Entidades tamberas tampoco auguran un 2019 diferente


Dialogamos con tres representantes de la producción lechera nacional para evaluar sus expectativas en este año. Precios, industria y mesa lechera, entre lo más saliente.

Por Elida Thiery (Agrofy News) - El comienzo de febrero vuelve a prometer alzas en los precios al productor. No son lo que se espera, pero el promedio superaría los diez pesos por litro en estos días y con eso se alcanzarían las dos cifras que muchos añoran. Los valores internacionales siguen en alza y la leche entera en polvo volvió a su piso de tres mil dólares por tonelada.
Los tamberos esperan mismos comportamientos y resultados, porque a pesar de ser un año electoral no habrá modificaciones en el esquema lechero. Lo mismo que dijo la industria la semana pasada aquí en Agrofy News.
“Personalmente creo que 2019 va a ser de calificación ´regular´ mejorando mucho respecto a 2018 que fue ´malísimo´. El clima inició con un verano lluvioso, para la mayoría de nuestra cuenca y los cultivos están muy buenos, tanto para silo como para cosecha. A fines de enero tuvimos algunos días de calor extremo que generaron mortandad de vacas en algunos lugares puntuales y fuerte caída de la producción que iremos viendo que secuelas nos deja”, explica Matías Peluffo, productor y presidente de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires.
Esperando un otoño húmedo, que sería bueno para la producción de forraje, pero no para los caminos rurales, como circunstancias comunes, Fernando Córdoba, el presidente de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, entiende que “este año va a ser muy parecido a 2018. Ha habido una liquidación grande de vacas y entonces no hay motivo para pensar en crecimiento. Ya estamos viendo que enero y febrero de este año, respecto a los anteriores van a marcar una caída en la producción”.
Jorge Chemes, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas y referente lechero, añade que “el clima nos viene comprometiendo en estos meses por exceso de humedad y lluvias. Si se cumplen algunos pronósticos podemos tener algo que no será bueno, que es un otoño húmedo para el tambo”.
El entrerriano resalta que “no hay un panorama claro en la lechería, salvo el futuro de concentración, tanto en la industria como en la producción. No hay un despegue rápido a la vista, porque faltan algunos años para ver un desarrollo de la exportación concreto, pero para eso hay que aumentar la producción, en este contexto no hay incentivos para hacerlo, entonces el perfil de la lechería seguirá siendo el mismo que en estos últimos años”.
El santafesino interpreta que “la relación con la industria va a seguir siendo tirante, porque saben de la necesidad del productor, pero también a ellos día a día los costos se siguen ajustando con la suba de tarifas de energía eléctrica, los costos salariales y se ve la dificultad para exportar, siempre con los mismos mercados y con Brasil como principal comprador”.
Respecto a la incorporación de nuevos jugadores en la industria, como es el caso de Adecoagro en dos plantas que eran de SanCor, agregó que “debería traer una mayor demanda de leche, más allá de priorizar la materia prima propia. Ojalá permita traccionar más la demanda. Hay una necesidad del productor por recomponer el precio”, pero también el capital de trabajo que se llevó desde 2015 unos 35 mil millones de pesos, de los cuales 28 correspondieron a la producción.
En la misma línea, Chemes agregó que “siempre es bueno que ingrese una empresa más a la demanda de materia prima, pero lo importante es que no se contaminen con las malas prácticas que tiene la industria ya adquiridas, como para que el productor pueda utilizar la competencia”.

