Por Elida Thiery - “¿Imagínense cómo sería la comercialización hoy, en el tiempo en el que se está produciendo y en un país inflacionario, si todo eso no ocurriera de la mano de todos los instrumentos que yo resalto que hace 16 años que arrancamos y que eran combatidos en su momento”.
Esto es lo que plantea el presidente de Rosgan, Walter Tombolini, sobre el mercado ganadero que modificó el vínculo entre los productores, con las industrias y que agilizó la fase comercial, que hoy lleva ya vendidas más de 245 mil cabezas, con la novedad de tener concretados 30 remates de cabañas.
Con el marco del 3° Congreso Federal Ganadero, el intercambio de profesionales, productores y asesores, resaltó “la viabilidad que tiene el sistema y el alcance, aún con todos los problemas que estamos teniendo en el camino, con un tema como el de la conectividad por ejemplo”. La referencia de la Argentina se puede emparejar a lo que hace Uruguay, que es referente y vende el 90 por ciento de su hacienda con un sistema similar televisado y por streaming.
“Haber instalado un sistema como el del Rosgan, donde el productor está con una información del mercado en vivo y que pueda determinar sus decisiones en cuanto a la producción ganadera como agrícola, es un desafío enorme como todo lo que resta por hacer”. Lo que indica el titular del mercado es que desde la Bolsa de Comercio de Rosario se intenta recorrer ese camino.
Claro que con este caudal de negocios, con esta experiencia, los objetivos próximos son ambiciosos y posibles.
“Estamos ante el desafío de cumplir el mercado de futuros de carne”, adelantó. Esto vendrá de la mano de cambios que están directamente ligados a la tecnología, a mejorar las herramientas con las que cuenta el productor para la compra y la venta, entonces la pregunta que corresponde es “¿cuánto más le vamos a aportar de valor a la ganadería argentina?, hay mucho por hacer”.
Tombolini se refirió a toda la cadena ganadera, sugieriendo el sostenimiento de las expectativas, la paciencia para el reacomodamiento de la política y la economía. Se manifestó como “muy optimista” frente a las oportunidades, porque “lo único que hay que pedir es que nos saquen el pie de encima, que nos abran un poquito el camino a través del monte, ni siquiera que nos pongan pavimento. Porque el productor argentino tiene una reacción enorme, somos gente de trabajo y podemos seguir creciendo”.
Si vecinos como Brasil, Paraguay y Uruguay pudieron expandirse de la forma que lo han hecho en las últimas décadas y particularmente en los últimos años, desde Argentina también se puede dar esa expansión buscada.
“En esto no tenemos que echarle la culpa tanto al sector político, también miremos cuán responsables hemos sido los empresarios, qué es lo que hemos permitido”, en clara autocrítica sobre los vaivenes en las medidas que la ganadería y el campo fueron aceptando en décadas clave, donde lo que dejó pasar el país, fue aprovechado por nuestros vecinos.
Lo dijo también durante la apertura del evento, “el desarrollo de políticas ganaderas eficientes debe ser el resultado de un trabajo conjunto entre el sector privado y los gobiernos, tanto a nivel provincial y nacional. Solo mediante un esfuerzo coordinado podremos diseñar soluciones que promuevan el crecimiento de la industria y que mejoren las condiciones de trabajo para los productores y asegurar la sostenibilidad de nuestro sistema productivo”.
Walter Tombolini invitó a la cadena a atravesar este Congreso de una forma diferente, mirando más allá de la estricta compra y venta de ganado, mirando los temas colaterales de la cadena, del negocio ganadero, los que marcan el rumbo del mediano y largo plazo para nuestro país.
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