El primer feedlot cooperativo del país es una invitación para llegar a “una ganadería de producción” desde el tambo
Por Elida Thiery (Bichos de campo) - Una jornada diáfana, fría y ventosa, le dio un marco ideal este jueves a la inauguración del primer feedlot cooperativo del país.
La iniciativa que fue desarrollada en los útlimos dos años hoy es una realidad, le corresponde a Uncoga, la Federación de Cooperativas Agropecuarias Cooperativa Limitada, que reúne a nueve cooperativas del centro de Santa Fe y Córdoba.
Precisamente en la localidad de Humboldt, en el departamento santafesino de Las Colonias, en un campo alquilado de ocho hectáreas, es que ya hay 600 de los mil primeros terneros Holando Argentino, nacidos en tambos de socios, que ingresaron con un promedio de 190 kilos desde hace dos meses y que serán engordados para proveer carne al mercado interno, en puntos de venta propios de Uncoga.
Con seguimiento de cada animal, con un sistema operativo adaptado a feedlot, con información para mejorar el nivel de cría y recría, con una alternativa para los tambos, este predio está proyectado para triplicar su capacidad actual, atendiendo todas las necesidades del bienestar animal y del impacto ambiental, ya que cuenta con dos piletas de decantación para el tratamiento de efluentes de cada uno de los nueve lotes.
El productor que aportó desde Morteros a los primeros terneros estuvo en el lugar también, juntando el guante de una nueva oportunidad y con más de 90 años en la lechería. Oscar Fornasero fue el que armó el primer tambo robótico del país y el que también dio el paso inicial en cerrarlo y volver a ordeñar en la sala tradicional, por los altos costos operativos, las complicaciones con el servicio técnico y la dificultad de conseguir personal capacitado para el manejo de datos.
“El aspiracional que debemos perseguir es el de favorecer a nuestras producciones y cooperativas, por medio de proyectos de integración para generar productos y servicios de calidad. De esta manera convertirnos en la mejor opción para todos aquellos con los que nos relacionamos, proveedores, clientes, empleados; y en general, toda la comunidad, cuidando y valorando nuestro capital humano”, explicó el gerente general de Sodecar, Javier Bordón, en el marco de un plan estratégico de profesionalización de la gestión y de mejora en los servicios a los asociados.
El gerenciamiento del feedlot cooperativo está a cargo de Gisela Cortese, que es quien puso de manifiesto la importancia del equipo de trabajo y del “compromiso y el apoyo firme de cada una de nuestras cooperativas asociadas”, para la planificación, debate y concreción del proyecto que ya es una nueva unidad de negocios, que “permite abastecer de carne de calidad uniforme a nuestras carnicerías, con un impacto directo en la economía regional”.
Para Raúl Cagliero, que es responsable en el área de comercio exterior y de abastecimiento de hacienda en la planta industrial, esta iniciativa “es una buena oportunidad”, convalidando una mayor calidad de carne para la red propia de carnicerías, pero también pensando en la posibilidad de conseguir las habilitaciones para el mercado externo, como puede ser la Cuota Hilton o la Cuota 481.
“Activando este sistema intensivo, no sólo se apuesta a un sistema de producción de carne, sino a la calidad de valor agregado en origen, se apuesta también a la transformación, al espíritu cooperativo, pero sobre todo al arraigo” observó el presidente de la Cámara Argentina de Feelot, Fernando Storni, quien entregó un reconocimiento a la Cooperativa.
Con representación del Ministerio de Desarrollo Productivo de Santa Fe, en el evento el asesor y coordinador de esta iniciativa, Oscar Ferrero propuso un desafío a los productores.
“Hoy tenemos un presente en la ganadería muy bueno, con un futuro excelente. Dejamos de tener una ganadería de tenencia para empezar a tener una ganadería de producción y creo que de esto se trata este feedlot. Que cada uno de los que intervenimos en los distintos eslabones de la producción de la carne seamos especialistas en el tema, el que es criador que sea especialista en recría y el que se engordador o terminador que sea especialista en terminación”.
La clave está en mejorar la cría de los machos desde el inicio, dándoles una atención similar a la de las hembras, para que el resultado final a la hora de llegar al gancho sea el que el consumidor necesita.
“En la forma en la que lo tenemos armado, puede ser un ejemplo para mostrar a todo el país, lo que se puede hacer por asociativismo, con una cooperativa pujante como respaldo, para que el tambero empiece a pensar que primero hay que producir leche, después una muy buena recría de la ternera de reposición y el desafío es que tengan una muy buena recria del ternero Holando, para que eso se exprese en este feedlot, con todo el sistema de gestión que le podemos mostrar y con la trazabilidad individual de cada animal, el resultado que tienen cada uno de ellos”.
Entonces, “eso va a ayudar a que cada uno empiece a mejorar en la etapa que corresponde, todos los que integran a la cadena ganadera argentina”.
Ferrero es muy concreto al manifestar que este “es un momento histórico para la ganadería argentina, es la segunda oportunidad en la historia de la ganadería, con la demanda internacional superando largamente a la oferta. No sólo tenemos que pensar en la exportación, sino en el consumo. Para que la ganadería sea sustentable a largo tiempo, es exportación más consumo y no exportación contra consumo”, para lo que este espacio cooperativo está preparado, mientras hay que pensar en un negocio más allá de los commodities, sino abarcando nichos de carnes especiales y cortes.
El agregado de valor es la clave en todo esto, la complementación de producciones , como una “herramienta concreta que fortalece la producción, con empleo local y que nos permite competir con mayor equidad en los mercados, no es sólo un centro de engorde, es una apuesta al arraigo, a la eficiencia productiva, a la sustentabilidad y al desarrollo regional. Es también una invitación abierta a más productores, para integrarse, crecer en comunidad y acceder a mejores condiciones para su hacienda y su rentabilidad”, concluyó el presidente de Uncoga, Sebastián Viarengo.
Luego del corte de cintas protocolar y el recorrido por los corrales, fue Lucas Magnano quien explicó que esta es “una manera de reivindicar el buen cooperativismo, la buena utilización de la herramienta del trabajo conjunto, una muestra de la seriedad, del compromiso conjunto, con el esfuerzo de los productores”.
El Presidente de Coninagro recordó que “ha habido un manoseo muy importante en nombre de las cooperativas, del sistema cooperativo, pero creo que es extremadamente importante valorar eso y conocer que somos gente que podemos dar explicaciones, que trabajamos en el desarrollo de la producción agropecuaria y en todo lo que eso conlleva”.
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