El desarrollo de Rafaela se origina en su capital social y el acuerdo implícito público-privado

El análisis del Dr. Francisco Albuquerque demuestra las sólidas bases del crecimiento de la ciudad y sus posibilidades de expansión.
(Foto: Gustavo Conti)

El Dr. Francisco Albuquerque es un economista español que se desempeña en el Proyecto BID ACDICAR, que intenta generar un mayor desarrollo local, a través del Seminario de Competitividad Territorial. La capacitación destinada a responsables de desarrollo productivo y social, orientada a la región centro de la provincia de Santa Fe, siendo eje de esta intención las ciudades de Rafaela, Gálvez, San Jorge, Esperanza, Ceres y Sunchales. Desempeñándose en la fase inicial del proyecto, Albuquerque impulsó de miércoles a viernes la fijación de indicadores a través de los cuales se van a medir los avances, con criterios cuantitativos y cualitativos a lo largo de casi cuatro años de duración que tiene el programa. La fijación y consenso de objetivos lleva aparejada la adopción de las líneas de apoyo para el sector empresario y para el entorno territorial, con los que se genera el fortalecimiento institucional de los acuerdos que fusionan lo público y lo privado, en todos los estamentos políticos, con lo cual se puede "crear una mirada más que sectorial".


Es así que si el entorno territorial es favorable, las empresas tendrán mayor competitividad, necesitando del sector público, la concertación, los espacios de confianza, mayor presencia de los sectores de conocimiento como son las universidades y la investigación, orientado todo a las necesidades del territorio en sí. "Este es el proyecto más novedoso dentro de la familia del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo", explicó el economista, afianzando así la apuesta a las cadenas productivas más relevantes de la región como son el cluster metalmecánico y el lácteo, a los que se suman "un contexto de externalidades en el que se tiene que compartir y consensuar una estrategia".


Se toman las organizaciones estatales o privadas, teniendo en cuenta su territorio, su infraestructura, su relación con el resto de los eslabones del plano social y laboral, la cual se toma de la "visión europea", ya que "no se toma al sector público con recelo, porque genera una oferta de bienes que aprovechan las empresas", detalla el especialista.





Condiciones





La ciudad tuvo desde siempre una tendencia natural a fusionar los emprendimientos privados con lo público y viceversa. "Rafaela es un caso emblemático en el análisis de las experiencias exitosas en el desarrollo local. Es cierto que existe un acuerdo implícito en cuanto al crecimiento empresarial, las problemáticas de empleo, el medioambiente, uso racional de la energía y el agua, siendo temas que van más allá de las disputas partidarias. Eso formó lo que los sociólogos llaman un capital social, que brindan un elemento de sintonía para trabajar siempre en el mismo sentido. No es casual que haya un INTI Rafaela, una escuela metalmecánica ligada a la cuenca lechera. Además, se fue armando lo que ahora llamamos un cluster, cuando no existía ni el término", se atreve a indicar Francisco Albuquerque, remarcando la "lucidez" de conservar la cultura para poder enmarcar una agenda de colaboración técnica que permita un avance en innovación.Sobre estos valores que la ciudad ostenta, se pretende "avanzar fortaleciendo una presencia mucho mayor del sector científico-técnico, dada la importancia que cobra la innovación, no sólo en el sentido tecnológico, sino a niveles sociales y de gestión, abordando temas que en la Argentina de hoy son parte de la agenda que a partir de la crisis, gran parte de la sociedad quedó en el límite de la falta de recursos sino se generan aspectos que van resintiendo la actividad productiva y el fondo de la calidad de vida", indica el economista radicado en la ciudad de Sevilla.





Necesidades





Uno de los aspectos más importantes, es que los municipios de la región fortalezcan su sistema de información territorial, sobre sectores productivos, empleo, aspectos sociales, infraestructura, entre otros.


Se busca, tal como lo indica Albuquerque, "elaborar un sistema municipal de estadísticas que sirva para la toma de decisiones y eso hacerlo de manera conjunta, para sumar masa crítica en aquellas actividades que son bien importantes para todos", la búsqueda de una solución conjunta superando la división por sectores en aspectos comunes, sería la base de este trabajo evaluativo que se acaba de iniciar, que continuará con seguimientos continuos hasta su conclusión, el desafío no son los recursos, sino "trabajar sobre una mirada algo distinta, con una concepción integrada", lo cual en nuestro país, como en toda América Latina, aún hay que luchar con una visión "muy centralista y muy vertical, que son muy ineficientes para los retos en los cambios en las formas de producción y la introducción de innovaciones", indica el Dr. Albuquerque, intentando remarcar la importancia de reconocer la potencia local y la diferenciación en los métodos y a capacidades productivas. "Donde veo que hay menos práctica de trabajo es un tipo de infraestructura muy intangible, que son los acuerdos. Si hay seis municipalidades que tienen un agente de desarrollo local y ninguna tiene información de su base productiva, algo estamos haciendo mal, ahí están las debilidades, por eso estoy proponiendo que haya acuerdos", explica el economista que concluye con un determinante concepto, "falta un poquito de visión estratégica de saber hacia dónde se quiere ir, no la potencia de la capacidad productiva del empresariado, sino la práctica de trabajo coordinado entre los aparatos de conocimiento, capacitación, innovación, la institucionalidad y las miradas compartidas. Estamos pidiendo una inversión en la capacidad de convencer, generar confianza, superar el recelo, la rutina y la introducción de las minorías en la agenda diaria".
Elida Thiery

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