Caprolec comunicó que se inició su proceso de disolución, luego de varios años de falta de conducción y representación.
Con fecha 16 de diciembre, situado en Villa María el comunicado explica “Por medio del presente se comunica que en el día de la fecha, por resolución en Asamblea General Extraordinaria la Comisión Directiva de la Cárama de Productores Lecheros de Córdoba – Asociación Civil (Caprolec), resolvió someter a intervención de la Inspección de Personas Jurídicas la mencionada entidad en proceso de disolución. A partir del día de hoy se hace saber que no hay persona y/o razón social que pueda detentar la representación de Caprolec”.
De esta forma abrupta termina la historia de una entidada tambera que naciera luego de la crisis de 2001, que fue muy particular para el sector lechero y que diera lugar a la generación de diferentes instituciones, más aún después de la asamblea y firma del acta de San Francisco, esa que con seis puntos de ordenamiento aún no logra cumplirse a casi 19 años de haberse acordado.
Caprolec pasó por todos los estadíos, ya que después de su generación logró el apoyo de muchos productores cordobeses, sin embargo, luego del paro de diciembre de 2007, el primero de carácter nacional que se le hiciera a Cristina Fernández en el inicio de su gestión, el acercamiento con el Gobierno Nacional no hizo más que profundizar un lazo confuso en el que sus principales dirigentes terminaron plegándose tanto al poder que olvidaron el objetivo fundamental de la organización.
En su momento, Caprolec que fuera conducida por Juan Melchor Trossero, quien luego de dejar la presidencia siguiera manejando el destino de la misma, había sido tildada de institución oficialista, junto con el momento aquel de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, cuyos titulares eran apuntados como “tamberos K”.
La diferencia entre estas “vecinas” de Santa Fe y de Córdoba estuvo en la voluntad de regeneración que tuvieron los santafesinos, hecho que no se pudo concretar en la provincia mediterránea. Dirían algunos dirigentes, “cuando la política se mete en las entidades se termina todo”. Más allá de esto, en los últimos meses desde Meprolsafe se tendió a animar a sus pares cordobeses a participar en manifestaciones públicas sectoriales, pero nada trascendió a algún comunicado o la ubicación del logo en cuestiones formales.
Integrantes de las diferentes comisiones directivas de Caprolec, de las que formó parte el dirigente mencionado, estuvieron involucrados en sospechas durante los momentos de entrega de subsidios, o compensaciones, e incluso en vínculos con otros nombres muy polémicos del sector.
Los tamberos cordobeses no se quedan sin representación, ya que las cuatro entidades agropecuarias principales siguen teniendo actividad en la provincia y deberán servirse de invitar a quienes han quedado descuidados por las últimas conducciones que no supieron imponer la importancia de la institución, por sobre el peso pesado de la historia más compleja de la lechería nacional de los últimos años.
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