Se contrajo la ambición de Fonterra


La mayor cooperativa láctea del mundo anunció su peor balance desde la expansión de 2001.

Por Elida Thiery - En Nueva Zelandia se sucedió el jueves uno de los anuncios de mayor impacto en los últimos meses, cuando Fonterra oficializó un último ejercicio con pérdidas de más de 381 millones de dólares ($605M NZ). La conversión de la moneda del archipiélago aliviana el número, pero no sus consencuencias, porque aunque con más resistencia y manejo por el volumen de trabajo, los alcances de una crisis que ya cuenta varios años pegan fuerte igual.
Desde Oceanía, con su fortaleza en el país de origen y bien afianzada en Australia, la mayor cooperativa lechera del mundo admitió que decepcionó a quienes debe responder en primera instancia que son sus socios, los productores.
Contábamos hace dos semanas cómo venía encaminado este balance. https://elidaporelcampo.blogspot.com/2019/09/fonterra-apunta-una-revision-estrategica.html
Fonterra detalló que vendió
Tip Top, una fábrica de helados, en su totalidad y la mitad de su participación en DFE Pharma, del mismo modo que contraen la participación e inversiones en Beingmate, que desarrolla leches de fórmula para bebés. Los negocios en Brasil podrían sufrir algún recorte y se está revisando la actividad de los tambos en China, ya no tienen actividad en Venezuela y cerraron la fábrica de Dennington en Australia, sumado a una subutilización del resto de las plantas en ese país.
En este último caso se mencionó la necesidad de redireccionar la materia prima para producir lácteos de mayor valor agregado, sin embargo se afecta el empleo de 98 personas y se daña a la estructura de esa ciudad australiana.
El nuevo objetivo de la empresa no es salir de más países, pero sí enfocarse con ímpetu en Nueva Zelandia, donde la demanda interna creció dos por ciento en el último ejercicio; y en Australia. Más énfasis en la localización sería la clave para realmente poder hacerle frente a Danone y Nestlé en todo el planeta.
Parecen querer dejar atrás los errores de la administración anterior que hizo pasar a Fonterra de procesador y exportador de lácteos a jugador global de la industria alimentaria.
El CEO de Fonterra, Miles Hurrell, encabezó los anuncios y sumó algo de autoestima para esta cooperativa surgida de una fusión en 2001, "en el fondo, somos una cooperativa, que está haciendo cosas increíbles con la leche de Nueva Zelanda para mejorar la vida de las personas y crear valor para nuestros clientes y propietarios".
La compañía está llevando a cabo una revisión estratégica con esta nueva conducción desde marzo, sin poder detener cierto deterioro, ya que las acciones de Fonterra cayeron de un máximo de NZ$ 6,60 en enero de 2018, a un mínimo de NZ$ 3,15 a fines del mes pasado, cuando la compañía advirtió sobre la posibilidad de generar amortizaciones masivas. Pero en todo esto está la lucha para no dañar la economía de Nueva Zelandia, siendo la más grande de ese país y representando al 20 por ciento del total de las exportaciones.
Finalmente, enfocando el análisis a nuestro país, esto quizás sirva de orientación para aquellos medios y periodistas que en su momento, hace más de un año, aseguraron que Fonterra tenía todo cerrado para adquirir SanCor, manejando muy mal trascendidos de lo que sólo fueron conversaciones. Estos problemas financieros explican parte de esa operación que no fue y jamás avanzó tanto, añadiéndose la exigencia de empleabilidad que tiene la Argentina en cuanto a sus industrias lácteas, casi como determinante. Pero, esa es otra historia.

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