El precio, siempre

Chemes considera que “las industrias han tomado conciencia que puede haber algún faltante de leche en el año, pero lamentablemente esto no lo van a hacer notar, para no mostrarse débiles y darle más valor a nuestro producto. Van a tener que pagar más, de todos modos la industria está cartelizada, no va a salir a pelearse por estos números y ya tienen una estrategia armada. Esto va a incidir en que no exista una mejora importante en el precio de la materia prima”.
Agregó que “este año no veo que pueda haber cambios sustanciales con respecto a 2018. Seguramente vamos a tener una mejoría en el precio al productor, desde ya que lo venimos teniendo en los últimos meses, pero la inflación y la devaluación nos pegó muy fuerte y por más que se ajusten los precios no podemos mejorar lo que fue una acumulación de pérdida que significó todo esto para los tamberos. No creo que vayamos a estar peor, pero tampoco vamos a estar mucho mejor”.
Para Peluffo, “el precio durante 2019 va a mejorar en términos reales respecto al dólar y a la inflación pero va a seguir siendo insuficiente como para que todos recuperemos la rentabilidad. Seguramente los aumentos tengan más ritmo hasta abril y mi expectativa es que lleguemos a un precio SIGLEA de 0,35 u$/litro. Luego va a depender de cómo evolucione la oferta de la producción y la demanda. Es muy difícil proyectar más allá de mitad de año pero mi impresión es que el precio de la leche debería mantenerse en términos reales aumentando lo suficiente para igualar la inflación y la devaluación”.
Aduce que “hay varios meses en los que va a faltar leche y el vínculo entre productores e industrias va a estar más equilibrado. A nivel comercial es un buen momento para que los productores, individualmente o en grupo logren algunos cambios de mediano plazo en la relación comercial que tienen con las industrias. Por ejemplo pedir acortamiento de plazo de pago, pedir fijación del precio antes del inicio del mes, definir con más claridad y objetividad los atributos por los que se paga la leche, hacer acuerdos por varios meses con un valor referido a SIGLEA, etc”.
En este sentido, desde Meprolsafe entienden que “de mantenerse el dólar estable como ahora, en un par de meses podemos estar cobrando los ansiados 30 centavos de dólar, combinados con el ritmo inflacionario. El tema es si eso le va a alcanzar al productor, que es algo que estimamos que no. El productor viene muy desfinanciado” y sufriendo en estas semanas una baja productiva del 20 por ciento.
“Hemos iniciado la campaña de picado de maíz y hay muy poco financiamiento por parte de los contratistas, que por supuesto corresponde a las altas tasas del mercado sobre las que no se avizora un cambio de tendencia, al 50 por ciento en pesos y 20 por ciento real en dólares, lo cual es algo insólito”, agrega Córdoba.

En la mesa

“No confiamos que la mesa sectorial lechera traiga respuestas en un plazo breve. Para tener una idea, en las primeras reuniones con Macri se plantearon temas que en teoría se iban a solucionar rápidamente, como es el caso de todo lo vinculado a lo burocrático; y en la última reunión se planteó que todas esas cosas siguen pendientes. A los encuentros no hay que abandonarlos, hay que seguir reclamando, pero no tenemos muchas expectativas”. Esta es la posición de Fernando Córdoba en cuanto al intercambio entre producción, industria y Gobierno, referenciado en el propio Presidente de la Nación.
Para Peluffo, “el gobierno va a estar ´distraído´ con las elecciones y corremos riesgo que saquen el foco de la Mesa Lechera Nacional. Nuestra tarea, como representantes de los productores y como integrantes de una cadena productiva que sigue en crisis, es reclamar que se siga trabajando a igual ritmo que en 2018. Hay que seguir pidiendo avances en los tres ejes. En competitividad, todo lo referido a caminos rurales, financiamiento, carga impositiva, actualización tecnológica y facilitación de las exportaciones. En transparencia pago de la leche por atributos objetivos y velar por la libre competencia. Y un tercer eje, no del todo claro aún, que es el de institucionalizar la cadena buscando integrar mejor a entidades de productores, cámaras de industrias, FunPEL/OCLA para aquellos temas que es urgente encarar en conjunto como promoción de los lácteos y desarrollo de la cadena en su conjunto”.
En tanto, Chemes considera que “la mesa lechera quizá tenga una intensificación en las reuniones, siendo un año electoral, pero si utilizamos la misma metodología que desde fines de 2017, no va a haber cambios. Máxime si tomamos en cuenta lo que dijo Macri el 20 de diciembre, que no tiene más herramientas para ayudarnos porque la economía no se lo permite y nos pidió que aguantemos, aunque no sepamos cómo”.

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