Por Elida Thiery - La semana cierra con un movimiento clave en el mapa lechero nacional, al conocerse el rechazo que Mastellone Hnos. hizo luego de una reunión a la opción de compra que están intentando ejercer Arcor y la francesa Danone, por no cumplir con el contrato previo.
Las firmas aceleraban hace tres semanas el plazo de la opción que estaba vigente desde el 3 de diciembre de 2015, en un contrato a través del cual se dio el primer paso de compra del 49 por ciento de las acciones de la láctea.
Mirando al 51,323 por ciento de las acciones restantes de la firma, es que un movimiento que se esperaba más para finales de año se apuró y a medida que pasan los días se va entendiendo más el sentido de esa premura.
Fue este viernes que se informó a la Comisión Nacional de Valores un “hecho relevante”. Con la firma de Carlos Agote, como presidente de Mastellone Hnos., se explicó que “la Sociedad ha recibido de los accionistas titulares de las acciones clases A, B, C y D (los vendedores) una copia de la comunicación que estos han remitido en el día de hoy a Bagley Latinoamérica SA, Bagley Argentina SA y Arcor SAIC (los compradores), en la cual los vendedores manifiestan que el ejercicio de la opción de compra efectuado por los compradores, que fuera informado a esa CNV, el día 28 de abril de 2025, no cumple con los términos y condiciones establecidos en el contrato de opción”.
En concreto y tal como lo anticipáramos en este espacio, la oferta que hacen por el resto de la compañía es mala, es baja, e incluso se podría confirmar que es ínfima. Esto es lo que se traduce del comunicado enviado a la CNV y que podría abrir ahora una alternativa judicial para dirimir la instancia.
Existe una convicción sobre las condiciones de la empresa, que no tiene condiciones como para entregarla o venderla por nada, sino todo lo contrario.
Con el plazo de 30 días vigentes desde la recepción de la oferta, queda ahora notificado por escrito y de forma correspondiente el desacuerdo, generando así la apertura a un camino judicial para intentar poner de acuerdo a las partes.
¿Pero por qué el apuro y la oferta mala?.
En este triángulo de empresas que
confluyen en cierta forma detrás de la marca principal, La
Serenísima, pareciera que la oferta no contempla el ordenamiento que
fue haciendo una de las industrias alimenticias más importantes del
país en los últimos años, incluyendo una recuperación en cuanto
mercado, que la sigue sosteniendo como la más importante para el
consumo interno y la segunda en el caudal de procesamiento diario de
litros de materia prima.
Arcor hace su juego y se inclina a
intentar un negocio más amplio, aunque algunos en el sector opinan
que no se consolidaría este con el resto de los rubros alimenticios
que cubren y estarían lejos de englobarlo en su propia y tradicional
denominación.
El punto clave del movimiento en la
oferta, en tiempo y forma está dado por Danone.
La francesa que procesa y produce
postres y yogures con las marcas derivadas de Mastellone Hnos. es
quizá la más apurada en definir su situación en nuestro país. Sin embargo, desde que se conoció el ejercicio sobre la opción, se intentó desligarla del rol que pudiera tener en la compañía a futuro.
Ya hace algunos años y saliendo de la
pandemia se comentaba en el sector lechero que Danone quería dejar
el país, e incluso se habíán conocido en su momento ciertos
diálogos informales para dejar el negocio en Argentina.
A esto se agrega que con la importante
caída productiva después de los años de sequía, pero también de
la influencia de la inflación en el poder adquisitivo, la
contracción en el consumo de lácteos afectó con más intensidad a
los productos de mayor valor agregado y los que no son los
fundamentales a la hora de una compra básica. Este es el caso de
postres y yogures, los que también han tenido un mayor efecto
inflacionario en la canasta básica.
Algunos análisis tratan de un impacto
negativo del 40 por ciento en el mercado interno para 2024 y aún no
consiguen reconfigurar los negocios, a pesar que la demanda de
cabotaje ya está creciendo y acercándose otra vez a los 200 litros
anuales per cápita.
Otro rumores hablan de la necesidad de
las autoridades francesas por definir este movimiento, como la
alternativa para salvar los negocios en nuestro país, teniendo en
cuenta que Danone tiene complicaciones a la hora de tratar la compra
de materia prima de forma directa y de resolver la logística, entre
otros temas estructurales.
Es entonces que la demora que pueda
implicar el venidero trámite judicial por la negociación de venta
de acciones con los compradores, que tiene un final abierto, le
generaría un perjuicio aún mayor a la empresa francesa, por lo que
entendía la casa matríz en Europa que se podía definir de mejor
manera y más ágilmente.
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