Desde Estados Unidos destacan la expansión del sector que llegaría al 4,5 por ciento este año. Con demanda en ascenso, las oportunidades para nuestra lechería se multiplican.
Por Elida Thiery (Aire Agro) - Dos veces por año el Departamento de Agricultura de Estados Unidos elabora informes a modo de compendio de lo más importante en el comportamiento del mercado lechero global.
Al cerrarse el mes de julio, se conocieron datos actualizados a partir de los que se estima que la producción mundial de leche por parte de los cinco principales exportadores, tendrá un aumento de al menos del 0,5% durante 2025.
Claramente, Argentina está en la lista que completan Australia, Unión Europea, Nueva Zelandia y Estados Unidos y hay novedades positivas para mostrar.
Según el USDA, nuestro país tendrá una expansión de 4,5 puntos en la producción y será el mayor entre los líderes globales. Esto está justificado no en cuestiones vinculadas a la influencia climática, a las mejores pasturas, sino que directamente explican que “representa un repunte con respecto al año pasado, cuando una crisis económica provocó una fuerte caída en la producción de leche”.
El pronóstico indica que se rondarían los 11.400 millones de litros anuales, acercándose al margen de 2023 cuando se lograron 11.700 millones.
Puntualmente sobre la leche en polvo, la caída de las exportaciones argentinas caerían nueve puntos según el USDA, teniendo amplia influencia la menor demanda de China, así como lo límites que el gobierno de Argelia impuso a las importaciones.
El crecimiento está en línea con la proyección que viene haciendo el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina respecto a los datos oficiales, donde al mes de junio el crecimiento productivo se situó en el 12 por ciento en la comparación interanual, encaminando una recuperación concreta de litros que pueda dejar atrás los tres ciclos completos de sequía, los impactos de medidas económicas de gobiernos anteriores y capitaliza la secuencia de más de un año con precios en alza para los productores.
Cuatro potencias
El
informe explica que Estados Unidos tiene previsto un aumento del 1,1%
en la producción de leche durante este año, sobre la base de la
ampliación de los rodeos y de la capacidad instalada de las
industrias. Respecto a las exportaciones, el queso crecerá siete
puntos en ventas a Japón, Corea del Sur, Australia, Méjico y otros
destinos en Latinoamérica, mientras que la manteca podría duplicar
sus totales vendidos al exterior.
En
la misma línea, la producción de leche aumentará un un punto, por
una mejor productividad en los tambos, conservando un número estable
de vacas. La clave del negocio industrial está el aumento de la
producción de manteca, quesos y leche descremada en polvo, mientras
que la lecher entera en polvo se mantiene estable.
Como principal
bloque lechero, la Unión Europea sigue mostrando una caída
constante en la producción del uno por ciento anual, de acuerdo a
regulaciones ambientales y baja rentabilidad, que marca una tendencia
en el recorte de los rodeos de hasta tres por ciento. Esta
contracción se refleja en una caída en la industrialización de
manteca y leche en polvo.
Otra potencia que se contraerá es
Australia, porque a causa de una sequía persistente que eleva los
costos para la suplementación de pasturas, aunque con precios firmes
en los tambos. Las exportaciones de leche fluida si aumentarán
cuatro puntos, por la demanda de Asia, aunque con los topes que
impone la oferta propia de China para sus consumidores.
En Nueva
Zelandia se dará un crecimiento de uno por ciento, por clima
favorable, buenos precios al productor que fomentan la suplementación
y el rendimiento, aunque influyan las regulaciones ambientales y las
restricciones en el uso de la tierra que mantienen los rodeos
estables. Con leche en polvo exportable en baja, se compensa el
negocio con 14 por ciento más en ventas de quesos y manteca a China,
Japón y Corea del Sur, apostando a mayor valor agregado para más
rentabilidad.
Tendencias globales
Mientras
Argentina toma carrera, intenta aumentar los acuerdos comerciales,
pero sobre todo se replantea los altos aranceles que tiene con la
mayoría de los 90 destinos habilitados para el comercio exterior en
el sector lechero, corresponde trazar paralelismos entre el
pronóstico del USDA y el rumbo en los mercados que difundió hace
algunos días la Federación Internacional de Lechería.
Con
17 países de todos los continentes el informe global de tendencias
de márketing durante 2024, se demuestra que el consumo de lácteos
tiene una tendencia del diez por ciento en ascenso en el mediano
plazo; y con ello las oportunidades para países como Argentina son
cada vez más marcadas, por bajos costos en la alimentación en los
tambos, capacidad instalada industrial, manejo de diferentes
sistemas, e incluso disponibilidad de adaptación de productos a los
diferentes consumidores.
La
pandemia dejó cambios en la forma de comprar, con más mercado
online, más cocina en los hogares y con la relevancia nutricional de
los lácteos más clara, aunque ahora con ritmos económicos más
irregulares en todo el planeta.
Es
la leche fluida la que menor ritmo en la demanda muestra en todos los
continentes, frente a casos como el de los quesos, que avanzarán
entre cinco y diez por ciento, sobre todo en India o China.
La
manteca creciería hasta diez puntos en Estados Unidos y cerca del
cinco por ciento en el resto de los consumidores de diferentes
continentes.
La
disponibilidad y facilidad del consumo del yoghurt lo eleva en la
demanda, mientras que la percepción placentera del consumo de crema
o helados también empujan a los consumidores.
Siguen
influyendo en el negocio los conceptos claros vinculados a la
relación con el ambiente, el bienestar animal y la capacidad
nutricional insustituible de los lácteos.
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