Fonterra apunta a una revisión estratégica

La mayor cooperativa láctea del mundo repetiría un balance negativo y tendrá que achicarse.

Por Elida Thiery (Agrofy News) La inestabilidad de los precios internacionales de los lácteos parecen acompañar el proceso de la propia Fonterra. Hace varios años que la situación de la mayor cooperativa láctea a nivel mundial no encuentran un rumbo concreto.
Después de la primera crisis de 2014, al año siguiente se presentó el proyecto de reestructuración 'Velocity', sin embargo los sucesivos balances que tendrán a fin de mes otro capítulo no encuentran más que números en rojo.
Fonterra Cooperative Group no consigue ahorrar en sus costos y le da pelea a los precios regulados de la leche cruda. Según el informe final de la Comisión de Comercio neocelandesa los costos administrativos y generales para las temporadas 2019 y 2020 estan estimados en 20 millones de dólares anuales. Esto se da a consecuencia  del “fracaso en conseguir eficiencias previstas desde 2015/16 de las disposiciones para costos administrativos y otros costos indirectos o con errores en el proceso de asignación", de acuerdo a los parámetros sentados por Velocity que no tuvieron el rumbo deseado y generaron una "mala asignación generalizada de capital", según la agencia de calificación S&P Global.
Fonterra se prepara para presentar una nueva estrategia en su resultado anual que vence a finales de este mes, donde se espera que incluyan medidas de reducción de costos y posibles pérdidas de empleos.
El analista de crédito de Standard & Poor's Graeme Ferguson dijo en un informe que la cooperativa sí tenía un "plan de desapalancamiento creíble" y que su revisión estratégica resultaría en una asignación de capital más disciplinada.
Desde la agencia contemplan con un A- a la cooperativa, sin embargo se espera que en un plazo de 12 a 18 meses pueda construir un “amortiguador de calificación” que estaría asentado en una revisión estratégica de la asignación de capital con un formato más disciplinado y un desempeño operativo más sólido", todo esto apunta a una reparación del balance con rendimiento operativo óptimo sustentado en la posibilidad de mejorar el precio establecido para la materia prima que es lo que en definitiva le permite tener mayor capacidad de endeudamiento que sus pares con calificación similar.
Ferguson fue concreto "en nuestra opinión, Fonterra perdió el rumbo en los últimos siete años", lo que le valió dos bajas en la calificación dentro del S&P Global Ratings en los últimos períodos.
El mayor temor de la cooperativa es que por este deterioro en la confianza la provisión de leche cruda se vea resentida, en este sentido se trabaja ya en un refuerzo del precio pagado al productor, para evitar la ociosidad en la industrialización y teniendo en cuenta que procesa el 80 por ciento de la leche de Nueva Zelandia.
Fonterra establece su precio de la leche utilizando el Manual de precios de la leche Farmgate. Sin embargo, la junta tiene la discreción de retener una parte del pago de la leche si se considera necesario para el balance de Fonterra. Una parte del pago se retuvo tanto en 2014 como en 2018. Fue a partir de la sugerencia de la economista de ANZ, Susan Kilsby, que la Cooperativa podría retener hasta 45 centavos de dólar neozelandés por kilogramo de sólidos lácteos en el pago para poder apuntalar su balance.
Los tamberos que abastecen a Fonterra fuera de Nueva Zelanda no son accionistas. "Con este fin, creemos que la subordinación efectiva de los pagos podría atenuarse significativamente si la leche de origen neozelandés se redujera al 70 por ciento implicaría una menor capacidad de endeudamiento”.
Ferguson dijo que la estructura de precios de Fonterra "respalda el servicio de la deuda en prácticamente todas las circunstancias previsibles". “La suspensión de dividendos y el ajuste del precio de la leche indican que el grupo está dispuesto a proteger activamente el interés de los acreedores, lo que consideramos como ampliamente análogo a la sostenibilidad a largo plazo de la cooperativa".
Muchas de las complicaciones comenzaron con la expansión. "Este ciclo de inversión se basó en la creencia de la cooperativa de que una demanda global sin restricciones superaría el suministro de leche de Nueva Zelanda”, así fue que “Fonterra se embarcó en una estrategia para construir una escala global invirtiendo en capacidad de almacenamiento y procesamiento para acomodar un crecimiento significativo de la oferta de leche. Esto ocurrió durante un período en que la cooperativa también estaba invirtiendo en ingredientes especializados de mayor valor y servicios de consumo y alimentos. El resultado fue un cambio radical en el crecimiento orgánico y basado en adquisiciones que presionó el balance de Fonterra", dijo Ferguson.
Fonterra aún no ha publicado sus resultados para el año hasta el 31 de julio de 2019, pero se darán a conocer a más tardar el 30 de septiembre y las pérdidas rondarían los 570 millones. A medio término, al 31 de enero, la deuda económica con intereses netos de la compañía que "refleja los préstamos totales, menos efectivo y equivalentes de efectivo y anticipos que devengan intereses no corrientes, ajustados por los derivados utilizados para gestionar los cambios en los riesgos cubiertos", se situó en 7.352 mil millones de dólares NZ.
El total de préstamos en ese momento era de 7.754 mil millones, entre notas a mediano plazo, compromisos con bancos, emisión de bonos y papeles comerciales.
El índice de apalancamiento de Fonterra, que se calcula como la deuda económica neta que genera intereses, dividido por el patrimonio, más la deuda económica neta que genera intereses, está situado en 52,5 por ciento, frente a 51,6 puntos del mismo período del año anterior. Ya se anticipó que los trabajadores que superen los NZ$100 mil (U$S 64 mil) no tendrán ajustes salariales en el próximo período.
La cooperativa apunta a una relación de transmisión de fin de año del 40 al 45 por ciento, habiendo sido al 31 de julio de 2018, la relación de transmisión de Fonterra del 48,4%. La compañía había apuntado a reducir su deuda en $ 800 millones para el final de este año financiero, pero ya admitió que no alcanzó el objetivo.
S&P pronostica que las desinversiones de activos, las reducciones en el gasto de capital, una mejor gestión del capital de trabajo y cierta normalización de las ganancias restablecerán la relación deuda en los próximos meses.
"Si bien el apalancamiento de la cooperativa se mantendrá por encima de su desencadenante de calificaciones a la baja sigue siendo ampliamente coherente con las expectativas anteriores".
Fonterra ha mantenido su liderazgo en el mercado mundial, su dominio en la compra de leche cruda en Nueva Zelanda y su posición como el productor a gran escala más económico a nivel mundial. Somos conscientes de los riesgos de ejecución y cualquier vacilación de el compromiso de la cooperativa de restaurar su salud financiera ejercería una presión a la baja inmediata sobre la calificación A- ", concluyó Ferguson en un análisis difundido en las últimas horas.

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