En Santa Fe piensan “cuidar a nuestros tambos y la rentabilidad de la industria, para que todos ganen"
Esta es una de las intenciones del nuevo gobierno provincial sobre uno de los sectores fundamentales de la producción. Además, Daniel Costamagna, habló sobre el exceso de asesores dentro de su Ministerio y los pasos a seguir.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - En lo que fue su primera visita formal a la ciudad de Rafaela, este
viernes, el Ministro de la Producción, Daniel Costamagna, analizó con
empresarios y comerciantes locales y de la región los aspectos más urgentes del
comercio, la industria y la actividad productiva en general.

Ya en un detalle más profundo de su Ministerio, Costamagna dio cifras
muy contundentes, partiendo de la idea de contar con “un espacio de muchísimas
áreas de incumbencia”. A partir de esto remarcó “personal encontramos un
montón, porque en el Ministerio de la Producción entre asesores técnicos y
contratados eran 400 personas y los otros 400 empleados, que era personal fijo,
vieron pasar la vida durante 12 años. Esa es la verdad, para el que quiera
escucharla y quiera creerla”.
Más precisamente eran 250 asesores técnicos, que ya tienen terminados
sus contratos y 163 contratados, lo que explicó el funcionario es que “eso es
dinero de los santafesinos y eso pasó durante muchísimos años, habiendo
personal de planta que podría haber hecho ese trabajo, pero ese personal vio
pasar la vida”. Costamagna remarcó que “esto no va a ser una feria de despidos,
sino que cada una de las 10 secretarías que componen el Ministerio tiene hasta
el último día de enero para saber cuáles son las necesidades básicas y no estoy
emitiendo un juicio de valor, porque hay gente muy valiosa entre esos
contratados. Por eso la idea es generar concursos, que hace décadas que no se
hacen, para que entren los mejores y el día que nos vayamos de la función
pública que quede un staff formado”.
“El Ministerio de la Producción lideró las funciones de extensión, de
colonización, de investigación, se exportó conocimiento. Hoy no existe más
nada, se perdió la total presencia en el territorio”. Costamagna quiere agregar
contenido al trabajo de su cartera. “Hay una falta total de personal
jerarquizado, porque fueron todos puestos políticos que hoy no los tenemos y
tenemos que revertir, por eso quizá algunos de ellos vuelvan, pero no toda esa
cantidad, sino unas 60 personas como máximo”.
Explicó también que “a las 2 de la tarde ya no hay más nadie, yo no lo
puedo creer que pase en el lugar donde se gestiona la provincia más importante
en materia productiva, porque nosotros estamos hasta las 7. La obligatoriedad por
la tarde será de los directores de cada área y por eso necesitamos generar los
concursos, para lo que demoraremos cuatro o cinco meses, mientras tanto
seguiremos fortaleciendo todas las áreas”.
Cuatro cosas para la lechería
En plena cuenca y como ex presidente de la Rural de Rafaela fue muy
concreto en sostener que “lo que nosotros queremos es una lechería grande,
fuerte, en crecimiento y exportadora, no sólo de commodities sino de productos
de alto valor agregado, para generar esas condiciones hay que tener reglas muy
claras, previsibilidad y mesas de trabajo en las que se sienten todos”, además
de generar un vínculo importante con la Nación.
Por otra parte, Daniel Costamagna dijo tener la intención de “cuidar a
nuestros tambos y la rentabilidad de la industria, para que todos ganen, pero
para eso hay que tener un esquema bien claro, con mecanismos de largo plazo,
que son temas pendientes y en estos años no se han resuelto. Es el momento de
darle al sector lechero la misma previsibilidad que tiene el sector ganadero,
de los granos. Si bien es un sistema complejo, hay que encontrarle la vuelta”.
Sabe el Ministro que la “infraestructura rural es una vergüenza, es una
pena recorrer los caminos rurales. Se ha devastado la ruralidad y hay que
recuperarlo, para producir y para dignificar la vida de la gente y esto no es
sanata”.
Costamagna ya le reclamó a Silvina Frana, su par de Infraestructura, una
planificación para la construcción de viviendas rurales, quizá de la mano de la
Nación, que pueda estar atado a un componente impositivo, al igual que los
trabajos de forestación, para que quien invierta y trabaje de manera correcta
pueda tener beneficios puntuales.
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