En una reunión realizada ayer entre la industria, las cámaras de productores más cercanas al Gobierno, la Secretaría de Comercio Interior; y la Subsecretaría de Lechería, se definió el alza, que se rediscutirá en junio. La protesta tambera del 14 sigue en marcha.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Es difícil que en una contienda de poder ganen los más débiles. Esto es lo que se comprobó una vez más ayer, cuando en Buenos Aires se definió el aumento en las liquidaciones para los tamberos de todo el país.
Reunidas la industria láctea, encabezada por el CIL, así como APYMEL, las cámaras de productores cercanas al Gobierno Nacional, la Secretaría de Comercio Interior con su peso específico en la inamovilidad de decisiones; y la Subsecretaría de Lechería, se definió el destino del precio de la materia prima para, al menos, los próximos cuatro meses.
Oscar Poi, presidente de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, que participó de la reunión, confirmó a LA OPINION que "va a haber una recomposición de precios a partir del mes de marzo, del siete por ciento". La medida que se toma como válida para el primer semestre del año, en realidad aportará el beneficio con las liquidaciones que les lleguen a los productores, recién el próximo mes.
Ausentes estuvieron los integrantes de las 13 entidades que conforman la Mesa Nacional de Productores de Leche, que a pesar de haber acordado con los "tamberos K" en enero último un reclamo del 15 por ciento, luego de varios meses de pausa en el incremento del precio por litro, ahora englobados en estos siete puntos porcentuales de suba, decidieron no participar de la convocatoria, evitando la falta de debate que iba a haber en la reunión, ya que había sido a principios de febrero que se les había adelantado esta intención, tanto desde la fase gubernamental, como industrial.
Poi adelantó que en la próxima mesa de diálogo, cuando promedie el año, se tendrán en cuenta los factores internacionales que de alguna manera le dan forma a los precios nacionales, e incluso se contemplará la colocación de stocks.
A esto se debe añadir que con una autorización previa, del mismísimo Guillermo Moreno, de aumento en los productos lácteos, que oscila entre el 7 y el 18 por ciento, dependiendo de las calidades y niveles de consumo, los tamberos son los que siempre deben restringirse a ser relegados en las subas, o incluso, mantenerse en el margen inferior de los ajustes.
Lo que se les había anticipado no se corrió ni un punto. La fuerza del poder se impuso, quizá por la presencia de Moreno, que será quien disponga a mediados o fines de junio si se puede retocar el aumento para llegar a fin de año, después de un 2011 con más del 22 por ciento de inflación; y una proyección similar para el que cursamos.
Lamentablemente el Gobierno no responde ante el sector rural, ni con las mínimas expectativas. Esto hace que al brindar menos de la mitad del pedido de los tamberos, siga en marcha la protesta nacional estructurada para el miércoles 14 próximo. Con entrega de leche en la puerta de los supermercados, añadiendo el blanqueo del trayecto productivo y económico de la leche, entre la tranquera y la góndola, donde la dispersión de precios abruma.
El subsecretario, Jorge Videla, casi que soñaba con el día que todas las entidades se pongan de acuerdo para acercarle una propuesta a su oficina de Lechería. Eso ocurrió, luego de casi cuatro años de distancia, sin embargo le dio la espalda a una solicitud vinculada a sus asesores más cercanos. A las palabras se las lleva el viento y las acciones quedan escritas, con lo cual, más allá del precio, aún se aguarda la aplicación de la liquidación única y la necesidad de los productores de todas las cuencas de conocer en definitiva la forma de traspaso de sistemas de pago por cantidad a calidad, sigue siendo la misma que hace más de un año, por lo tanto los mismos "tamberos K", le pidieron hoy el cumplimiento de asambleas informativas, para que la gente conozca la forma de pago que tendrán definitivamente, en algún momento.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Es difícil que en una contienda de poder ganen los más débiles. Esto es lo que se comprobó una vez más ayer, cuando en Buenos Aires se definió el aumento en las liquidaciones para los tamberos de todo el país.
Reunidas la industria láctea, encabezada por el CIL, así como APYMEL, las cámaras de productores cercanas al Gobierno Nacional, la Secretaría de Comercio Interior con su peso específico en la inamovilidad de decisiones; y la Subsecretaría de Lechería, se definió el destino del precio de la materia prima para, al menos, los próximos cuatro meses.
Oscar Poi, presidente de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, que participó de la reunión, confirmó a LA OPINION que "va a haber una recomposición de precios a partir del mes de marzo, del siete por ciento". La medida que se toma como válida para el primer semestre del año, en realidad aportará el beneficio con las liquidaciones que les lleguen a los productores, recién el próximo mes.
Ausentes estuvieron los integrantes de las 13 entidades que conforman la Mesa Nacional de Productores de Leche, que a pesar de haber acordado con los "tamberos K" en enero último un reclamo del 15 por ciento, luego de varios meses de pausa en el incremento del precio por litro, ahora englobados en estos siete puntos porcentuales de suba, decidieron no participar de la convocatoria, evitando la falta de debate que iba a haber en la reunión, ya que había sido a principios de febrero que se les había adelantado esta intención, tanto desde la fase gubernamental, como industrial.
Poi adelantó que en la próxima mesa de diálogo, cuando promedie el año, se tendrán en cuenta los factores internacionales que de alguna manera le dan forma a los precios nacionales, e incluso se contemplará la colocación de stocks.
A esto se debe añadir que con una autorización previa, del mismísimo Guillermo Moreno, de aumento en los productos lácteos, que oscila entre el 7 y el 18 por ciento, dependiendo de las calidades y niveles de consumo, los tamberos son los que siempre deben restringirse a ser relegados en las subas, o incluso, mantenerse en el margen inferior de los ajustes.
Lo que se les había anticipado no se corrió ni un punto. La fuerza del poder se impuso, quizá por la presencia de Moreno, que será quien disponga a mediados o fines de junio si se puede retocar el aumento para llegar a fin de año, después de un 2011 con más del 22 por ciento de inflación; y una proyección similar para el que cursamos.
Lamentablemente el Gobierno no responde ante el sector rural, ni con las mínimas expectativas. Esto hace que al brindar menos de la mitad del pedido de los tamberos, siga en marcha la protesta nacional estructurada para el miércoles 14 próximo. Con entrega de leche en la puerta de los supermercados, añadiendo el blanqueo del trayecto productivo y económico de la leche, entre la tranquera y la góndola, donde la dispersión de precios abruma.
El subsecretario, Jorge Videla, casi que soñaba con el día que todas las entidades se pongan de acuerdo para acercarle una propuesta a su oficina de Lechería. Eso ocurrió, luego de casi cuatro años de distancia, sin embargo le dio la espalda a una solicitud vinculada a sus asesores más cercanos. A las palabras se las lleva el viento y las acciones quedan escritas, con lo cual, más allá del precio, aún se aguarda la aplicación de la liquidación única y la necesidad de los productores de todas las cuencas de conocer en definitiva la forma de traspaso de sistemas de pago por cantidad a calidad, sigue siendo la misma que hace más de un año, por lo tanto los mismos "tamberos K", le pidieron hoy el cumplimiento de asambleas informativas, para que la gente conozca la forma de pago que tendrán definitivamente, en algún momento.
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