Por Elida Thiery - En las últimas
horas se conocieron datos de la Comisión Europea, uno de los organismos de la
unión de países de ese continente, encargado de proponer legislaciones e
incluso de controlar el cumplimiento de acuerdos. El informe expuesto reveló
que el precio de la leche europea se mantiene estable en una comparación
interanual, pagándose € 352 cada mil litros de materia prima, tomando los datos
de febrero.
Mientras la leche francesa fue la mejor pagada a la producción, en Italia
el derrumbe de los precios llegó al 5,5 por ciento menos en la contrastación
con febrero de 2019 y se sostuvo respecto al reciente enero. Sin embargo para
los tamberos franceses se pidió poder pagar 32 centavos por litro de leche
cruda que se recorte de la producción habitual, a través de un fondo de hasta
diez millones de euros, para poder equiparar valores que se pagaban al momento.
En este
contexto y con una caída significativa en el consumo, es Alemania la que
encabeza un reclamo a la Unión Europea para que tome medidas para apoyar a los
productores de lácteos que enfrentan una fuerte caída en las ventas. La
ministra de agricultura alemana, Julia Kloeckner, a través de un escrito pidió
apoyo financiero para cubrir los costos de almacenamiento de leche en polvo,
para ayudar al mercado lácteo a recuperarse de los bajos precios actuales,
teniendo en cuenta también la baja en las exportaciones de Alemania, como del
resto de los países.
En enero, el Instituto de Estudios sobre Alimentos y Economía
pronosticaba que el precio de la leche llegaria a los 37 centavos por litro,
sin embargo, en el studio más reciente esa proyección se redujo a 25,8 centavos
de Euro.
Esto está en línea con
el pedido que hiciera la semana anterior su par de Francia, Didier Guillaume. "Trabajamos
para reducir la producción de leche y le estamos pidiendo a la UE que se haga
cargo de sus responsabilidades. Hoy es absolutamente necesario estoquear leche
para que el sector pueda seguir subsistiendo de la mejor manera. Estamos en una
crisis extraordinaria y necesitamos respuestas a tono, por eso la Comisión
Europea y la UE deben moverse”.
En Francia la semana
anterior se recolectaron 40 millones de litros de leche, de los cuales el 18
por ciento ya fueron considerados excedentes.
La European Dairy Association ya había pedido que se
subsidie a los tamberos que procesan su leche y tienen la intención de
almacenarla en espacios propios.
A pesar
de un aumento temporal en las ventas de leche en los supermercados, para el
consumo hogareño, el cierre por la crisis del coronavirus de bares,
restaurantes, cafeterías, catering destinado a eventos o comedores de empresas,
escuelas e incluso hoteles, es la clave del descenso en el consumo y la
demanda, por lo tanto las acciones para poder compensarlo deben ser inmediatas.
En España, los problemas de excedentes que
sufren los productores se complica aún más con el ingreso de quesos alemanes y
holandeses y leche francesa, con lo cual el comercio común complica las proyecciones
en el momento del año en el que se renegocian los contratos y se pretende un
mínimo de 30 centavos por litro pagado al productor.
Mientras tanto, el consumo cayó también en
Italia, pero en el norte que es la zona más complicada por el covid-19, está
sosteniéndose la demanda con el uso de máquinas de expendio de leche fresca,
que se sigue vendiendo a un euro por litro, utilizando botellas de vidrio que
llevan los propios consumidores.
La posibilidad de comprar varios productos, de manera automática y sin aglomeración de gente está creciendo en medio de la pandemia.

En Estados
Unidos
La industria lechera a nivel global mueve 716 billones
de dólares al año, de los cuales 85 billones corresponden sólo al negocio en
Estados Unidos que es el segundo productor del mundo, donde se revela que la
India es el principal productor con el 22 por ciento del volumen, mientras que Paquistan
y Brasil, completan el podio, según la
Food and Agriculture Organization.
"Actualmente estamos viendo la ruptura de la
cadena lactea”, reconoció Alan Bjerga, vocero de la Federación Nacional de
Productores de Leche, que representa a productores y cooperativas de Estados
Unidos, desde donde se estimó al inicio de abril que la oferta superó en 10 por
ciento a la demanda.
La realidad es que la lechería atravesó situaciones de
“pánico y compra”, “pausa”, “desafíos de logística” y “pérdida de poder
de compra a largo plazo”, según el análisis de Rabobank.
Se benefician en este contexto grandes compradores de material
prima para la fabricación de helados o yogures, como Nestlé Danone o Unilever
Group, con lo cual logran bajar costos para productos de precios elevados, a
pesar que los grandes compradores de productos tienen hoy presupuestos
recortados.
Como un efecto global “los consumidores ahora compran
productos básicos, pore so el impacto puede ser a largo plazo", con lo
cual se entiende que el comportamiento se extenderá en el tiempo.
Cabe recordar el reclamo que ya se habia instalado
ante Departamento de Agricultura de Estados Unidos, para activar un paquete de
ayuda que recientemente se había tratado en su Congreso.
Una de las ideas es pagar para los productores de las
principales empresas tres dólares para quienes logren bajar un diez por ciento
la producción, sobre la base de marzo de 2020, para evitar que se deseche material
prima, sobre la cual debería regir también una compensación.
La reducción de venta en mercados abiertos, e incluso
el flete de contenedores a destinos como China o Japón han deteriorado el
negocio en otros flancos, transitando durante este mes y en mayo el pico
productivo del Hemisferio Norte.
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