Afrontar el desafío agropecuario de crecer, comunicar y hacer lobby

Esos fueron algunos de los parámetros que quedaron como ideas, ayer en la jornada Experiencia Forrajera, cumplida en Claas de Sunchales. Con disertantes como el economista José Luis Espert un importante número de productores tomó ideas productivas y sectoriales, camino a un mejor amanecer rural.


A pleno sol y con toda la energía de la maquinaria en el campo, durante la mañana de ayer en el predio de Claas en Sunchales se llevó a cabo una nueva edición de Experiencia Forrajera, una jornada de formación práctica que culminó con interesantes charlas para un auditorio repleto de productores de toda la región, que tendrá una segunda edición el próximo 15 de diciembre en Ameghino, en el corazón de la provincia de Buenos Aires.
"Tendencias en el manejo de alfalfa", "Ajustes tecnológicos para el maíz y el sorgo", "Confección de reservas de alta calidad"; y los "Últimos avances para el control de malezas", con una "Demostración de pulverización inteligente", fueron los eventos a campo que convocaron a mirar de cerca a la maquinaria y a entender la importancia de apostar al forraje en tiempos con una marcada necesidad de crecer y donde cada centavo cuenta en tiempos complejos y de espera.
Muchos productores tamberos, muy atentos a todos los análisis y señales, asistieron posteriormente a un encuentro de capacitación a través de charlas que concentraron información fundamental para el campo, para un futuro de grandes expectativas, pero también en tiempos donde el compromiso y las políticas atinadas serán clave.
CASTELLANOS habló con Marcos Synder, asesor privado y excoordinador de lechería de AACREA, sobre el plazo que aún resta para la recomposición real del precio de los lácteos a nivel internacional y que permita recién en el segundo semestre de 2016 una más concreta estabilidad en las cifras.
Camino a "un país más normalizado", el tambero tiene en sus manos con la producción forrajera, una herramienta fundamental, que con rotación y fertilización pueden tener avances que con trabajos en grupo pueden ser aún mejores para potenciar una demanda urgente que es la de crecer. "Hay que producir un dos a tres por ciento más al año, para mantenerse estabilizados". Esta lógica de expansión que también se aplica a la industria láctea responde a que "tomando los costos de los consorcios regionales agropecuarios muestran que en estos últimos 20 años, en los tambos, al expresar los gastos directos en litros por hectárea, tienen un régimen de crecimiento de 300 litros por año, por lo tanto hay que crecer a ese ritmo, para poder mantener el mismo negocio". Es así que "el productor tiene que pasar a tener más vacas para producir más leche, porque en nuestro país estamos en un tope muy alto de hasta 30 y 32 litros por animal al día. Con más carga por hectárea, también hay que empezar a hacer mejor los deberes en cuanto a reducir la mortandad en guachera y en recría. El productor se tiene que sentar a analizar eso, porque no puede ser que los rodeos no crezcan en la Argentina, por eso hay que reducir las pérdidas de hasta el 35 por ciento en los partos, pasar a usar semen sexado, para asegurarse más terneras".
En este marco no se puede dejar de lado que "con una suba del dólar oficial también van a subir nuestros costos y eso lleva un tiempo de recuperación. La quita de retenciones sube los costos de los concentrados y el hecho de entrar a un país más normal, dejando de lado los permisos de exportaciones por ejemplo, con una perspectiva de un Gobierno distinto, habrá una lógica de más demanda de leche y en esto se espera una señal clara de la industria a la producción primaria, sobre todo porque para el tambero viene un verano difícil, con los cheques más chicos de febrero a abril, pero sobre todo porque tenemos los precios de hace dos años atrás".
Snyder destaca que los tamberos deben estar listos para afrontar las diferentes condiciones de un mismo negocio, en el que se debe seguir trabajando para intentar recuperar participación del tambero en el precio de góndola que ronda hoy el 24 por ciento. "El productor no tiene una gran representatividad, porque hay 18 instituciones, cada una con su propuesta, ante dos miradas de la industria. Hay que lograr una mirada más integrada, más organizada, porque sino en Argentina los tamberos siempre están de velorio, en las crisis internacionales y en las internas", aconsejó.

Comunicación y lobby

En este marco de capacitación en un ámbito casual y relajado se habló de "Darse cuenta: el desafío de los agronegocios frente a la sociedad", a cargo de Iván Ordóñez. Como economista y autor junto a Sebastián Senesi de "Campo, el sueño de una Argentina verde y competitiva", fue recorriendo en la charla la descripción del sector nacional para derivar en sus necesidades de base, más allá de las solicitudes sectoriales políticas.
Argentina es el quinto productor mundial de granos y el sexto exportador de lácteos, aportando el dos por ciento a ese mercado global. El 60 por ciento de las exportaciones de 82 mil millones de dólares viene de los agronegocios y a partir de ello en 12 años, se aportaron 72 millones de dólares por retenciones.
Es el campo y todo su esquema comercial e industrial el que emplea a una de cada cinco personas en el país; y se debe tener en cuenta que con algo más de cien millones de toneladas cosechadas al año, se demandan tres millones de viajes en camión para esos granos, recorriendo 2.100 millones de kilómetros en 32 mil vehículos de gran porte con un total de 1.700 millones de dólares en movimiento. Estas son las pautas que hacen a tener una idea más integrada del sector y de sus componentes como sucede en otros países, donde incluso la influencia agropecuaria es menor que en Argentina. Ordoñez presentó un video de General Motors donde se toma la idea de "Dios creó a un granjero", sobre la base de las tareas fundamentales que complementan en el campo a la producción de alimentos y la importancia de un trabajo sacrificado, de gran entrega y también de mucha soledad. En Estados Unidos los productores agropecuarios corresponden al uno por ciento de la población, pero han sabido meterse en los resortes políticos institucionales, algo que aquí no sucede.
El analista llamó a tomar nota de varias pautas, "comunicar cuesta plata", "hay que romper el individualismo", "hay que entender que la gente del campo no es ni será la salvadora de la patria, sino que somos una parte más y es por eso que no hay que tener una actitud arrogante". Invitando a interactuar en las redes sociales, los llamó a "compartir, informar, contar", para que en el país las mil personas que deciden sobre el agro, desde el Presidente de la Nación, hasta los intendentes comprendan la postura del sector. Ordoñez llamó, como hace un tiempo lo hiciera el saliente secretario de Agricultura de la Nación, Gabriel Delgado, a hacer lobby, a negociar leyes, a hacer conocer las necesidades y trabajar para ello, pero entendiendo que para esto el sector tiene que hacer aportes en todo sentido, en mensajes, en el valor de las instituciones y también a nivel económico para hacerlo posible, apuntando a muchos públicos.
"Sean optimistas, tomen el desafío de crecer con comunicación y lobby", concluyó, sugiriéndolo a un auditorio sorprendido por imágenes, conceptos y objetivos.

