Asumirá el lunes como parte de un nuevo gabinete nacional, plagados de nombres conocidos y en medio de un escándalo político del oficialismo, luego de una elecciones primarias que le fueron adversas al Gobierno Nacional.
Después de un domingo de comicios adverso para el Frente de Todos se desató un tironeo de poder que no termina en la nueva composición de la estructura de gobierno a nivel país.
Más allá de los demás cambios, hay que puntualizar en el ministerio que se aboca a la cuestión productiva, más precisamente en base a los recursos naturales. Este giro es para mencionar al que fuera hace años el Ministerio de Agroindustria, que ahora había retrocedido a Agricultura, Ganadería y Pesca. Pero como un gesto de simpatía a partir del lunes con la asunción de su nuevo conductor se denominará Ganadería, Agricultura y Pesca.
Alterar el orden aquí si modifica el producto, porque con las exportaciones ganaderas cerradas no se mejora esa condición con un título, mientras que la agricultura es la que sigue sosteniendo la caja nacional.
El retroceso también nos mete en un túnel del tiempo poniendo a Julián Domínguez al frente de esta cartera, cargo que ya ocupó entre 2009 y 2011, en tiempos en los que se debía intentar acercar posiciones con el campo después de otro gran escándalo como fue el intento de aplicación de la Resolución 125, sobre las retenciones móviles para los granos.
Fue precisamente en su gestión que se instrumentó el cambio de condición de la Dirección Nacional de Lechería, a Subsecretaría, que se pusiera a cargo de quien hoy también está en ese lugar y sin logro alguno, Arturo Jorge Videla. Del mismo modo, tiene estrechos vínculos con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina.
Para un sector importante en nuestra región, las expectativas no son muchas y no se aguardan cambios respecto a lo que viene sucediendo.
Quizá a Domínguez se lo utilice para mejorar la situación respecto a la industria cárnica que al menos hasta el 31 de octubre sostiene el cierre de ventas al exterior en la mayoría de las categorías y destinos.
En agosto de 2011, Domínguez había estado de visita en la ExpoRural de Rafaela, donde había pedido avanzar sobre un Acuerdo Lácteo que jamás se concretó. Posteriormente a ese cargo estuvo varias veces en la zona.
Cabe destacar que Luis Basterra, que estaba desde el jueves en Formosa, termina su mandato habiéndose enterado del aumento de retenciones y del cierre de exportaciones de carne de forma mediática y no concretó ninguna alternativa de avance para el sector productivo.
A Basterra desde el Círculo Argentino de Periodistas Agrarios se le había reclamado en diferentes oportunidades, a través de cartas e incluso en reuniones formales, que brinde al menos una conferencia de prensa, compromiso que asumió y jamás cumplió.
Las veces que el ahora ex-ministro habló fue en aperturas de congresos, sin preguntas, o en programas periodísticos oficialistas, sin comunicadores especializados en el sector que puedan preguntar de la manera adecuada sobre múltiples temáticas pendientes a lo largo de estos 21 meses de mandato de Alberto Fernández.
Finalmente, cabe destacar que Domínguez tiene una muy estrecha relación con el gobernador, Omar Perotti. Ese es el único punto de aliento que puede encontrar Santa Fe con este cambio, al menos para que los reclamos en el sector agroindustrial sean escuchados. De ahí a conseguir acciones existe un abismo, teniendo en cuenta las circunstancias políticas que se vienen presentando.
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