Por Elida Thiery (Bichos de Campo) - La situación crítica de Sancor, conocida por muchos desde 2017, viene vertiginosamente generando un sube y baja de condiciones que no dejan de sorprender.
El acuerdo de fasón con Elcor SA, la firma que fabrica los productos con marca Tonadita, ahora comenzó a registrar interrupciones, porque si bien en la planta de La Carlota se está produciendo queso cheddar en fetas, en la de Devoto hace dos semanas que es ínfimo el movimiento por falta de materia prima, en una secuencia que logró al momento terminar 240 toneladas de manteca.
Dicen algunos que hay una suerte de falta de acuerdo por el valor de la mercadería entre lo que pretende Elcor, para un mayor movimiento en el mercado y lo que supone Sancor.
Sería en la actualidad que la Cooperativa estaría procesando unos 300 mil litros diarios, en total entre lo que queda de socios y lo que aportan los contratos a fasón, incluyendo el secado de leche en la planta de Sunchales.
Del mismo modo, en la planta de Balnearia la producción de queso barra a fasón para la firma Punta del Agua, está en marcha, con la posibilidad de diversificar los productos, e incluso para La Tarantela en algunas variedades de semiduros.
Con los trabajadores siempre en el medio, al día de hoy los salarios en Sancor se adeudan en un 50% respecto al mes de abril, más la totalidad de mayo, junio, julio y agosto, con aguinaldo incluido. A esto se agrega la mora previa al inicio del Concurso de acreedores que incluye pendientes desde octubre pasado al 3 de febrero.
Con el mismo esquema de los últimos años, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina no deja de tener gran control en las decisiones operativas de la cooperativa láctea y esto podría hacer que las negociaciones conseguidas no tengan el desarrollo que se esperaba.
Hace pocos días, el juez a cargo del trámite del Concurso de Acreedores que rige desde el 3 de febrero, aprobó la emisión de un largo listado donde se da un detalle completo de los trabajadores activos, de los que están en el sistema de jornada libre (entre ambas categorías son 997 personas, con 80 delegados que superan cualquier lógica de ley sindical), los retiros voluntarios y también de quienes están cesanteados.
Tomando el 3% de las ganancias de abril, que superaron los cuatro mil millones de pesos, se debe hacer un pago que promedia los 30 mil pesos a cada uno de los de un listado de 1860 personas, aunque sin fecha de vencimiento.
Teniendo en cuenta que hay despedidos que no cobran desde octubre y sólo percibieron el ínfimo pronto pago de febrero y marzo, la situación se tensa cada vez más entre la gente y genera suspicacias sobre la nueva deuda post inicio de concurso de la Cooperativa.
Es la misma gente la que va chequeando a través de ARCA que hay pagos que no se les hacen a las personas (por ejemplo, fondos para su jubilación), pero sí se cumplen hacia el gremio en los aportes sindicales y de obra social, a pesar de lo que la propia ATILRA suele manifestar.
Con todo este caudal de datos, hay que entender que además de la mala administración y pésimas decisiones de SanCor, es el gremio el que condujo a todo este agravamiento de la crisis, aceptada por dirigentes cooperativos y conducida por la cúpula de Atilra.
Será entonces que este miércoles el sindicato lleve a las urnas a sus afiliados, para la definición nacional de cargos que ya están acordados y que renovarán el lugar de secretario nacional para Héctor Ponce, el que ocupa desde enero de 2001, con la continuidad desde entonces de su salario.
Las elecciones se darán también en medio de graves conflictos laborales en empresas como Lácteos Verónica, La Lácteo, Alimentos Refrigerados SA y La Suipachense.

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