Sí al ajuste

Finalmente hubo una mirada económica sobre "La Argentina que viene".
José Luis Espert presentó un esquema clarificador sobre un último medio siglo triangulado entre crisis, recuperación y el deterioro que retoma la crisis, una figura viciosa que se esclarece con el Rodrigazo, a los cinco años la tablita de Martínez de Hoz, el plan Austral, la Convertibilidad, el año 2001 y hoy con muchas similitudes en crisis previas.
"Existe un núcleo duro macro y esto es lo que tiene que evitar el futuro Gobierno de Macri que apostará mucho al campo, para evitar una quinta crisis a corto plazo".
El Estado de 1961 a 2015 gastó más que lo que recaudó, salvo de 2004 a 2008, "fueron 51 de 55 años con déficit fiscal" aseguró sobre "un Estado sistemáticamente deficitario", que tiene hoy a ese parámetro en el 7,7 por ciento negativo.
El economista aseguró que "para evitar una nueva crisis hay que hacer varios ajustes. Hoy hay un tipo de cambio muy atrasado, economías regionales muy fundidas, la soja no es rentable, el dólar como está no va más y hay que devaluar en términos reales, además de hacer una corrección fiscal".
Lo que añadió es que en los últimos 12 años el gasto público se duplicó en referencia al Producto Bruto Interno, por eso la presión impositiva "ahoga, es salvaje e impagable", con "pésimas prestaciones del gasto público", desde seguridad a caminos.
Sugiriendo una corrección de tarifas, habló de los dos modos de corregir los desfasajes.
Una corrección de shock, para que no genere crisis tiene que ser extremadamente creíble, con mucho apoyo político interno e internacional, empresarios y sindicatos que deben aceptar una caída o falta de competitividad de salarios. Debe en este marco haber una recesión corta para crecer rápido y donde no se deben dejar de lado los actuales fallos internacionales que requieren pagos de deuda y a la vez permitir misiones del Fondo Monetario Internacional. Con esta idea de ajuste rápido se pagan los costos de golpe y "se puede hacer un duelo rápido".
Por otra parte, el ataque gradual anticrisis tiene costos que se ajustan durante años, porque el gasto público se traduce en impuestos y "hay que tener mucha constancia de años para corregir complicaciones". Es así que Espert indicó que "la coyuntura macro le da al nuevo Gobierno oportunidades y con esto hay un nuevo amanecer para el campo". Hoy se sugiere programa económico más gradual que de shock, "pero tenemos que estar evaluando constancia en el ajuste", porque a la vez puso de relieve la autorización sobre la hora de la devolución del 15 por ciento de la coparticipación, además de las definiciones de Cristina Fernández que hacen que el nuevo Gobierno ingrese con diez por ciento menos de recaudación", en un Estado que tiene 50 mil millones de dólares de deuda pública, por lo tanto habló de una “estrategia de Macri peligrosa, por lo lenta".
Pero mientras tanto sugirió que "el campo debería estar pensando en cómo vender cada vez más", mientras el nudo económico esté puesto en no repetir la historia, sobre todo "por el desastre fiscal k y el atraso del tipo de cambio", por eso deben enfocarse en reclamar baja del gasto público y libre comercio absoluto. Pero en esto retomó la idea de la charla anterior, de salir de la falta de lobby con astucia y sin ingenuidad, porque "en la última década nos han hecho creer que el sector agropecuario es rentista, por eso nunca más deberían volver a ocurrir esas cosas".
Con costos en dólares de Argentina están por encima de lo que deberían y hoy correspondería bajarlas el 50 por ciento, con una devaluación real que hay que hacer", con lo cual "explica por qué no hubo libre comercio y por qué el campo se fundió tantas veces, siendo que el país es caro en dólares".
En el cierre del encuentro, el vicepresidente para Argentina de Claas, Reinaldo Reynaldo Postacchini, agradeció a quienes asistieron y trabajaron para cumplir con esta jornada y advirtió que Experiencia Forrajera "es un trabajo a pulmón en tiempos difíciles, que está apuntado a conseguir mejores resultados productivos, por eso todo lo que pudimos aprender o escuchar desde los distintos puntos de vista de los panelistas nos permiten ver cuánto tenemos que hacer, porque recién empezamos. Por eso los invito a trabajar más que nunca, a exigir lo que corresponde, el valor de nuestro trabajo. Siempre podemos ser mejores y lograr un país en el que nuestros hijos vivan de una mejor manera", concluyó en el evento que tuvo también el apoyo de Santander Río, Sancor Seguros, Bunge, Dupont y Spraytec, INTA, Aapresid y la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF).

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