La
única entrega por la emergencia hídrica de 2017 se hizo en diciembre y fue de
50 millones, en un esquema de supuestas cuotas semanales que no se cumplió.
Por Elida
Thiery (EDairyNews) - Los
productores miran hoy más a la tierra que al cielo, un verano caldeado y sin la
lluvia suficiente lo diferencia y mucho del anterior que tuvo excesos
repetidos.
De
aquella inundación que comenzara a fines de diciembre de 2016 y se completara
en enero del año pasado, quedaron en el camino muchos productores, persisten
las angustias de las pérdidas y se recuerda la promesa de ayuda de la Nación. Bien
a mediados del primer mes del año, el entonces ministro de Agroindustria,
Ricardo Buryaile, decía que iba a prestar 250 millones de pesos, de inmediato
para el fondo que salvaría a muchos tamberos. Sólo la provincia de Santa Fe puso
su parte, fue asistiendo a gran parte de quienes había sufrido el agua, pero
poco hizo la Nación.
Con
una única entrega de 50 millones en diciembre, de lo que se había dicho que
serían entregas semanales de la misma cantidad, con la rendición del dinero
correspondiente, ese pendiente sigue afectando a quienes producen. Fueron 190
productores los que recibieron ese dinero a partir del 14 de diciembre, sumando
así 1.055 pagos, pero restando 626, que son los que siguen consultando
constantemente, para ver si desde el Ministerio de Agroindustria alguien los
recuerda.
Este pendiente, sumado
a la baja en la consideración para la lechería, de acuerdo al cambio de
Subsecretaría a Dirección desde el primer día de marzo, altera los ánimos,
apura los reclamos, pero nada cambia el destino de no tener ni respuesta, ni
fondos.
Con pedidos formales
por el tema desde Producción de Santa Fe reiterados, incluso esta semana, será
el martes cuando se haga el encuentro previo a la reunión con Mauricio Macri
(para el anteúltimo día de este mes o comienzos de marzo), que en la Mesa de la
Leche se presente el tema como uno de los principales reclamos sectoriales. Sin
demasiada expectativa, el sector ya está acostumbrado al discurso y la
inacción, sin embargo, hasta frente al Presidente se insistirá para que llegue
alguna vez la solución que muy tarde permita sanar una de las tantas heridas
que el clima le hace a una actividad a la que la política sigue sin entender.
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