Si bien el viernes el compromiso era de reunir a la producción, la industria y el Estado el próximo lunes, ahora se dio el traslado al 2 de agosto, para debatir sobre los precios y el mercado, en conjunto. Ayer con la industria en el Ministerio de Agricultura no se habló de precios.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) - Hay algo que tienen bien claro los tamberos, que es no confiarse en medio de las negociaciones. Luego de años de lucha, de meses de reclamo, de la intensificación de las medidas, de la toma de más de una decena de plantas lácteas y de la fijación de un plazo para que el Estado Nacional medie y consiga reconfigurar la crisis sectorial, el pasado viernes todas las entidades, afines o no al Gobierno fueron recibidas en el Ministerio de Agricultura. Claro que con la ausencia del titular de la cartera, Norberto Yauhar, pero con un supuesto compromiso de Haroldo Lebed, secretario de Coordinación Político-Institucional y Emergencia Agropecuaria; y del subsecretario de Lechería, Jorge Videla, ayer sería el turno de la industria y el lunes 23 se juntarían todos los sectores.
En definitiva de eso sólo se cumplió la mitad, a pesar de haberse firmado un acta con los tamberos.
Concretamente ayer, los industriales acudieron a la convocatoria del Gobierno, donde fueron anoticiados del documento rubricado el viernes, donde constaban los pedidos de la producción, que incluían la recomposición del precio de la materia prima de julio, a partir de las liquidaciones de agosto, la generación de un subsidio de 30 centavos por litro para los primeros tres mil, además de la intención de generar una Ley de Lechería que enmarque todas las acciones de la cadena, además de solicitar la extensión de una línea de créditos sustentado en el equivalente a un mes de producción de leche, con seis meses de gracia, con plazo de devolución a convenir, e intereses que no superen un dígito en total.
Fue así que los industriales, segmentados entre el Centro de la Industria Lechera, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas; y la Junta Intercooperativa de Leche, presentaron sus realidades, las perspectivas y la evolución del mercado. Con exportaciones abiertas, pero con precios bajo los tres mil dólares, la expectativa industrial no es tranquilizadora.
Sin embargo y como pudo saber LA OPINION, en el encuentro no se mencionó la problemática del precio pagado a los tamberos ni de las proyecciones que se hacen en cuanto al pago futuro de la materia prima, lo cual deja en una ausencia de solución al punto central que deberá ser tratado en el encuentro tripartito, para el cual no quedó establecido ningún compromiso de avance del Gobierno, ni le fue exigida alguna materia a los industriales en el mismo sentido. La cita, que a los tamberos se les había comunicado para el próximo lunes 23, ahora se les indicó a los industriales que será el jueves 2 de agosto. De este modo, los diez días prometidos para resolver el problema que originó la toma de plantas y que originalmente tenía un plazo de una semana que se vence este sábado, propuesto por la producción, se extiende a 20 días en total.
Se leía el viernes en este Diario sobre las sospechas subyacentes en la producción luego del primer encuentro; y hasta el momento, el corrimiento de diez días en el encuentro definitivo, generan demasiadas suspicacias sobre los resultados, nada lejanas a la realidad vigente.
Los motivos del traslado no fueron expresados desde el Gobierno y así, una vez más, se enturbia la situación de resolución de conflicto que siempre recae en el Estado y nunca es asumida positivamente.
La industria espera, como los tamberos, puntos de encuentro, medidas que permitan mejorar la relación, evitar los conflictos y permitir una ganancia para ambos eslabones de una cadena que sigue teniendo ausente en los debates a la comercialización, gran protegida del Estado Nacional que con la inflación real y los permisos de subas en los precios siempre se queda con la estrategia ganar-ganar de un negocio esencial, activo, constante y sostenedor a nivel social como es el tambo, la lechería y la producción nacional.
En definitiva de eso sólo se cumplió la mitad, a pesar de haberse firmado un acta con los tamberos.
Concretamente ayer, los industriales acudieron a la convocatoria del Gobierno, donde fueron anoticiados del documento rubricado el viernes, donde constaban los pedidos de la producción, que incluían la recomposición del precio de la materia prima de julio, a partir de las liquidaciones de agosto, la generación de un subsidio de 30 centavos por litro para los primeros tres mil, además de la intención de generar una Ley de Lechería que enmarque todas las acciones de la cadena, además de solicitar la extensión de una línea de créditos sustentado en el equivalente a un mes de producción de leche, con seis meses de gracia, con plazo de devolución a convenir, e intereses que no superen un dígito en total.
Fue así que los industriales, segmentados entre el Centro de la Industria Lechera, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas; y la Junta Intercooperativa de Leche, presentaron sus realidades, las perspectivas y la evolución del mercado. Con exportaciones abiertas, pero con precios bajo los tres mil dólares, la expectativa industrial no es tranquilizadora.
Sin embargo y como pudo saber LA OPINION, en el encuentro no se mencionó la problemática del precio pagado a los tamberos ni de las proyecciones que se hacen en cuanto al pago futuro de la materia prima, lo cual deja en una ausencia de solución al punto central que deberá ser tratado en el encuentro tripartito, para el cual no quedó establecido ningún compromiso de avance del Gobierno, ni le fue exigida alguna materia a los industriales en el mismo sentido. La cita, que a los tamberos se les había comunicado para el próximo lunes 23, ahora se les indicó a los industriales que será el jueves 2 de agosto. De este modo, los diez días prometidos para resolver el problema que originó la toma de plantas y que originalmente tenía un plazo de una semana que se vence este sábado, propuesto por la producción, se extiende a 20 días en total.
Se leía el viernes en este Diario sobre las sospechas subyacentes en la producción luego del primer encuentro; y hasta el momento, el corrimiento de diez días en el encuentro definitivo, generan demasiadas suspicacias sobre los resultados, nada lejanas a la realidad vigente.
Los motivos del traslado no fueron expresados desde el Gobierno y así, una vez más, se enturbia la situación de resolución de conflicto que siempre recae en el Estado y nunca es asumida positivamente.
La industria espera, como los tamberos, puntos de encuentro, medidas que permitan mejorar la relación, evitar los conflictos y permitir una ganancia para ambos eslabones de una cadena que sigue teniendo ausente en los debates a la comercialización, gran protegida del Estado Nacional que con la inflación real y los permisos de subas en los precios siempre se queda con la estrategia ganar-ganar de un negocio esencial, activo, constante y sostenedor a nivel social como es el tambo, la lechería y la producción nacional.
Comentarios