A pesar que ya transcurrieron varias semanas desde la sexta edición del Outlook de la Cadena Láctea Argentina, que organizó en Villa María la Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina, se siguen debatiendo algunos de los conceptos expuestos, sobre todos los del bloque de articulación comercial entre producción e industria.
En lo que fue un extenso trabajo previo para llegar a la exposición de cada uno de los oradores y la puesta en común de los temas.
“La Fundación desde hace varias ediciones de este evento promueve abordar desde distintas ópticas este tema”, comenzó explicando Gustavo Mozeris, Coordinador de FAUBA-FUNPEL, sobre la tarea que integraron José Di Nucci, productor y miembro del Consejo de Administración; José “Pepe” Quintana, productor y consultor; Luciano Di Tella, industrial Pyme y miembro del Consejo Directivo de Apymel; Aníbal Schaller, gerente del Centro de la Industria Lechera Argentina; y Sebastián Alconada, director Nacional de Lechería.
Fue el funcionario quien abordó la información que permite derribar mitos referidos a la articulación entre la producción y la industria bajo el concepto “conocer es crecer”, planteando que la generación de información que difunde el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina contribuye a la articulación destacando que “no es un sistema de comercialización”.
Este año, la información surgida de la herramienta sirvió para justificar la eliminación de las retenciones y controles de precios, fijar valores de arrendamientos, pagar maquinaria, animales y acceder a financiamiento pagadero a valor producto, siendo este último un reclamo sectorial de hace muchos años.
“La información presentada permitió identificar claramente el pago por calidad enfatizando que en la cuenca de Villa María el precio pagado al productor por la leche cruda se liquida un 65% por composición, un 20% por calidad higiénico sanitaria y un 15% de bonificaciones comerciales, guarismos totalmente alineados a lo planteado en la resolución 229/16”, según amplió Mozeris.
Luciano Di Tella aportó su mirada sobre los “puntos de dolor” que posee una industria PyME al momento de buscar el abastecimiento de materia prima.
Casi el casi 40% de la leche cruda es comprada por industrias de menos de cien mil litros por día, mientras que los intereses en la articulación con los productores son la composición de la leche, en cuanto a grasa butirosa y proteína, preferentemente caseína; el volumen de leche como múltiplos de una cisterna; refrigerada y sin antibióticos para que sea confiable; sin estacionalidad a lo largo del año; con retiro preferentemente en días de semana y con precio SIGLeA lleno, sin plus.
El equipo de trabajo de este bloque señalo que uno de los temas centrales en la articulación comercial es saber exactamente qué quiere y valora la industria. “Di Tella dio las pistas sobre cuales son los intereses de una PyME a partir de los cual se pueden definir los intereses de una parte en la negociación, como así también la determinación de la Mejor Alternativa a un Acuerdo Negociado (MAAN), que sería el valor mínimo aceptable, para una parte como alternativa a un acuerdo negociado” .
Continuó Mozeris diciendo que “conocer este punto ayuda a saber cuál es el piso por el que un productor sigue vendiendo su leche a una industria y cuando una industria se queda con un proveedor. Este conocimiento es central para mejorar la articulación entre producción e industria”.
A su tiempo, Di Nucci como productor que le vende materia prima a una industria resaltó algunos problemas comunes a ambas partes, que son propias de la relación, como los excedentes de primavera, el bajo tenor graso durante el verano, los accesos a los tambos, su capacidad de frío, temas que se pueden abordar si hay “affectio societatis”, colaboración en pie de igualdad, buscando un objetivo que beneficie a las dos partes de la articulación, siendo imprescindible “fijar condiciones”, en favor de la protección de ambas partes, pero en la diversidad de la lechería nacional.
“El insumo más difícil no es una tablita de como tengo de operar, sino llegar a tener confianza”, es lo que remarcaba Di Nucci, sobre lo que son en definitiva acuerdos a largo plazo.
Quintana cerró el bloque resaltando a la confianza y al diálogo como valores centrales en el desarrollo de relaciones comerciales sostenibles. “El diálogo constante, la capacidad de preguntar y sobre todo de entender las necesidades de la contraparte son esenciales para lograr acuerdos donde ambas partes se beneficien”.
Los conflictos que surgen a nivel institucional generan una percepción negativa, trascendiendo a los medios y afectando directamente a la lechería, que es un bien común que todos debemos cuidar, para que no impacten en toda la cadena.
“FunPEL se posiciona como un ámbito clave donde los intereses individuales quedan de lado para priorizar el bien del sector. Lo dijo Quintana, es necesario pensar en la lechería como un todo y no desde perspectivas particulares”.
A modo de conclusión, Gustavo Mozeris expuso que “el Outlook es una ventana por donde la FunPEL muestra a la cadena cuáles son los debates en los trabaja día a día, haciendo visible el nivel de intercambio que van teniendo los distintos grupos de trabajo, que durante todo el año avanzan con aportes de valor para la construcción del desarrollo sostenible de la cadena láctea argentina”.
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